in the hell; klars

Episodio 45: Love Me Two Times.

Había llegado el sábado nuevamente. Después de pasar toda una semana con Dave, podría decir que nada iba mal.

Como el desastroso sábado anterior, Megadeth y Metallica tocarían juntos nuevamente. Unos días antes, James vino a dejar mis cosas y a pedirme que estuviese en la presentación pues, no habían encontrado un reemplazo a tiempo. Me parecía una mala idea, pero no podía dejarlos sin guitarra, así que estuve ensayando en casa con la lista de canciones que me dio.

Dave y yo, habíamos hablado toda la semana acerca de Junior y casi milagrosamente lo convencí para que lo invitara a salir esa noche.

— ¿Y si no acepta? — decía mientras caminábamos hacia el bar en el que tocaríamos.

— Lo hará — dejé escapar una risa.— No creo que se niegue.

— Sólo será amistosamente, ¿no? — me miró.

— Eh... Si, principalmente si — pause.— Lo que pase después será decisión de ustedes.

— Bien — sonrió.— ¿Y qué hay del danés?

— James me dijo que simplemente no hablara con él — fijé la mirada en el suelo por el que caminaba.

— Bueno, suerte con eso — levantó los hombros.— Conoces a Lars, a veces es como un cachorro y te sigue a todos lados hasta que obtiene tu atención — comenzó a reír.

Acompañe su risa con la mía.

Llegamos al bar minutos después y nos encontramos con los chicos. Evitar a Lars sería un poco difícil pero no imposible. Para esto, estuve con los chicos de Megadeth casi todo el tiempo, hasta que subieron a tocar y James me llamó.

— Hey — le dije mientras me acercaba a la mesa en la que estaban.

Teníamos que levantar la voz demasiado ya que el sonido de las guitarras y la batería apenas nos dejaba escuchar.

— ¿Cómo estás? — sonrió dándome un abrazo leve ya que estaba sentado.

— Voy muy bien, ¿y ustedes? — tomé asiento a su lado, colocando mi guitarra en mis piernas.

— Es algo difícil — subió los hombros.— Llora demasiado casi todas las noches — subió los hombros.— Creo que eso es mi culpa — esbozó una sonrisa.

— ¿Por qué? — fruncí el entrecejo.

— Me preguntó si habías decidido regresar con Dave y le dije que al parecer si — comenzó a reír.

— Hijo de puta — hice un gesto y comencé a reír también.

— Hey, Kirk — Jason se acercó con dos cervezas en las manos, traía el cabello sujetado en una cutre cola de caballo y sus anteojos. Parecía una anciana.

— Hola, Jase — me acerqué a darle algunas palmadas en el hombro ya que James estaba en medio de nosotros.

— ¿Cómo has estado? — sonrió tomando la mano del rubio, quien le besó el dorso.

— Voy un poco mejor — sonreí.

— ¿Qué tal ha sido vivir con el pelirrojo otr...? — no terminó su pregunta. Miré que ambos se tensaron y James miró a alguien detrás de mí.

“Mierda, me va a matar seguramente” pensé apretando el mástil de mi guitarra.

— Si, Kirk, cuentanos como es vivir con Dave otra vez — escuché la voz del danés a mis espaldas.

— Es excelente, Lars — me volví para mirarlo. No sé porqué lo hice, se suponía que no hablaría con él, pero no importaba.

De todas maneras, luego me estaría arrepintiendo por todo lo malo que me atrevería a decirle.