Episodio 46: Creep.

635 73 157
                                    

Había pasado un mes desde la última vez que miré a Lars. Aún recuerdo haber llorado todo ese día por lo que había hecho. Aún ese día sentía el aroma de su perfume impregnado en mi piel, y las marcas que había dejado no ayudaban para nada. Trataba de descifrar que carajo había pasado.

James decía que había viajado a Dinamarca con sus padres por asuntos familiares. Era algo que me preocupaba un poco. Y debo reconocer que después de tanto tiempo, yo aún me sentía usado. De esa vez, no le conté nada Dave. Posiblemente me mataría si lo sabía.

Y hablando de Dave, había iniciado una relación con Junior desde un par semanas antes. Realmente me alegraba por ellos porque parecían muy felices. Junior se preocupaba demasiado por él y estaba ayudándole con su problema. Me llenaba de tranquilidad al saber que Dave ya no estaba solo.

Era noche de brujas. Sé que ya era algo grande pero, me agradaba mirar los disfraces de los niños pequeños e incluso personas mayores.

Los chicos de Anthrax habían organizado una fiesta en la casa de Scott Ian. Todo sería un verdadero caos ya que habría demasiado alcohol, drogas y mujeres; como siempre. De Metallica, sólo Cliff y yo asistiríamos, ya que James y Jason, debían cuidar a la pequeña hija de Deanna. Una dulce niña de 5 años que tenía la ilusión de pedir caramelos disfrazada de no sé que.

— Muchísimas gracias por cuidarla, Alan — decía Deanna entrando a la casa con la pequeña, tomadas de la de la mano.— Mi jefe hijo de puta no me ha dado la noche libre — le entregó un pequeño bolso con cosas de la niña.— Y ella ha estado ilusionada con pedir dulces hoy — suspiró algo triste.— Desde hace una semana.

La niña era una copia exacta de James, incluso aquel cabello rebelde y rubio llevaba, al igual que aquellos grandes ojos celestes. Su nombre era Lilly y llevaba un disfraz muy complicado: un vestido color lila, unas zapatillas deportivas desgastadas y una corona de plástico con pedrería artificial. En su pequeño rostro traía dibujadas algunas 'cicatrices' con delineador para ojos y sujetaba un pequeño balde en forma de calabaza.

Parecía un chiste muy hermoso.

— Descuida — sonrió James.— Estaremos bien, puedes pasar por ella mañana — tomó la mano de la pequeña rubia.

— Muchísimas gracias — agradeció dándole un abrazo a James.— Lamento arruinar tus planes.

— Nada de eso — sonrió.— Ahora, date prisa, se hace tarde.

— Rayos, es verdad — le dio un beso en la mejilla y se inclinó para hablar con la niña.— Debes ser buena con el tío Alan y el tío Jase, ¿de acuerdo? — la pequeña asintió con una sonrisa dibujada entre sus labios.— Te amo — le dio un beso en la frente para después levantarse.— ¡Nos vemos, chicos! — Deanna salió por la puerta nuevamente y se dirigió a su camioneta, a donde subió y segundos después, desapareció por el largo camino.

La pequeña de ojos celestes se acercó a nosotros mirándonos tímidamente. Se detuvo frente a Cliff y le sonrió. Era lógico que lo hiciera, ya que lo conocía más a él.

— Hola, Cliff — su aguda voz se escuchó por primera vez desde que había llegado.

— Hola, pequeña — el castaño le dedicó una sonrisa.

— ¿Quién es él? — me miró a mí con una sonrisa.

— Es Kirk — le acarició un poco el cabello.

— Hola — le saludé.— Que bello disfraz — le elogié aquel extraño traje que llevaba puesto.— ¿De qué es? — sonreí.

Apartó la mirada de mí, inspeccionandose.

in the hell; klarsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora