Episodio 12: Ecstasy Of Gold (Warning)

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ADVERTENCIA:

LAS SITUACIONES DESCRITAS EN EL SIGUIENTE ESPACIO, PODRÍAN DAÑAR LA SENSIBILIDAD DE ALGUNAS PERSONAS. SE RECOMIENDA DISCRECIÓN AL LECTOR.

Al llegar a casa, dejamos nuestras cosas en la sala y  cada uno hizo lo que quiso. Yo fui a mi habitación por una toalla, me quité la ropa y entré a la regadera, repitiendo toda mi rutina de baño. Una vez que estuve listo, salí de la regadera y seque mi cuerpo. Salí desnudo del baño, quitando el exceso de agua de mi cabello.

Mientras buscaba mi ropa en el armario, Dave entró a mi habitación, sólo llevaba su bóxer amarillo con estampado de bananas. Su larga cabellera pelirroja caía sobre sus hombros y la luz le daba pequeños destellos que la hacían parecer rubia. Su abdomen ligeramente marcado brillaba exquisitamente.

Se quedo de píe recargado en la puerta y me miró.

Traté de ignorarlo pero su mirada no dejaba de apuñalarme la espalda.

— ¿Por qué no te gusta hablar con Lars? — dijo de repente.

Sólo subí un poco los hombros, sin decir nada. Sabía que estaba celoso.

Avanzó hacia a mí y comenzó a besar mis hombros cuidadosamente acariciando mi cintura.

Me estremecí al sentir sus labios pero actúe rápidamente. Volví la mirada hacia él más que molesto y lo fulmine con la mirada.

— Kirk, por favor.

— ¡No, Dave! — grite exasperado.— Estoy cansado de sentir culpa y de tener que evadir a las personas para que tú no reacciones con una actitud violenta.

Se acerco más a mí; retrocedí unos pasos hasta que la presencia del armario me lo prohibió. Dave puso sus antebrazos a los costados de mis hombros. La posición era tan cercana que su gran cuerpo no me permitía salir de ahí. Miré su rostro, estaba neutral pero me miraba de una manera que conocía pero que prefería cambiar en este momento. Se pegó más a mí desapareciendo toda distancia. Pude sentir un gran bulto en mi vientre. Miré su pecho, tratando de disimular mi vergüenza, no era momento de pensar en sexo.

Traté de moverme y empujarlo un poco. Tenía un bóxer en mis manos, seguramente parecía un chiquillo asustado. A pesar de todos mis movimientos e intentos de que se alejará, el seguía firme. Dentro de su bóxer había una gran protuberancia que empujaba mi vientre y ya era muy notoria hasta este punto. Me moví una vez más pero fue lo último coherente que hice.

— Amo mirarte tan asustado —acarició mi mejilla con su dedo mientras se mordía en labio.

Mi respiración estaba jadeante, yo no era alguien que pudiera controlar sus nervios, pero permanecía quieto.

— Quiero dejar en claro, que eres mío y no serás de nadie más — su voz grave, susurraba lentamente cada una de sus palabras.

Asentí.

Se apartó de mi repentinamente y me levantó de la cintura, me dejó caer en la cama, boca abajo y se recostó sobre mí. No supe en que momento se había desarrollado una erección en mí. Pero Dave ya lo había notado.

Una vez posicionado sobre mí, comenzó a besar mi nuca lentamente, sentía su erección palpitante sobre mi espalda baja, su respiración jadeante me dominaba, no podía moverme y no quería. Me beso la espalda dejando algunas marcas y me acarició los muslos con delicadeza.

Me estaba desesperando ya.

Mi posición era de lo más espontánea y cómoda; estaba recargado ligeramente sobre mi costado izquierdo, con la cabeza sobre mi almohada, mis piernas estaban ligeramente abiertas, la derecha más arriba que la izquierda. Esto último permitió que Dave llegará hasta mi entrepierna y acariciara mi miembro suavemente con su mano.

Solté un leve gemido al sentirlo. Continuó besando mi nuca y mordisqueando mis hombros. Traté de contenerme un poco más cuando aumento la velocidad en su movimiento y apretó más mi erección.

— ¿Qué pasa, pequeño? — me susurró.— Dejame escucharte.

Sentí excitación de sobre manera. Seguramente mis mejillas estaban muy sonrojadas. Comencé a gemir con cada una de sus maniobras.

— La cosa que nunca vas a cambiar es esto que estoy haciendo — dijo.— Solamente yo puedo hacer que te sientas de esta manera.

Era como un juego, en donde yo debía llamar a Dave “daddy”. O al menos así funcionaba en mi cabeza. Dave, me dominaba, de eso no había duda alguna y a mi me volvía loco tal acción. Mis gemidos inundaron la habitación, sentía que estaba a punto de llegar al clímax. En verdad quería, pero él sabía que pasaría así que se detuvo en seco.

Se levantó un poco y bajo su bóxer, dejando escapar la gran erección que tuvo atrapada durante largos minutos. Me miró incluso más agresivo, con demasiado toque de perversión. Ya no tenía miedo como al inició. Dave se había convertido en una necesidad.

Me quede quieto y sin saber que esperar, pensé que ya era el final.

— ¿Crees que ya hemos terminado? — dijo riendo, yo no quise mirarlo.

Me levantó un poco de la cadera y volvió a posicionarse sobre mi delgado cuerpo.

Comenzó a entrar en mí lentamente, besando mi nuca.

— Dave... No... — dije con un gesto de dolor.

— Tranquilo — susurró.

Entró un poco más en mí y se detuvo un momento. Me quede quieto y comencé a acostumbrarme a la sensación.

Comenzó a moverse lentamente, acariciando mi cadera mientras la sujetaba para que yo no me moviera. Comencé a emitir pequeños sonidos, no supe que eran exactamente. Pero me gustaba.

Dave continuó con todo el vaivén y en un momento acaricio mi entrepierna nuevamente. Mi excitación aumentó de sobre manera y comencé a jadear inevitablemente. No supe en que momento estuve gimiendo tan fuerte que la habitación se había llenado de aquellos sonidos. Dave también gemía y sentía la transpiración que nos había empapado a ambos.

Llegamos al mismo tiempo, entre jadeos y transpiración se detuvo y se quedo recostado sobre mí.

— Tendrás que lavar la sábana — susurró.

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SÉ QUE NO ES NADA FUERTE PERO ME ESTOY RESERVANDO PARA EL FUTURO 7u7r

Bien, con eso concluí uwu

in the hell; klarsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora