O. S CASHTON Y MUKE

Angeles. C.A.L.M

—Cuando los ángeles sucumbieron a los encantos de las doncellas humanas, creyeron que no pasaría absolutamente nada, habían sido amenazados con que procrearían criaturas horrorosas, gigantes, entre otros. Sin embargo no fue así, simplemente se creo una nueva raza, mitad ángel, mitad humano. Criaturas hermosas y encantadoras, los niños de aquellas épocas poseían un...

—Hola, Calum ¿Que pasa?— llegó Luke muy entusiasmado, sabía que Calum leía aquel libro, pero jamás lo había hecho en voz alta.

—Pues, solamente trato de entender estas páginas.— Contestó frustrado.

—¿Por qué? — Luke tenía una peculiar forma de aparecerse en momentos poco indicados, pero no podía despreciarlo o apartarlo, él sólo era amable y curioso. Además le haría bien a Calum platicar con él.

—Es que se supone que este libro es historia, pero he leído otros libros que hablan de lo mismo y dicen todo lo contrario.— Calum entre cerró los ojos y Luke soltó una mini carcajada ante esa imagen. Se burlaba de sus ojos rasgados.

—Entonces esta mal ese libro— concluyó Luke.

—Eh ahí la cuestión, el autor de este libro es muy famoso y sabio, ha recibido premios y reconocimientos. No puede estar equivocado.

Luke se encogió de hombros, realmente no le interesaba eso, sólo se quería distraer con su amigo.

—Olvidalo, ya lo resolvere después — Luke esbozó una enorme sonrisa triunfal, ahora si tendría la atención de su antiguo amigo fiestero y no del Calum aburrido que leía y hacia ese tipo de teorías.

—Me alegra que seas el antiguo Cal. Ahora iremos a una verdadera fiesta donde convivamos con personas reales— insinuó

—¿Te refieres a la fiesta de Clifford? ¿Si te das cuenta de que él es peligroso?

—No lo es— Luke rodó los ojos irritado, había hablado varias veces con aquel chico y no era tan malo como todos decían, tenia la belleza de un ángel —. ¿Me acompañaras o no?

—Esta bien, sólo porque no quiero que termine tu cadáver en algún lugar lejos.

Luke río.

—No seas tonto, Calum. Tantos libros de fantasía y ágeles te están afectando.

— Cállate, Hemmings.

(...)

Ambos fueron a tal fiesta, donde Luke se la paso muy bien con Michael, conversaron, cantaron, bailaron. En fin, terminaron totalmente juntos casi toda la noche.

—Tienes la belleza de tus antepasados, Luke. Recuerdo que la mortal tenia ese mismo brillo que veo en tus ojos.— Luke estaba ebrio. Pero claramente entendió esas palabras. Recordó a Calum leyendo su libro.

—¿Soy igual?— preguntó.

—No, Luke. Tu belleza es mucho mejor. Pense que aquella raza se había acabado. Ahora veo que no.— Luke se perdió en la mirada verde de Michael y se quedó dormido en sus brazos, soñando con unas alas enormes y blancas que lo protegían.

En cuanto a Calum, conoció a un chico de rulos alocados, que al sonreír se le hacían unos hoyuelos magníficos, Calum no podía evitar no verlo detenidamente, perdiéndose en su belleza y recordó las palabras de ese libro, 
  "Los niños de esas épocas tenían la belleza, gentileza, bondad y delicadeza superficial de sus creadores inmortales. El defecto era de la parte mortal, haciéndolos horribles y de corazón oscuro..."

Pero esas palabras fueron opacadas por la cercanía de aquel joven.

—Me estoy divirtiendo mucho contigo, Ashton— le dijo al oído.

—He pasado muchas noches de diversión, pero ninguna como esta— contesto aquel chico, causando un escalofrío en el moreno.

—¿Muchas?

—Bueno, cuando eres un descendiente de seres angelicales, te acostumbras a no envejecer y disfrutar de muchas épocas.

Debido a aquellas palabras, Calum retrocedió, ¿estaba lo suficientemente borracho para inventar esas palabras? No, Ashton no lucía ebrio.

—Calum, puede que tú no desciendas de los ángeles, pero sin duda tienes esa belleza...

Calum no se daba cuenta de que aquel ser era realmente malvado, se dejó atrapar  por su hermosura superficial, olvidandose de aquel antiguo libro.

Ashton era un descendiente directo, ahora ya era el único y estaba en la búsqueda de aquellos que tenían en su sangre un pizca de los ángeles.

Michael, un ángel que protegería a toda esa descendencia que sus hermanos dejaron por el mundo.