Destined To Be Together | Muke

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—Felicidades, se los han autorizado— dijo el doctor sentado enfrente de aquella pareja.

Michael miró a Luke, la emoción que sentía era enorme, no se comparaba con nada. Por fin les autorizaban la adopción de un niño, pero no era la forma más común, había salido una madre que estaba a punto de dar a luz y precisamente ellos fueron los elegidos.

—Esto... No tengo palabras— Luke a penas y pudo hablar, trataba de retener las lágrimas de felicidad. Michael tomó su mano con delicadeza y miró al doctor.

—Por política, no pueden conocer a la madre, pero nosotros les llamaremos en cuanto el bebé nazca.— Al parecer el doctor, por muy extraño que sea, estaba feliz, les sonrió a ambos mientras les explicaba lo último que requerían.

                              ***
Michael y Luke se encontraban en el parque cuando les llego la llamada del mismo doctor, al parecer el niño había nacido, sano, fuerte y muy pesado, según la descripción de la enfermera.

—¿Puedes ver nuestro futuro? Una pequeña personita nos hará tan feliz.— Le dijo Luke a Michael mientras veían por un cristal al pequeño niño.

—¿Como lo llamaremos?— preguntó Michael.

—James— dijo muy seguro Luke. Y para Michael fue perfecto.

                                  ***
Nadie les dijo que un niño de 4 años sería mucho trabajo, desde pequeño fue tranquilo y silencioso a la hora de dormir, pero cuando comenzó a hablar y cuando aprendió a caminar, fue el verdadero esfuerzo que realizaron ambos.

El pequeño James, cuando no se quería bañar, Michael corría detrás de él tratando de atraparlo, Luke sólo reía por la forma de como su pequeño niño se escapaba, disfrutaba cada escena, pero no era suficiente.

En ocasiones, los grababa y les tomaba muchas fotos.

Michael tomaba el pie de James y lo alzaba lo más que podía para luego colgarlo de su hombro como si se tratase de un costal.

—¡Ahora a bañarte!— gritaba triunfal Michael.

Y cada noche, cuando era la hora de dormir de James, ambos estaban ahí con él, admirando su rostro, el niño tenía los ojos azules que provocaban una sonrisa en Michael y tenía esa pizca de ser travieso y ocurrente como este.

                               ****
Cinco años después en el apartamento de Michael él se la pasaba solo sin encontrar consuelo.

Escribiendo sin concluir algo, sólo viejas ideas y gastadas, cada hoja siendo arrugada cundo a Michael no le gustaba.

Salía solo por las noches para dar un "paseo" en bicicleta, solo lo hacía para no pensar más en el mismo tema, dormía aproximadamente 7 u 8 horas a la semana porque las pesadillas eran las mismas.

Se paraba en la misma puerta de siempre, y tras un año de admirar e irse, logró tocar un par de veces. Abrió un hombre alto y sonriente, al fondo del pasillo se leía un letrero en cursiva.

Grupo de ayuda.

—Buenas noches, ¿cual es tu nombre?

—Michael.

—Bueno, Michael, pasa, estamos empezando.

El sujeto lo condujo a una sala donde habían más personas sentadas en forma de círculo. Cuando tomaron asiento,  a una de las asistentes, inició con su y relato.

—Mi nombre es Denisse y mi hija se llamaba Olivia, tenía leucemia en fase terminal, un día en el hospital me dijo que por fin regresaría a casa, yo me puse furiosa, ¿que persona le dice a una niña que va a morir que regresará a casa? Le grite a cada enfermera y médico, entonces mi niña despertó y con su misma bolsa en las manos me dijo "Mami, por fin iré a mi hogar" Días después Olivia falleció, ahora entiendo que es lo que me trataba de decir.

La mujer hablo mientras las lágrimas caían, Michael observó todo.

—Y tú, Michael, ¿Cual es tu experiencia?

—Mmmm, yo... No, no.— Hizo un gesto, se levantó y se fue sin decir nada.

—Espera, Michael, no tienes porque decir algo.— Le dijo el hombre detrás de él en la calle, justo antes de que Michael tomara su bicicleta—. Mi hijo murió de un cáncer en el cerebro, GBM por sus siglas, tenía 7 años.

—Creo que fue un error que viniera— dijo Michael.

—No lo creo, podemos platicar de otra cosa— le dirigió una sonrisa y Michael no pudo evitar negarse.
Caminaron juntos por unas cuadras.

—upongo que formas parte  del 79 % que se divorcia.

—Si, algo así.

—Yo igual, justo el día del divorcio él me dio esto— saco de su abrigo una nota doblada a la mitad.

"Ojala volviéramos a ser desconocidos"
Leyó Michael.

—¿Aún lo amas?—le preguntó.

—Si, nunca dejé de hacerlo.

Se despidieron y Michael regresó a su apartamento, una vez más solo.

                                  ***

En noche buena, Michael regresó a esa misma casa, y está vez toco varias veces esperando a que alguien, no, no alguien, sino el mismo sujeto de aquella vez me abriera.

— Sé que tal vez quisieras estar sólo, y lamento que tenga que romper con eso.

—Adelante, Michael. — Sonrió y se abrió paso, lo llevó a una sala diferente.

En las paredes no solo había adornos, sino que habían dibujos.

"Para los mejores papás" decía uno con un dibujo enmarcado.

—¿Estabas llorando?— le preguntó Michael.

—Si, estaba viendo algunos vídeos.— Aquel hombre vio a Michael transmitiéndole un poco de paz a través de esa mirada azul.

—Michael, mi hijo se llamaba James, murió a los 7 años por un cáncer cerebral, GBM por sus siglas.— Las lágrimas comenzaron a caer, tanto Michael como Luke lloraban.

Y él le puso play vídeo. Donde se escuchaban las risas de un pequeño, perseguido por alguien, Michael tomaba de los brazos a James para cargarlo.

—Michael, ¿como se llamaba tu hijo?

—James...., falleció gracias a un cáncer cerebral, GBM por sus siglas, tenía...— el nudo le impedía continuar, destrozado por el recuerdo que había reprimido —, tenía 7 años.

Luke lo abrazó al no soportar ver como Michael lloraba. Al saber que ninguno de los dos tenía la culpa de la maldita suerte o de la causalidad. Entendía que aquel pequeño niño era la razón por la cual en un pasado fueron la pareja más feliz del mundo y que en su presente, lucharían para salir adelante, porque a pesar de todo, sus corazones seguían estando destinados a estar juntos.

O. S CASHTON Y MUKEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora