O. S CASHTON Y MUKE

Te buscare ~Cashton~

—NO SABES CUANTO HE SUFRIDO.— volvió a gritar a la nada—¡Perdi a mi hijo, mis amigos, el amor de mi vida! ¿Que no lo entiendes?

Bebía una copa, después otra y después otra hasta acabarse la botella y quedar casi inconsciente, ¿a quien veia? Eso no siempre importaba, a veces era a su hermana, otras veces eran sus amigos, pero nunca a su antiguo amor. Cuanto deseaba volver a verlo, cuanto deseaba que el volviera a aparecerse de igual forma que los otros lo hacían.

"Porque en un mundo apocalíptico es así, te quedas solo, vagando por el mundo"

Volvió a recordar las palabras de una alucinación, era su subconsciente mismo el que proyectaba todo eso, que trataba de regresarlo a la realidad.

—Ya no tengo ningún motivo por el cuál seguir, ¿que propósito tiene que yo continúe con esta farsa de tener vida?—Calum dijo en voz alta. Estaba a punto de cruzar un puente y ese era el lugar donde se quitaría la vida, donde por fin sería libre.

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"Te prometo que regresaré, los buscaré y los encontraré"

Esas fueron las palabras exactas que le dijo antes de marcharse a buscar comida, sí, se fue mientras él dormía porque de otra forma no lo dejaría ir.

"Se que lo cuidarás bien" había dicho en su mente. Dejó a Calum y a su pequeño hijo, aunque ya tenia 10 años, para él seguía siendo pequeño.

Caminó y buscó durante varios días, llevaba un mapa y así podía volver a encontrarlos, en la nota decía claramente que regresaría y que no se movieran de ahí.

Ashton buscó y encontró comida, llenó dos mochilas y regreso a su pequeño refugio.
Esperaba encontrar a su pequeño Ian jugando con Calum vigilándolo, y en cuanto Ashton anunciara su llegada, Ian correría a abrazarlo y Calum lo recibiría con un beso.
Desgraciadamente lo único que encontró fue la puerta abierta y un par de zombies caminando solos, el miedo se apoderó de Ashton casi cegándolo, se deshizo de aquellos zombies, trataba de buscar rastro de Calum y su hijo.
Un alivio fugaz lo tranquilizo porque no había rastro de sangre

"Hay una minima posibilidad" pensó limpiandose los ojos por las lágrimas rebeldes que habían caído.

Tomo aquéllas dos mochilas y escondió una, cuando encontrara a su familia regresaría, estaba convencido de que así sería.

Caminó sin rumbo fijo por la carretera, tratando de averiguar que camino habrían tomado, recordando que, una vez por la noche mientras veían a Ian dormir, Ashton le había dicho que si algún día se separaban, que fuera a algún puente o donde hubiera un río, ahí se encontrarían.

Ashton tomo el camino que lo llevaría a un pequeño lago, y al llegar supo que había un puente, miro hacia arriba y estaba una persona a punto de caer, de lanzarse al precipicio. No importaba quien fuera, Ashton tenía que hacer algo.

—¡Heey! ¡No lo hagas!— grito desde donde estaba, pero fue inútil. Ese tipo no lo escuchó. Se lanzó y Ashton entro al agua, quizá aún podía hacer algo, la corriente era tranquila.

Y cuando pudo tomar el cuerpo y llevarlo a la orilla, supo que a quien le había salvado la vida o al menos rescatado el cuerpo, era a Calum.

—No, no, respira, vamos, mi amor, Calum— empujaba su pecho para sacar el agua de los pulmones, Calum  respondió tosiendo el agua y Ashton sonrió.—eso es, tranquilo, ya estoy aquí.

Ashton trato de abrazar su cabeza pero sintió en sus manos un líquido más espeso que el agua, sangre.

—Dime que no eres una alucinación, por favor — pidió Calum

—¿que? No, Calum.— beso sus labios, y cuando se separo Calum solo sonrió despidiéndose.

Ashton sabía que no quedaba nada que hacer, pero se negaba a despedirse de Calum, lloró como un niño sobre el cuerpo de la única persona que pudo amar, lloró hasta quedarse sin lágrimas, grito por ese mundo de mierda en el que vivía.

Era más que seguro que Ian también estaba muerto.

Debía clavarle un cuchillo en la cabeza, no quería verlo como una de esas malditas cosas, lo enterró junto al río.

No iría a otro lugar, regresaría a su refugio, se quedaría ahí a morir.

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—¿que hace un niño pequeño caminando sólo? — me pregunta una señora alta y con algunas canas, pero su rostro es  joven.

—No lo sé, mi papá Calum me dijo que huyera— conteste y me dieron ganas de llorar al recordar esa escena.

—¿los estas buscando?

—Creo que si

—¿sabes? Yo también perdí a mi hija, podríamos buscarlos juntos.

Asenti, después de todo eramos dos  personas buscando.

Quizá no volvería a ver a mis padres, quizá los monstruos ya se los habrían comido, no lo sé. Soy pequeño pero  recuerdo, se como llegar al refugio donde me quedaba con ellos. Quizá me están esperando.

La mujer que me acompaña se llama Carol y le indico por donde ir, nos toma unos días llegar,durante ese tiempo le platico como son papá Calum y Papá Ashton. Al principio se sorprendió, sin embargo, no dijo nada.

—Quiza ellos nos ayuden a encontrar a tu hija. — le dije y ella me sonrió.

Al llegar ahí estaba todo vacío y silencioso, la puerta cerrada. Nos acercamos y vi claramente que papá Ashton golpeaba la ventana, no, un monstruo golpeaba esa ventana.

Carol se deshizo de eso y yo sólo pude correr hacia el cuerpo de lo que había sido mi padre.

—Creó que dejo una nota— habló Carol pero no le puse atención del todo.

—Si alguien ve esto, quiero que sepan que me alegra saber que por fin me encontraré con mi hijo y mi esposo. — leyó ella.

No, no, él pensó que estoy muerto. No.

—Lo lamento, Carol, ahora no nos ayudaran a buscar tu hija. — Sonrei con lágrimas ardientes que caían por mi rostro.

—No, porque tus padres ahora están con ella — y me abrazó, también lloraba y yo solamente seguía llorando.