Seven Years

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Lo veía caminar por los pasillos, pero era tan... Irrelevante, que jamás le tomé importancia, él llegó un día de otoño, justo cuando los árboles estaban casi desérticos, cuando en el pasto seco, las montañas de hojas secas se acumulaban.

Llevaba un gorro rojo que cubría su cabellera rubia cuando lo vi con un libro en mano, al principio creí que simplemente era un libro más, uno de la escuela.

Hasta que descubrí que era un apasionado por los libros, igual que yo.

¿Quién se atrevía a ser llamado así aparte de mi? Entonces fue como le hablé.

-Disculpame, no he leído esa saga... Pero sería para mí un placer conversar de ello una vez que lo haya hecho- me dijo en cuanto le pregunté sobre mi saga favorita y estuve a punto de gritar que era increíble que no la leyera aún, pero él se adelantó a decir-: Si me disculpas, debo ir a clase.

Y se fue caminando lentamente, estaba mudo por su actitud, completamente extrañado, ni siquera tuve la oportunidad de preguntarle su nombre. Ahora tenía que investigar por mi propia cuenta cómo se llama aquel chico de ojos esmeralda.

Pasaron dos semanas, no lo volví a ver, ni siquiera por los pasillos o la cafetería, me comenzaba a resignar. Quizá solo era un aficionado más.

-¿Ya escuchaste de Michael?- escuché a Greta susurrar en el pasillo de la biblioteca. Me detuve para escuchar lo que su amiga tenía que decir.

-El que se la pasa leyendo, ¿verdad? Dicen que viene de Florida, que ganó un concurso o algo así- contestó la otra. Quise acercarme a preguntar de que hablaban, pero la sombra de alguien pasar apresurado me distrajo.

Era él, lo sabía, y lo seguí, iba hacia la salida, tuve que esquivar a varios compañeros para no perderlo de vista.

Se dirigía a los estacionamientos, y lo vi sentarse sobre la acera, fruncí el ceño observándolo a lo lejos, quizá sacaría un cigarrillo y fumaría, o al menos eso es lo que he escuchado que hacen aquí los demás.

Pero de su mochila, sacó un libro verde, y reconocí perfectamente que libro era. Sonreí inconscientemente.

Pero necesitaba saber su nombre.

Así que me acerque.

-Tu eres aquella persona de la que hablan en los pasillos- afirmé, sentándome junto a él. Dio un pequeño salto por la sorpresa, cuando volteó a verme, sonreí.

-¿Si? No lo creo, a penas y saben de mi existencia.

-Eres Michael, ¿no es así? - él asintió-. Entonces estoy en lo correcto.

-Inesperado- murmuró frunciendo el ceño.

-Veo que estás leyendo eso... ¿Que te parece?- cuestione, bajó su vista al libro y sonrió.

-Es maravilloso... Me ha quitado el sueño en varias ocasiones.

-Ya lo creo que si...- y ahí fue cuando ya no supe que decir, lo observé por unos segundos, su pálida piel era maravillosa y apostaba a que suave también, entonces recordé que era de Florida, ¿Que no las personas de ahí deberían ser bronceadas?

-Lo lamento... Ejemmm

-Luke, mi nombre es Luke.

-Claro, lo lamento, Luke, debo irme-estaba a punto de levantarse e irse como aquella vez, pero yo fui más rápido y lo tomé del brazo.

-¿Huyes de mi?- cuestioné con una ceja alzada.

- Faltan dos minutos para mí siguiente clase- murmuró.

O. S CASHTON Y MUKEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora