Capítulo 28: Exigencias.

7.9K 570 237
                                    

― ¿Me estas diciendo que fuiste a enfrentar a Jane porque crees que ella tiene algo con el idiota de Julian?

Noah no podía creer lo que acababa de escuchar. Se echó a reír mientras señalaba a Zara―. ¿Tu? ¿Piensas pelear con Jane?

Ella tenia que estar bromeando.

Le echo un mejor vistazo.

Zara era pequeña. Tenía un bonito y delicado cuerpo, no era fuerte y atlético como el de Jane. Su cabello era oscuro y le caía en largas ondas sobre los hombros y Jane probablemente le haría lo mismo que a Carmen si seguía con esa idea. Lucía un poco pálida, ya que había perdido bastante sangre. Además, por su estrepitosa caída, estaba comprobado que no tenía mucha coordinación.

Siendo realista: no tenía posibilidad alguna contra Jane.

Como si conociera los pensamientos de Noah, Zara se crispó. ¿La estaba llamando débil? Solo quería dejarle unas cuentas cosas claras a Jane. Y si las cosas se salían de control, bueno, lo crean o no ella también tenía como defenderse.

―No pienso pelear ―dijo―. A menos que sea necesario. Además, ¿Por qué le dices idiota a Julian?

Noah se cruzó de brazos.

―Porque es un idiota. Y Jane no tiene nada con él.

Zara entrecerró los ojos. ¿Lo que escuchaba en esa voz eran celos? ―Julian no es un idiota. ―No podía permitir que lo insultaran―. Quizás el idiota eres tú.

Y Noah se equivocaba. Ellos habían follado al menos. Ella los había escuchado.

― ¿Por qué estás tan seguro que no tienen nada?

―Conozco a Jane mejor que nadie. Ella es mi... ―al parecer Noah tampoco sabía en qué categoría encajaba Jane―. Amiga. Compartimos apartamento.

Zara frunció el entrecejo y lanzo una suposición. ―Entonces sientes algo por ella. ¿Te gusta?

Noah respiro profundamente.

―Lo mío con Jane va más allá de un simple gusto. Es mi mejor amiga. Y te diré algo: si quieres conservar esa bonita cabeza pegada a tu cuerpo, será mejor que no la enfrentes.

―Sé que Jane es policía. No soy tonta. ―gruño―. Y para tu información, sé Karate y Judo. Puedo parecer indefensa, pero te aseguro que incluso a ti te puedo derribar y hacer que tu culo bese el suelo. Puedes ser muy grande y todo lo que quieras, yo sé como usar tu propia fuerza en tu contra.

Noah se carcajeo con ganas. Se rio con tanto furor que el estómago estaba empezando a dolerle y hasta tuvo que limpiarse unas lágrimas que se le habían escapado de los parpados.

― ¿En serio? ¿Sabes Karate?

Zara lo miraba como si quisiera desintegrarlo. ―Soy cinta negra y para que lo sepas... un chino me enseño.

― ¿Quién, Bruce Lee?

Noah no paraba de reírse.

Cuando logro controlarse, habló.

―Escucha... ―seguía riendo―. Jane no es una mujer cualquiera. He tenido peleas cuerpo a cuerpo con ella y aunque parezca imposible algunas veces me ha ganado ―admitió―. Mi consejo es que no te le acerques. Porque si llega a escuchar algo que no le gusta, si llegas a ofenderla, si llegas al menos a incomodarla... pateara tu culo. Es la única forma de comunicación que conoce. Lamento decirte esto karateca, pero no eres competencia para ella.

A Zara no le sentó bien el salpicón de orgullo que bañaba la voz de Noah cuando hablaba de su "amiga" ya que le hizo preguntarse si Julian hablaría de ella con el mismo afecto. Algo le decía no. sabía que Julian la quería. Pero ella necesitaba más que un simple querer. Estaba cansada. Para colmo Noah parecía disfrutar burlarse de ella.

Mi Chica RudaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora