Amane siguió caminando durante el resto del día hasta que se desmayó por agotamiento.
(...)
Abrió los ojos costosamente y se percató de que estaba rodeada de gente. Dos chicas, un chico, un niño y...
— ¡No puede ser! ¡Otra vez tú!— gritó asustada mientras retrocedía— Pero... ¿Dónde están tus marcas? ¿Y esas orejas?
— Creo que te está confundiendo con Sesshomaru.— dijo la morena
— Señorita, ¿fue usted atacada por Sesshomaru?— preguntó un chico que vestía con una especie de túnica púrpura
— No me dijo su nombre, pero se parecía mucho a él.— respondió señalando a Inuyasha
— Ese engendro y yo no nos parecemos en nada.— dijo cruzándose de brazos
— ¿Cómo te llamas?— preguntó esta vez la castaña
— Mi nombre es Amane.— respondió— No quisiera sonar grosera, pero... ¿Quiénes sois y qué hago aquí con vosotros?
— Te encontramos inconsciente en el bosque y decidimos traerte para que te recuperases.— contestó un niño de rasgos muy particulares
— Oh.— dijo sorprendida ante su hospitalidad— En ese caso, no sé cómo puedo agradecéroslo.
— No hay nada que agradecer.— dijo la exterminadora brindándole una cálida sonrisa— Sólo dinos, ¿de dónde vienes?
— Yo... no sé dónde estamos ahora mismo, pero no soy de aquí.— dijo comenzando a relatar el suceso por el cual se encontraba allí junto a ellos— Estaba en un bosque cercano a mi casa cuando, de repente, una especie de luz me envolvió y me desperté en un prado. Poco después, aquel ser parecido a vuestro amigo me atacó.
— Tú... ¿Vienes de Tokyo?— Amane asintió— ¡Claro! ¿Cómo no he podido darme cuenta? Vas vestida como en la otra época.
— ¿Otra época? Es que acaso... ¿Ya no estamos en Tokyo?
— Verás...
Kagome le explicó que se encontraban en la era Sengoku y cómo era que ella estaba allí también.
— Y si supuestamente sólo tú e Inuyasha podéis atravesarlo... ¿Cómo es que yo estoy aquí?
— Por lo que nos has contado, tú no viniste a través del pozo, así que no soy capaz de responderte.
— Entonces, el demonio que me atacó... ¿Es tu hermano?— cuestionó dirigiéndose al peliplateado
— Eh, sí, bueno, medio hermano.
— ¿Y por qué pretendía matarme?
— Quería absorber tus poderes.
Una anciana entró en la cabaña en la que se encontraban y se sentó frente a ellos.
— Tú eres Amane, ¿cierto?
— ¿Quién es usted y cómo es que sabe mi nombre?
— Oh, disculpa, yo soy Kaede, la sacerdotisa de esta aldea.
— ¿Qué quiere decir con que quería mis poderes? Yo no tengo ningún tipo de poder, soy una chica normal.
— Amane, ya has debido darte cuenta de que una poderosa energía aflora en tu interior. Es lo que te salvó de la muerte ante Sesshomaru, ¿no es así?
Amane asintió sintiéndose más confusa todavía.
— Anciana Kaede, ¿es entonces la señorita Amane un demonio?— preguntó el monje
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Shōganai | Inuyasha
Fantasy"Tienes miedo de amar algo que sabes con certeza que un día perderás."