14 - La destrucción de Colmillo Sagrado

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Inuyasha y Sesshomaru se encontraban en una dimensión alterna, rodeados por demonios que vagaban por ella y sólo siendo impedidos de caer en un mar de ácido por unas plataformas de tierra que flotaban en el lugar.

— Está claro que aquí nadie nos molestará.— afirmó el mayor de los peliplateados

— Eres una vergüenza, Sesshomaru. Aceptar la ayuda de nuestro peor enemigo sólo para poder obtener a colmillo de hierro.

— ¿Y tú eres el que se atreve a llamarme vergüenza?— preguntó furioso— ¡Nunca debiste obtener esta espada!

Sin pensárselo dos veces, Sesshomaru atacó a Inuyasha con las lanzas de diamantes.

— Así que te has protegido con la barrera.— dijo al ver cómo Inuyasha había resultado ileso ante el ataque

— Quieres matarme, ¿no es así?

Sesshomaru ignoró por completo la pregunta del medio demonio, simplemente le atacó de nuevo.

— Eres muy débil, Inuyasha.— afirmó al ver que este tan sólo esquivaba sus ataques— Demuestra que eres tú y no yo el verdadero heredero de colmillo de hierro.

— ¿Si te lo demuestro terminaremos con esto?

— Te permito intentarlo.

Sin más dilación, Sesshomaru atacó de nuevo a Inuyasha.

(...)

— Me pregunto si Inuyasha estará bien.— dijo Kagome con preocupación

De repente, un rayo cayó del cielo.

— Maestro Totosai.— saludó la exterminadora

— Parece ser que ya ha comenzado.— dijo este

— ¿Qué está pasando, Totosai?— preguntó Shippo

— ¿Queréis verlo?

— Por favor, maestro.— le pidió el monje

El anciano golpeó la cabeza de la vaca sobre la que se encontraba con su martillo y la proyección de la otra dimensión apareció en el cielo.

— ¿Qué es lo que le pasa a Inuyasha?— preguntó Amane al ver que este tenía los ojos rojos y marcas en la cara

Kagome le explicó que Inuyasha se había transformado en un completo demonio, posiblemente al ver que su vida corría peligro.

— Inuyasha podría estar en problemas.— afirmó Miroku al ver cómo seguía luchando sin éxito contra Sesshomaru— Anciano Totosai, ¿hay alguna manera de ir a ayudarle?

— Sí, pero sólo un poder muy grande podría abrir una puerta para llegar al mundo en el que se encuentran. Aun así, no podría asegurar vuestro regreso.

Las palabras del anciano hicieron reflexionar a Amane. Ella en sí no era una persona muy poderosa, pero Mizu sí lo había sido y, al fin y al cabo, ella tenía ahora el control de su energía.

Quizá fuera en vano, pero debía intentarlo.

La chica se colocó en el medio del círculo del que anteriormente habían desaparecido los hermanos y concentró todo su poder.

— ¿Qué estás haciendo, Amane?— le preguntó Sango

— No puede ser.— dijo Totosai

Nada más pronunciar aquellas palabras, todos pudieron observar cómo una especie de portal se abría y Amane caía dentro de él, cerrándose nada más traspasarlo ella.

(...)

— Tal es tu desesperación que te has transformado en un yokai completo.

Shōganai | InuyashaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora