22 - Naraku pierde el control

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— Aquí estás.— le sonrió el hanyo

Sesshomaru no pudo evitar pensar en las ganas que tenía de borrarle aquella sonrisa de su repugnante rostro.

— ¿Me está hablando a mí?— le preguntó Amane al peliplateado, mas este no le respondió

— Ven a por ella, pero antes tendrás que pasar por encima de mí.

Amane se sonrojó ante aquel comentario. La estaba protegiendo. Aunque tuviera sus propios intereses en que conservase la vida, le había parecido un acto tierno.

— Sesshomaru.— rió malévolamente— No tendrás que pedírmelo dos veces.

Una pelea sin descanso comenzó entre el hanyo y el inuyokai. Amane observaba la escena desde el fondo, sintiéndose completamente inútil al no saber cómo participar.

En un momento dado, Naraku consiguió apartar a Sesshomaru y se acercó rápidamente a la morena. Esta temió que fuese a atacarle, mas no fue así.

— Tu nombre es Amane, ¿cierto?— preguntó sin obtener respuesta— Ven conmigo, tengo algo que enseñarte.

El ojirojo le ofreció una de sus manos para que la tomase y la ningen lo miró sorprendida.

¿A qué se suponía que estaba jugando?

Sesshomaru se levantó y se decidió a atacar a Naraku por la espalda, pero este lo atrapó en una esfera violeta de la que, por más que lo intentó, no pudo salir.

— Huye.— le dijo Sesshomaru a la chica

Esta le miró y el inuyokai pudo notar el miedo en sus ojos, por lo que se sintió especialmente sorprendido ante el acto posterior.

— Está bien, me iré contigo, pero has de prometerme que no dañarás a ningún habitante de las tierras del oeste.

— Como desees.— dijo Naraku extendiendo un poco más su mano hacia ella

Amane dudó unos segundos, pero finalmente la aceptó.

Sesshomaru no lo hizo notable, pero no comprendía en absoluto la actitud de la muchacha.

¿Se estaba uniendo al diablo? ¿O quizá era tan estúpida como para pensar que Naraku cumpliría su promesa?

Para la sorpresa de todos, presentes y observadores de la pelea, una especie de corriente azul comenzó a emanar del cuerpo de la morena, electrocutando a su vez al medio demonio a su lado.

— Ni pienses que te saldrás con la tuya.— dijo la morena apretando más el agarre de su mano, ya que Naraku pretendía zafarse

— Esta mujer es todavía más poderosa de lo que pensaba.— pensó el medio demonio

La cara de angustia de Naraku sólo evidenciaba su inesperada pérdida del control. No se había imaginado que la muchacha se atrevería a atacarle.

— No te conozco desde hace mucho, pero ¡ya me caes realmente mal!

Tras aquellas palabras, Amane hizo un último intento de concentrar todo su poder, obligando al medio demonio a desaparecer antes de ser desintegrado.

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Shōganai | InuyashaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora