Toda una vida para enamorarse

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Corrían principios de octubre. La casa de la familia Cross se encontraba patas arriba, todo era un caos y no era para menos faltaban algunos días para el matrimonio de Andrés Cross y Katherine Loss. Katherine se encontraba muy estresada por todos los preparativos y eso le provocaba mal humor, tanto Kamie como Max se encontraba ayudándole con los preparativos, ese mismo día Kamie y Katherine debían asistir al centro de novias a recoger y dar los últimos detalles a su vestido, mientras que Max revisaría nuevamente la lista de invitados y llamaría aquellos que aún no habían confirmado.

Por el contario Andrés intentaba pasar el mayor tiempo posible fuera de casa y pasaba la mayor parte del día encerrado en su oficina, Katherine se lo reprochaba, pero este argumentaba que debía dejar todo listo antes de que ambos salieran en su luna de miel, esto en parte era verdad, aunque Andrés tenía miedo, aún viva en él el amor que había sentido por su ex esposa, creía que iba a cometer un grave error, ya que lo hacía para que alguien estuviera cerca de su pequeña en caso de una crisis, intentando huir de sus pensamientos continuó revisando la carpeta que tenía en la mano, cuando el teléfono de su oficina sonó y este alegremente contestó.

-Señor Cross tiene una llamada entrante ¿Desea que se la transfiera a su teléfono?

-Sí, gracias Elena.

-¿No desea saber de quién es la llamada? – preguntó asombrada Elena, ya que Andrés casi nunca recibía llamadas en la oficina.

-No si me han llamado aquí ha de ser importante.

Después de esto la llamada fue transferida.

-POR QUE DEMONIOS NO CONTESTAS MIS LLAMADAS – habló con una fuerte voz la mujer al otro lado del teléfono. Andrés se limitó a sonreír.

-Mi amor he estado tan ocupado en la oficina que no había observado mi celular- bromeó Andrés, aunque después pudo comprobar que tenía 13 llamadas perdidas de ese mismo número.

-Pensé que te habías muerto. ¿Qué es eso de mi amor? Si Katherine se entera de que me llamas así me va a odiar aún más– la voz de la mujer se comenzó a calmar.

- Ella no te odia, además que se acostumbre tú llegaste antes a mi vida- Se le escapó una sonrisa melancólica.

-Bueno eso sí, siempre seré tu primera chica bueno compartiendo lugar con Kamie- por un momento se formó un silencio donde ambos recordaron los fragmentos más significativos de su pasado junto, rápidamente se retomó la conversación –No recordemos el pasado mejor Andrés vamos a tomar un café, hace ya bastante tiempo que no nos vemos.

-Claro Lili ¿Dónde te encuentro? – Andrés dejo todos los papeles sobre la mesa y salió siguiendo las instrucciones de su amiga.

La relación entre Kamie y Lindo comenzaba a ser la misma de antes, sin embargo, ambos se ocultaba secretos, pesé a ello ambos intentaban volver a ser los de antes. Kamie se encontraba junto a Katherine y Livia en la tienda de vestidos de novia y Lindo se encontraba en el local de al lado, ambos se estaban escribiendo mensajes.

-Livia, Kamie ¿Cómo me queda el vestido? – Katherine salió del probador con el resultado final del vestido fue algo maravilloso era de un color hueso muy lindo y tipo sirena que se ajustaba al cuerpo de Katherine de forma maravillosa.

- Mamá te queda precioso – aseguraba la feliz niña corriendo a los brazos de su madre, Kamie quedo conmovida ante esa escena ya que ella no recordaba nada de su madre.

- Si, señora Katherine el vestido le queda de maravilla – habló Kamie con voz entrecortada. Katherine se acercó a ella y la envolvió en un abrazo maternal que provoco las lágrimas de Kamie.

-Desde hace mucho tiempo te quiero como si fueras mi hija, por favor trata de considerarme como si fuera tú madre – Kamie simplemente asintió.

Después de comprar los vestidos y los zapatos, Katherine decido comprar también un collar para combinar con su vestido y por ello se dirigieron a la tienda de la tía de Sara, donde trabajaba Lindo. Al llegar Sara fue la primera en atenderla, Lindo se acercó a Kamie y la abrazó.

-Pensé que habían regresado ya a casa – dijo Lin – como ya no contestabas mis mensajes.

- No, la batería ha muerto y debo esperar a llegar a casa – durante esa conversación tribal ambos miraban atentamente a Sara.

-¿Max te ha confirmado algo acerca de ellos? – ese era Lindo con la curiosidad que lo caracterizaba.

-No, pero se la pasa toda la noche hablando con ella, es evidente que se gustan – eso último lo dijo en voz alta llamando la atención de Sara quien le miro con ira.

-Creo que lo van a confesar en la boda de tus padres- comentó finalmente Lindo, en ese momento entraron otros dos clientes.

-Lindo has el favor y atiende a los clientes – Sara volvió a ver molesta a Lindo, sin embargo ellos tres sabían que no era por los clientes.

Al salir Katherine se topó con una imagen que la llenó de celos, Liliana y Andrés se encontraban sentados y tomados de la mano, ella tomo a Livia y Kamie y se las llevó para su casa mientras imaginaba que Andrés la engañaba con la mejor amiga de este.

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