Toda una vida para enamorarse

27- Los preparativos para una fiesta.

Después de la noche en la que Lindo descubrió la verdad fue incapaz de separarse de su amiga querida. Bryan se había convertido en un amigo muy cercano al igual que Max quien le brindaba un poco de soporte, no obstante, Lindo aún consumía el polvo angelical que lo ayudaba a borrar la amargura de ir perdiendo gradualmente a su mejor amiga. Pero gracias a ello su amistad se había intensificado mucho.

En esos momentos se encontraban sentados en la mesa principal de la familia Cross, eran principios de Julio, poco más de dos meses para los 15 años de Kamie, y ambos querían preparar una gran fiesta, como la habían soñado cuando eran niños.

-¿De qué la quieres hacer? – preguntó Lindo con una genuina sonrisa en sus labios.

-No sé, creó que es mala idea realizar una fiesta de cumple años. Siempre terminan en desastre.

-¿Aún recuerdas lo de Andrews? – Kamie simplemente asintió con la cabeza – No dejes que esos miedos te atormenten. Eres muy querida en nuestra nueva escuela.

-Lo sé, pero el pasado es lo que nos hizo ser lo que somos en la actualidad.

-Si vives en el pasado no podrás disfrutar de tu futuro... - en cuanto esas palabras abandonaron la boca de Lindo se sintió mal, era consiente que Kamie no conocía lo que tenía, pero no podía dejar de pensar en que la estaba traicionando al ocultárselo.

-Lin ¿sigues hay?– decía Kamie – O te encuentras en Lizlandia

- Kamie si estoy contigo significa que estoy en cuerpo y en mente contigo y no con Elizabeth.

-Que gran novio eres – ironizó Kamie – si mi novio me dijera que cuando está con su mejor amiga no piensa en mí, me enfadaría y lo cortaría – Lindo comenzó a reír a carcajadas.

-Tú ¿Por qué no cortarías a tu novio? – Contestó Lindo utilizando el sarcasmo – Es por eso que Bryan se comporta como un ángel.

-Oye Lin ¿Sería tan malo que no quisiera que mi novio fuera mi caballero en mis 15 años? – Lindo volvió a reír con más ganas.

-¿Quién quieres que sea tu caballero? – preguntó Lindo evidenciando que era de lo mismo que habían estado hablando.

-Tú – dijo muy sería Kamie.

-Creo que Bryan lo entendería – contestó de manera serena Lindo y cambiando súbitamente su expresión – sabe que somos como hermanos y no le veo mucho inconveniente – decía mientras se levantaba y le besaba la coronilla mientras una silenciosa lágrima se escapaba de sus ojos.

Max ingresó por la puerta de la cocina con Livia y Santiago y quedo conmovido ante la escena que vio Lindo se encontraba abrazando a Kamie y era evidente que el muchacho pelirrojo estaba al borde de las lágrimas. Max estaba arrepentido de haber juzgado mal a Lindo en esos momentos se dio cuenta del gran esfuerzo que estaba haciendo por resistir junto a Kamie.

-Interrumpimos algo –preguntó Max con una mueca de dolor por haber roto la hermosa escena. Lindo lo miró agradecido mientras se dirigía a la cocina por algo de comer.

-Solo estamos planeando un poco de la fiesta de XV años – dijo Kamie mientras recibía en brazos a sus dos hermanos menores.

-¿Qué tienen planeado? – dijo Max mientras despeinaba de manera cariñosa a Kamie.

- Nada – decía ella mientras le hacía cariño a los dos pequeño sentados en sus regazos. Lindo en ese momento regreso con uno bocadillos como Kamie le había dicho que hiciera.

-¿Qué te parece en base a un libro?- preguntó Max mientras tomaba asiento junto a ella.

-Romeo y Julieta – soltó Kamie volteándose para observar a Lindo.

-Muy bien y yo podré ser tu Romeo – dijo Max de forma coqueta, pero mirando a Lindo ya que sabía que eso le molestaba mucho.

-Ese puesto lo tiene Lin – dijo Kamie de forma un poco seria. Después de organizar un poco la decoración y el día de la fiesta, Kamie se disculpó para subir a su habitación a descansar.

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