62. Efímeros momentos de alegría

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Kamie intentó concentrarse en las palabras del doctor Jones, pero era imposible concentrarse solo estaba presente en ese momento y sentía como Lindo la sujetaba con mucho amor y esperanza reflejada en los rostros de ambos, el doctor Jones les había dado una nueva esperanza para iniciar una vida plagada de los sueños inconclusos de dos adolescentes que se habían separado de forma fatídica tanto tiempo atrás.

-Kamie ¿me estás escuchando? – el doctor la saco de su leve delirio, Kai asintió con la cabeza para posteriormente volver la mirada a Lindo iluminando de esta forma el rostro de ambos con radiantes sonrisas, el doctor sonrió para sí, él había sido testigo del largo camino recorrido por los jóvenes y le alegraba el saber que nunca habían perdido esa inocencia característica de un primer amor, juntos recorrieron caminos separados y al final de ese trayecto se rencontraron y el doctor estaba feliz por el futuro que se les vislumbraba a esos dos muchachos, quienes merecían ser felices.

Ese día Kamie y Lindo tuvieron que volver a separarse, pero esta vez era por breves instantes que ahora que conocían la naturaleza de sus sentimientos parecían años, Lindo debió regresar con los pacientes restantes para brindar difíciles diagnósticos y Kamie necesitaba resolver asuntos importantes en la compañía, fundada tantos años atrás la abuela Marie Cross, había tomado decisiones importantes que cambiarían el rumbo de la misma y esperaba de corazón no arrepentirse, sin embargo, antes de salir del hospital le mando un audio a Liz.

Elizabeth estaba junto a Max y su cuñado Thiago en la cocina cuando recibió el mensaje de Kamie y no pudo evitar poner un semblante melancólico ante los recuerdos que se arremolinaron en su mente y en su corazón. Max preocupado por su esposa se acercó a abrázala mientras que ella lloraba con libertad, Thiago aún sentado a la mesa se imaginaba lo que había puesto a su cuñada de esa forma dos nombres acudieron a su mente Lindo y Kamie y se relajó cuando el pensamiento de una sonrisa por parte de su hermana estaba agradecido a Lindo por ello.

- ¿Qué te sucede Lissy? – preguntó Max mientras le sobaba la espalda en un intento por tranquilizarla.

-Kamie se comunicó con el doctor Jones y este le dio una muy buena noticia al parecer encontraron una cura... bueno es un tratamiento experimental y Kamie ha aceptado a someterse a las pruebas.

- ¿Quieres decir que mi hermana va a convertirse en un conejo de indias? – espetó Thiago que hasta hace un momento se había mantenido en silencio, pero ahora estaba hablando sen parar y muy molesto – Maldito sea Lindo

Tanto Elizabeth como Max enmudecieron ante la mención del hombre pelirrojo.

-Cuida tus palabras Santiago – Max se había molestado por la asociación que había hecho su pequeño hermano sobre Kamie y el experimento como por el vocabulario que el chico castaño había empleado antes.

- Vamos. ¿Es eso lo que les preocupa? Ayer Lindo parecía genuino pero lo único que le importaba era que Kai accediera a probar es nuevo medicamento, que nadie asegura que vaya a funcionar – Max observaba a su hermano cada vez más sorprendido, Thiago continuó – pero si ella llega a sufrir yo les juro que lo mato.

Thiago salió refunfuñando de la cocina para buscar a Maclaka y Liz soltó la risa que había estado conteniendo.

-Definitivamente es adoptado – dijo entre dientes Max.

-Me da pena Lindo, Thiago es un pésimo cuñado para él – ella soltó otra vez una carcajada y Max se hecho a reír – pero aún no me explicó como Thiago se reunió con Lindo ayer si en primer lugar nunca le ha agradado y en segundo punto ni siquiera yo sabía que Lindo estaba en el país, me entere hoy en la mañana.

- Mi pequeño hermano cada día me sorprende más – el teléfono sonó y mientras le daba un tierno beso a Liz y salía de la cocina agrego – solo espero que Kai y Lindo sean felices se lo tienen merecido.

Al atardecer Lindo esperaba sentado fuera del hospital sumido en sus pensamientos y fantasías, hasta que un auto de color negro se detuvo frente a él.

-Angelito ¿piensas subir? – Kamie le dedicó una dulce sonrisa delante del volante.

Para Lindo ese momento parecía un sueño muchas veces había paseado junto a Kamie, sin embargo, todas las veces anteriores ambos habían reprimido sentimientos que de haber sido dicho tiempo antes habrían podido cambiar el destino, pero de nada servía lamentarse ahora tenían una nueva oportunidad y en el fondo de su corazón deseaba no desaprovecharla solo esperaba que Kamie le diera la oportunidad, el hombre pelirrojo tomo asiento junto a Kamie y le dio un tierno beso en la cabeza, situación que causo que los ojos zafiro de la muchacha se iluminaran y un leve rubor cubrió su mejillas.

Kamie se mantuvo en carretera por varios minutos y ambos estuvieron en un silencio cómodo, Lindo disfruto del viaje en automóvil la ciudad le parecía diferente ahora se había vuelto más urbanizada, pero no solo eso él se sentía diferente ahora no debía pretender estar contento ahora era un hombre genuinamente feliz, entrelazo los dedos con los de Kamie simplemente para sentir su cercanía y cerciorarse de que ella era real, después de un rato sumido en sus pensamientos finalmente pregunto.

- Cariño ¿A dónde piensas llevarme?

- Lin sigues siendo igual de curioso que cuando éramos niños – pero Kamie sonrió – pienso secuestrarte.

- ¿Secuéstrame? – Lindo la miró con interrogación y Kamie soltó una fuerte carcajada. Lindo se sumó a la broma – No tendrías a quién pedir rescate, así que debes pensarlo mejor.

- ¿Quién dijo que yo quería pedir un rescate? – Kamie puso cara de enfadada pero rápidamente agregó -o al menos quemar el pasaporte, porque no quiero que vuelvas a huir a Londres, ya no podrás desastre de mí.

Continuaron un rato más en la carretera a Lindo se relajo mientras que el camino se le comenzaba a hacer cada vez más familiar hasta que Kamie estacionó el carro en un sitio tan querido para ambos, Kamie sacó de la parte trasera del coche una sesta de día de campo.

-Mi señor de las sombras tendremos un picnic de medía noche – Lindo estaba embelesado ante la escena de la luna iluminando la sonrisa de la chica de la cual estaba tan enamorado.

- Tus deseos son ordenes mi señora de la media noche – Lindo sonrió ante el recuerdo del aquel baile compartido tanto tiempo atrás. Ambos se tomaron de las manos y se caminaron en silencio hacia el lugar que dio inicio a su historia.

Estuvieron sentados por horas junto al estanque de patos, horas que parecieron unos cuantos minutos esos dos muchachos disfrutaron tanto esa noche rieron, hablaron y jugaron como cuando eran niños, disfrutaron a más no poder esa primera noche, la primera de tantas que el futuro les deparaba. Antes de marcharse Lindo aprovechó la ocasión para revivir aquel baile con Kamie, ahora el compás lo dictaba el viento.

Tanto Lindo como Kamie disfrutaron ese vals como se disfrutan las mejores cosas del mundo en silencio y con los ojos cerrados, disfrutando la presencia y la compañía del otro. Kamie ya adormilada intento separarse de él, pero Lindo la retuvo unos minutos más mientras le susurraba al oído.

-No quiero destruir tu vida Kai – Lindo habló – tu ya tienes una vida feliz con Kenya, has sabido como rehacer tu vida después de casi 10 años yo no pretendo ser el causante de una desdicha para ti, sería el hombre más feliz del mundo solo con ser tu amigo tal y como lo éramos antes.

Kamie se detuvo confusa y tomo a Lindo de la cara para que la observara directamente a los ojos, los de Lindo estaban ocultos bajo una sombra de dolor Kamie le sonrió para tranquilizarlo.

- Lo he resuelto con o sin ti ya no podía estar atada a un hombre y menos con Kenya se convirtió en una situación insostenible. Hace varios días iniciamos los tramites de divorcio y para mi alegría no se opuso, en cuanto a Maclaka seguirán en contacto somos sus padrastros y no puedo quitarle el derecho. No debes preocuparte amor mío, si tu quieres podemos empezar una vida juntos y seremos muy felices.

Kamie se apoyo en el hombro de su compañero y ambos compartieron el lento balanceo de aquel vals dictado por el viento. Lindo inclino la cabeza buscando los labios de Kamie y ella le correspondió entre ambos surgió una chispa de pasión y dulzura que dio inicio a un paraíso que se prolongaría por una pequeña eternidad. 

Toda una vida para enamorarseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora