49- Erick.

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Ese día Lindo había permanecido a lado de su hermano completamente en silencio, Lindo no podía dejar de pensar en cómo se había dado cuenta de la fragilidad en la salud de Kamie continuó en un estado pensativo hasta que una chica y un chico se encaminaron a ellos.

-¡Tú debes ser Lindo! – afirmó la chica que se notaba que era una chica ruda y eso lo confirmaba su mirada.

-Sí y supongo que tú debes ser Sophie – la chica simplemente asintió mientras observaba a Erick detalladamente como si estuviera buscando alguna herida de gravedad.

-Tu hermano es un verdadero dolor de cabeza – habló el hombre que hasta ese momento se había mantenido en silencio y con una sonrisa perezosa en sus labios.

La cara de esos dos sujetos se le hacían muy familiares Lindo trataba de recordar, pero no podía y no era el momento primero debía poner a su hermano a salvo y sin Erick confiaba en Sophie él debería hacer lo mismo.

-Al parecer no tiene ninguna herida muy grave son superficiales – volvió a hablar Sophie con su voz fría – Iván cárgalo y larguémonos de aquí en este momento.

-Pero...- intentó a hablar Lindo en defensa de las heridas que tenía su hermano, sin embargo, la mujer le dedico una mirada más fría que las anteriores pero Lindo continuó dando su opinión – Está herido hay que llevarlo a un hospital, no se puede quedar así.

-Erick te dijo que confiaras en mí entonces hazlo. Si yo dijo que no le pasa nada es que no es nada grave. – cada palabra que salía de la boca de Sophie estaba cargada de odio y matonismo – Y recuerda número uno tu hermano está bajo mi jurisdicción, número dos Erick lo último que desea es que ingreses a nuestro mundo y número tres y más importante no debes hablarle a nadie de esto que paso y mucho menos comentar sobre nosotros si lo haces yo misma te daré la bienvenida en el infierno.

- Vamos Sophie no seas tan ruda – Iván quién ya había subido a Erick en su espalda había notado el miedo que se reflejaba en sus ojos y lo estaba intentando proteger – es solo un niño y el hermano de Erick.

-El estúpido hermano menor – dijo eso y Lindo noto un brillo extraño en los ojos de la chica. Después de eso Sophie se limitó a irse e Iván lo imitó pero primero le dedico una sonrisa de despedida a Lindo.

Lindo se quedó sentado donde había estado su hermano recostado y no se podía quitar de la cabeza a Sophie e Iván, otra cosa en que pensara pero con quién demonios se había metido su hermano.

Kamie caminaba de un lado a otro en su habitación mientras que Liz la observaba en silencio sabía que hiciera lo que hiciera su amiga solo se calmaría en el momento que Lindo apareciera y les contara lo que estaba sucediendo. Liz se alegraba de la suerte que habían tenido al llegar a la casa de los Cross no habían tenido que dar ninguna explicación por Lindo ya que estaba vacía y en absoluto silencio lo que raramente sucedía desde el matrimonio de Katherine y Andrés. Liz estaba tan encimada que no esperaba lo que estaba por ocurrir.

-Kamie – intentaba Liz llamar a su amiga al observar que Kamie había empezado a llorar - ¿Qué sucede?

- No quiero que Lindo vuelva a sufrir ya ha tenido suficiente con su familia, con su problema de adicción para que ahora Erick le sume nuevos y peores problemas ¿Qué tanto tiene que sufrir mi angelito para encontrar la felicidad?

Liz no dejaba de sorprenderse al ver el lazo tan fuerte e inquebrantable que mantenían sus dos mejores amigos, si uno de los dos sufría ese dolor se multiplicaba en el otro. Eran almas gemelas unidas por el destino, a Liz le encantaría vivir una amistad y amor tan fuerte como el de ellos.

-Kai puede ser que el camino de sufrimiento para Lindo no esté finalizado por el momento, pero siempre al final va a brillar el arcoíris y mientras más se espere más espectacular será la vista.

-Pero Lindo es muy terco no le gusta que me preocupe.

-Pero lo importante es que no está solo, puede ser todo lo terco que quiera pero nos tiene a nosotras y sino aún tenemos a Max que puede llegar a ser un verdadero extorsionista y no dejara que Lindo se quede sufriendo en soledad – Kamie le dedico una sonrisa para recostarse en la cama junto a su amiga.

Lindo entró en la habitación de Kamie molesto con Erick y sobretodo con la chica llamada Sophie, su mente iba a mil por hora no paraba de realizarse mil preguntas que no obtendrían respuesta a menos que el terco de su hermano hablara y conociéndolo probablemente no sucedería. Lindo no se dio cuenta de que sus dos amigas se encontraban dormidas hasta que azotó la puerta y ambas se sobresaltaron.

-¿Qué sucede? – Liz fue la primera en hablar mientras que le daba tiempo a Kamie para despertarse por completo.

- Lo siento – se disculpó Lindo sentándose en la silla del escritorio.

-¿Qué ha pasado? – exigieron saber Kamie y Liz.

Lindo se vio obligado a contarles sobre Sophie e Iván y de los demonios internos que en esos momentos de debilidad amenazaba con destruirlo, Lindo en ese momento se permitió ser vulnerable.

-Tranquilo Lin, él va a estar bien Sophie aunque sea ruda no lo va a dejar morir – Liz intentaba darle apoyo al chico que una vez amo.

-Lo que no me puedo quitar de la cabeza es lo que dijo sobre que el tiempo no corre a nuestro favor - Kamie soltó ese comentario de manera inocente mientras salía por bocadillos y por eso no advirtió la forma en que las sombras cayeron sobre Lindo ni la forma en cómo se tensó y el destello de dolor en los ojos zafiro del chico, pero Liz si estaba ahí y su instintito le grito que algo andaba mal.

-Posiblemente fue por la fiebre – le dijo a su amiga quien ya no estaba a la vista. Liz jamás podría olvidar la intensa mirada de gratitud que Lindo le dedico, pero Liz pensó a profundidad las palabras del hermano de Lindo y lo asocio con su vida cotidiana.

Sobreprotector,atento, siempre estaba al pendiente de que Kai tomara sus medicamento, velaba yse sobre preocupaba cada vez que a Kamie le dolía algo y esas actitudes no eransolo de Lindo las compartían Max y en algunas ocasiones Bryan, eso poco teníaque ver con las defensas bajas, era parte de algo mucho más doloroso. Elizabethunió uno a uno los datos, la última frase de Erick y la mirada de Lindo se lo confirmaron. El corazón de Lizs contrajo con la mirada de dolor deLindo se dio cuenta que Kamie, su mejor amiga, se encontraba muriendolentamente y que ella no se imaginaba que con 16 años su tiempo estaba pordetenerse y con el de ella, el de su amado chico pelirrojo.   

Toda una vida para enamorarseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora