Once.

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Suspiré por enésima vez en el día, estaba sola por completo, Eunji tenía un poco de gripe y le había subido la temperatura por lo que no asistió a clases

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Suspiré por enésima vez en el día, estaba sola por completo, Eunji tenía un poco de gripe y le había subido la temperatura por lo que no asistió a clases. Era la hora de almuerzo y como acostumbraba a hacer -antes de ser amiga de Eunji- estaba en el patio escondido del instituto comiendo mi mandarina. Había engullido toda la comida que mamá me había enviado, fue muchísimo para ser honesta, y solo me quedaba terminar mi postre. El día estuvo extraño, sentía que la gente me miraba mucho en los recesos y cuando era cambio de clase, el salón se llenaba de murmullos y miradas poco disimuladas por parte de las chicas hacia mi persona. Me convencí de que estaba siendo un poco paranoica. No había razones por las cuales preocuparse, no había hecho nada malo y tampoco era una persona muy popular para que los demás hablaran sobre mí.

Guardé mis pertenencia en un pequeño bolso de almuerzo y me dirigí a mi casillero. A cosas como aquellas me refería cuando sentía que la gente me miraba; caminé por el estrecho pasillo y fue como si el mundo se paralizara, las chicas me miraban y susurraban cosas entre ellas, incluso me señalaban con el dedo índice. ¿Tendría algo en el rostro? ¡Oh por dios! Qué tal si tenía un moco gigante y no me había dando cuenta en todo el día. Me aseguré de cerrar bien mi casillero y corrí al baño para observar mi nariz, pero no había nada allí. Fruncí el ceño confundida y me introduje en un cubículo, necesitaba con urgencia hacer pis, sin embargo, toda mi atención se concentró en la conversación de unas chicas que acababan de entrar.

—¿Estás segura de que es la misma? —cuestionó una voz suave seguida de una pequeña risa—. Es imposible, Lee Borae es la ñoña más ñoña de todas las ñoñas, una persona como Taehyung no puede salir con alguien así.

—Hyera, estoy hablando en serio —respondió otra chica—, yo los ví juntos el fin de semana, estaban en la cafetería donde trabaja mi hermana, ella los atendió.

Escuché un suspiro profundo. —Quizá solo son amigos. Borae es horrenda, su cabello siempre está atado en una coleta alta o con trenzas, es demasiado flacucha, ni siquiera tiene pechos y tampoco se maquilla. Es cero por ciento el estilo de Taehyung.

Cerré los ojos con fuerza dentro del cubículo, aquellas chicas estaba hablando sobre mí como si se tratase del clima, y estaban siendo muy crueles. Ya sabía a la perfección todos los contra de mi apariencia física, no hacía falta recalcarlos de esa manera. Sin consentirlo, una pequeña lágrima se deslizó por mi mejillas derecha, la limpié rápidamente y volví a prestar atención a la conversación de aquellas desconocidas chicas.

—Mi hermana me contó que ella trató de coquetear con él y la rechazó.

—Eso es obvio, Yangmi, tu hermana también es horrenda —rió suavemente.

—La rechazó por Borae, Hyera. —aclaró poniendo énfasis en mi nombre—. Dijo que era su cita y era lo suficientemente hermosa para él.

Sentí mis mejillas arder al recordar aquellas palabras de Taehyung. La conversación de aquellas muchachas terminó en ese momento, justo cuando sonó el timbre para volver a clases. Salieron del baño dejando el sitio libre para que pudiera abandonar ese cubículo sin ser notada, suficiente tenía con que las personas hablaran sobre mí a mis espaldas. Finalmente, no estaba siendo paranoica.

shy | kim taehyungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora