shy | kim taehyung

Dieciocho.

Asentí con la cabeza en respuesta a su pregunta. ¿Qué caso tenía seguir ocultando la verdad? —C-creo que sí, contigo me siento bien.

La sonrisa del castaño incrementó cuando confesé mis sentimientos, sus manos inquietas bajaron hasta mi cintura y me envolvieron en un abrazo acogedor mientras que su mentón se posó sobre mi cabeza, lanzó un suspiro profundo y comenzó a moverse de lado a lado, casi como si bailáramos un vals pero sin despegar los pies del suelo.

—¿Podemos intentarlo despacio? —preguntó en un susurro. ¿Intentar qué? —Estar juntos —aclaró como si leyese mis pensamientos.

Decir que estaba feliz era poco, el estado de ánimo en el que me encontraba era sencillamente indescriptible, jamás había experimentado algo así antes, ¿sería satisfacción quizá?, ¿o entusiasmo? Ambas palabras se quedaban cortas con respecto a ese nuevo sentimiento en mi interior. La sonrisa no se borraba de mi rostro porque por primera vez en la vida le gustaba a alguien, y no cualquiera persona, era Kim Taehyung, el chico que a mi también me gustaba. ¡Estaba siendo correspondida!

Pero aquí venía el contra de toda esta situación, seguía sintiéndome menos al lado de Taehyung, no creía merecer a alguien así, yo era nula en temas de índole romántico y toda la cosa, y me daba miedo y vergüenza no ser tan experimentada como él, quizá la mayoría de las personas no lo comprendería como yo pero no me sentía lista para dar pasos tan grandes en mi vida, yo era aún una niña y que alguien se fijase en mí me hacía sentir extraña, como si me estuviera deslizando en arenas movedizas. Tenía miedo, esa era la verdad. Si bien había podido superar no tartamudear frente a él, dejar de sentirme incómoda por su tacto y la manera en que tenía de invadir mi espacio personal, no creía sentirme lista para abandonar aquel temor; no ser suficiente para Taehyung.

—Tae… Y-yo nunca he e-estado con ning-

—Lo sé —me interrumpió despegándose un poco para observarme—, por eso quiero ir a pasitos de caracol contigo, Borae.

—¿Estás seguro? —farfullé—, porque soy un cero en estas cosas, ni siquiera sé cómo debería comportarme cuando estoy contigo.

El castaño soltó un par de risas pequeñas. —Estoy seguro por completo, pequeña. No me importa si jamás has estado con algun chico, eso me gusta, me hace sentir especial —besó mi coronilla—, para todo hay una primera vez, ¿no es así?

Moví la cabeza en afirmación. Tenía razón,  para todo hay una primera vez, y quizá esa era la mía, la primera vez que podría experimentar nuevas emociones en compañía de alguien más.

—Entonces, ¿lo intentarás?

—Lo haré —respondí segura.

—Cariño, está helado, entra pronto —comentó papá desde la puerta.

Mi rostro se volvió rojo por completo, me sentía avergonzada de que él nos estuviera viendo de esa forma, con los brazos de Taehyung alrededor de mi cintura y su rostro a escasos centímetros del mío. ¿Papá estaría molesto?