Dieciséis pt. 1

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Eran cerca de la cinco de la tarde y desde las dos que estaba en compañía de Taehyung, habíamos tomado helado y observado las nubes en el parque cercano a aquella heladería, luego comenzamos a jugar a las preguntas y acabé enterándome de la fecha ...

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Eran cerca de la cinco de la tarde y desde las dos que estaba en compañía de Taehyung, habíamos tomado helado y observado las nubes en el parque cercano a aquella heladería, luego comenzamos a jugar a las preguntas y acabé enterándome de la fecha de su cumpleaños así como él de la mía. Posterior a eso ocurrió algo que jamás creí posible; Kim Taehyung besó mi frente como si fuésemos los protagonistas de uno de mis libros para adolescentes, es decir, la escena estaba sacada de un cuento de hadas, por lo menos yo lo sentí así. Fue algo mágico y no sabría definir esas extrañas sensaciones que sufrió todo mi cuerpo, el calor se arremolino en mi rostro, mi corazón parecía querer salir a galopes de mi cuerpo y mi abdomen se contraía de forma extravagante. Jamás en la vida había experimentado algo como aquello, salvo cuando debía hacer exposiciones en público frente a la clase, pero allí me daban ganas hasta de vomitar así que no cuenta.

Nos encontrábamos camino a mi casa, las calles estaban medianamente transitadas al ser día de trabajo, sin embargo, Taehyung volvió a atrapar mi mano luego de que casi caigo de bruces al suelo al ser empujada por un hombre enorme cuando retrocedió de forma brusca. Según el castaño, yo era muy delicada y sería una pena que algo malo me ocurriese por lo que él prefería prevenir y llevarme segura a su lado, ello implicaba que no soltaría mi mano de su agarre. La verdad, me sentía cómoda con sus dedos entrelazados a los míos, era una mano cálida y que cada cierto tiempo me daba caricias con el pulgar. Estaba impresionada de mi propio comportamiento, o sea, Lee Borae siempre se ha distinguido por ser una chica tímida y reacia al contacto físico, pero lo que Taehyung provocaba en mí era diferente y aquello me desconcertaba; me producía calidez y familiaridad.

—¿En qué piensas, pequeña?

Su voz grave era algo que podría oír hasta en la tumba, no me molestaría escucharlo hablar todo el día con tal de sentir esos escalofríos en el cuerpo producto de su tono.

—Nada…

Espero que no lea la mente, si así fuera sabría que le estoy mintiendo y que en realidad pensaba en todas las sensaciones que me provoca. ¡Qué vergüenza! De solo imaginarlo se me acalora el rostro.

—Estás sonrojada —dijo con sorna—. ¿Segura que pensabas en nada?, ¿no pensabas en mí?

¡Rayos! Quizá sí lee la mente.

Mis mejillas se colorearon aún más de lo que estaban, abrí los ojos como plato sorprendida y solté un par de risitas nerviosas, pero no ése nervioso normal, una risa nerviosa desesperada. Creo que aquello fue el detonante que me delató por completo.

—¡Oh!, ¡sí estabas pensando en mí! —vociferó apuntando mi rostro con su dedo de forma acusatoria. Comenzó a reír frente a mi notoria incomodidad.

—¡N-no es cierto!

—Titubeaste, es más que obvio que es cierto —sonrió apretando más mi mano entre la suya.

Bajé la mirada al suelo avergonzada. ¿Qué podía decir? Me atraparon infraganti.

—Qué tierna —murmuró sonriente. Jaló de su brazo para que me acercara más a su costado, introdujo su mano entrelazada a la mía al bolsillo de su sudadera negra y continuó caminando.

El camino a casa resultó liviano, por lo general cuando regresaba sola desde el instituto -o sea una sola vez- se me hacía eterno y aburrido, pero con la compañía de Taehyung se me pasó demasiado rápido. Me reía a menudo por las historias que relataba sobre él y sus amigos, las locuras que hacían en el instituto -como pegar a la maestra a una silla o llenar la pizarra de chicles- y cómo luego los descubrían y castigaban. En definitiva comprendía por qué todos los recordaban en mi escuela. Parecían leyendas.

—Gracias por traerme a casa —pronuncié en voz queda. ¿Por qué los nervios regresaban ahora?

Taehyung detuvo su paso en el pórtico de mi hogar y sacó las manos de los bolsillos, mas no soltó mi mano. Me deslicé quedando frente a él. Miles de imágenes de película se deslizaban por mi mente, las típicas escenas de amor entre adolescentes luego de las espectaculares salidas, el beso cliché en la entrada de la casa de la chica… ¡Pero yo no estaba lista para eso! Me comenzaron a escalar unos nervios horribles, ¿qué tal si Taehyung trataba de hacer algo como eso conmigo? No, no, no, mil veces no, que horrible. Yo no sabía besar, jamás en la vida había dado un beso y no creía estar lista para pasar la vergüenza de mi vida, es decir, Taehyung era un chico hermoso, no voy a mentir, y seguramente había besado a muchísimas chicas más guapas y más expertas que yo, debía tener experiencia de sobra y era más que obvio que se decepcionaría de mí si se enterara de que jamás había unido mis labios a otros. De solo pensarlo me dolía el estómago.

—No hay porqué, dulzura —sonrió encantador. Si creía que la sonrisa más hermosa del planeta era la de hoseok, estaba equivocaba, se quedó fuera de competencia por mucho. ¿Por qué nunca le había prestado atención al rostro sonriente de Taehyung? Sus ojos formaban medias lunas cuando sus comisuras se elevababan, sus mejillas se volvían bellísimas y su mandíbula -de por sí esculpida por los dioses- me parecía irresistible.

—D-debería entrar —murmuré atontada.

Taehyung asintió con la cabeza. —Deberías entrar.

Pero no me soltó la mano, solo siguió observandome sonriente. Quise dar un paso hacia atrás pero cuando hice ademán de ello, el castaño sorpresivamente tomó mis mejillas entre sus largos dedos y me acercó a él por el rostro, podría parecer la acción más brutal y rompecuellos del mundo, pero fue tan delicado que ni yo me lo creía. Sus labios fueron a parar a mi frente seguido de una risita juguetona.

—Me la pasé bien contigo, Borae —susurró deslizando sus brazos por mis hombros, atrayéndome a su cálido pecho—. Promete que volverás a salir conmigo.

—Lo prometo.

Miró a mis ojos llevando su cuello un poco hacia atrás, reí al ver como se le formaba una minúscula papada.

—¿Lo dices en serio?

Asentí con la cabeza. —Por supuesto.

shy | kim taehyungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora