Diecisiete.

3.9K 460 424
                                    

No podía ocultar la sonrisa de mi rostro, estaba boca arriba en la cama sin poder conciliar el suelo producto de mis pensamientos, no dejaba de visualizar las escenas que transcurrieron aquella tarde-noche en casa de Eunji

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

No podía ocultar la sonrisa de mi rostro, estaba boca arriba en la cama sin poder conciliar el suelo producto de mis pensamientos, no dejaba de visualizar las escenas que transcurrieron aquella tarde-noche en casa de Eunji. Mi corazón latía veloz cada vez que en mi mente se formaba el rostro de Taehyung sonriendo para luego besar mi mejilla, era la primera vez que un chico besaba esa zona de mi rostro... Me sentía bien, emocionada y un tanto nerviosa, con solo recordarlo mis cachetes volvían a ser rojos.

Mi parte favorita de la tarde fue cuando estábamos en el suelo de la sala viendo la película, Taehyung me había dado su almohada para que la ponga tras mi espalda mientras que él se acomodaba de una manera muy extraña pero cómoda para ambos, se sentó delante de mí con el rostro hacia el frente dejando mis piernas a sus costados y se recostó sobre mi pecho quedando con la cabeza justo bajo mi barbilla. Tomó mis manos entre las suyas y las posó arriba de su pecho, me sentía nerviosa porque la mirada de todos se posaba sobre nosotros, Eunji reprimía sonrisas, lo sabía porque ya había visto esa expresión antes. De cualquier manera, aunque fuéramos el foco de atención en vez de la televisión, me sentía feliz, la incomodidad me duró poco porque no bien comenzó la película toda mi concentración fue a parar a ella, a eso y a las caricias que daba Taehyung en mis manos. Estaba rezando porque no sintiera los latidos desbocados de mi corazón.

Su cabello olía exquisito, una mezcla entre menta y coco rallado, como el que mamá utilizaba cuando hacía cocadas. Estaba calentita con su cuerpo sobre el mío y la manta que Eunji bajó de su cuarto para cubrirnos las piernas. La mayoría estaba sobre los sillones, a excepción de nosotros, la ventaja que tenía la casa de la peliceleste era que poseía tres sofás enormes donde cabían justo siete personas, lástima que éramos nueve.

Suspiré girando en mi cama, traté de acomodar mi cabeza sobre la almohada y dormir, la última vez que vi mi teléfono iba a ser la una de la madrugada, y tenía escuela a las ocho. Debía dormir si no quería parecer un mapache. Argh, pero era sencillamente imposible, cerraba los ojos y escuchaba la voz de Taehyung repitiendo todo lo que dijo en casa de Eunji.

—Pequeña, ¿estás cómoda? —susurró volteando un poco el rostro para verme, sus ojos estaban al lado de mis labios. Recuerdo haber asentido con la cabeza y haberme ganado una sonrisa por su parte—. Podría quedarme así toda la vida.

Mi rostro volvió a encenderse, no respondí nada con palabras por su comentario, tan solo se me ocurrió acariciar su mejilla -con unos nervios ancestrales- con el dedo índice y le sonreí. No mentiría, a mi también me hubiese gustado quedarme así por mucho tiempo. Ignoré mis pensamientos y me dispuse a dormir, ya cuando amaneciera podría fantasear un poco.

Esa mañana me escribió Eunji diciendo que nos vayamos juntas al instituto, que ya se encontraba mejor, así que quedamos en juntarnos fuera de su casa a las siete treinta. Estaba feliz por ello ya que me asustaba un poco ir a clases, si era sincera, me aterraba por completo.  Hyera y su amiga me vieron ayer por la tarde, a la salida del instituto, junto a Taehyung a pesar de sus advertencias sobre que me mantuviera alejada de todos en aquel grupo de amigos. ¿Qué tal si intentaba hacerme algo hoy?, ¿volvería a pegarme una cachetada o sería muchos peor?

shy | kim taehyungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora