shy | kim taehyung

Veinticuatro.

Mis padres estuvieron bastante sorprendidos al verme llegar el jueves por la noche a casa con un rostro bastante deplorable, no retuve el llanto ni dos segundo cuando mamá me rodeó con sus brazos. Tuve que contarles todo lo que estaba pasando, con lujo de detalles, desde la primera salida que tuve con Taehyung hasta aquel horrible día, incluyendo la venganza. Está de más decir que me regañaron por haber guardado en secreto algo de tan inmenso calibre como lo era el acoso estudiantil, papá dijo que iba a hablar con mi profesor para que las movieran de salón o algo por el estilo, incluso sopesó la idea de cambiarme de instituto pero al ser mi último año y ya haber comenzado el semestre, la idea no llegó más allá de ser eso; una idea. El trasfondo de todo era que no querían que aquellas chicas estuvieran cerca de mí, les parecía en lo sumo peligroso y hasta comentaron que tenía pinta de ser algo delictual, después de todo era abuso físico y podía pasar a más si no era controlado a tiempo. Estuve de acuerdo con ellos, eran mis papás y querían lo mejor para mí.

El viernes estuvo bastante tranquilo, me quedé en casa porque todo mi cuerpo se sentía magullado y papá me recomendó descansar. Dijo que iría a hablar con mi profesor a la salida del instituto porque por la mañana tenía demasiado trabajo, aprovecharía su horario de almuerzo para hacerlo.

La verdad es que nada muy interesante ocurrió durante mi día, vi películas y comí los bocadillos que mamá traía a mi habitación para consentirme, me cuidó como si tuviese un resfriado, no dejó que me levantara de la cama por lo que estuve gran parte del tiempo allí, hasta que papá llegó a verme por la noche.

Entró a mi habitación son una sonrisa en el rostro, me causó un poco de sorpresa que se sentara a en la cama a ver series conmigo, por lo general no era amante de éstas, sino de las películas, por lo que intuí que algo había de extraño.

—¿Pasó algo? —pregunté curiosa pausando el ordenador.

Papá giró a verme con una sonrisa de esas que desaparecían sus ojos, me recordó a Jimin por unos instantes. —Nada, es solo que siento que mi pequeña está creciendo.

—¿Por qué lo dices?

Se encogió de hombros y suspiró nostálgico. —¿Puedo preguntarte algo? —asentí con la cabeza—, ¿te gusta ese muchachito? El castaño, Taehyung —aclaró.

Sentí que los colores subían a mi rostro y mi pulso se aceleraba automáticamente. ¿Por que papá sacaba a colación algo como eso? Me hacía sentir nerviosa, ¿qué se supone que debía hacer si mi respuesta no era algo que le agradara?

Tomé una bocanada de aire y suspiré justo como él había hecho momentos antes. —Sí, me gusta mucho.

Papá asintió con la cabeza. —Es un buen chico, Borae. Taehyung me gusta para tí, a pesar de que tu madre esté espantada porque es tres años mayor que tú —rió divertido por lo último—, si quieres salir con él tienes todo mi apoyo, incluso si no pensabas pedirlo.