Ya había perdido la cuenta de los vasos que había bebido. Desde que Dylan llegó del Hospital, se encontraba bebiendo, sentado en la cama de dos plazas que ahora se sentía tan vacía sin ella. Pasó la mano por su pelo frustrado, después de todo no se diferenciaba mucho de Cold, era un maldito al igual que él pero había una diferencia; no sentía ninguna culpa. Admitía que la extrañaba en cierto modo, su prescencia lo ayudaba a saber que había alguien quien lo amaba de verdad, por que él estaba seguro de eso. Llevó el vaso a sus labios absorviendo el líquido ardiente. Sus labios se curvaron hacia arriba al pensar en Elizabeth. Podría estar destruída, pero siempre mantenía una belleza inigualable, esos ojos azules que penetraban como nadie y su atrevimiento con cada palabra que decía lo volvía loco, pero eso había desaparecido cuando llegó del Manicomio, se había apagado por completo. Sus labios decayeron hasta formar una línea recta y su mano se aferro a el vaso con fuerza.
Quería tenerla ahora, quería tener toda su atención en él pero toda esta situación se lo impedía, aun que se sentía en la cima, quería que ella se mejorara y lo siguiera amando.
No puedo ser tan egoísta. Pensó en voz alta. Aun que no guardaba remordimiento alguno, quiere lo mejor desde ahora para ella y su hijo. Su hijo...no había pensado en eso, ¿Sería Cold el padre? Imposible. Apretó su mandíbula recordando sus palabras.
"No estés tan seguro."
Sólo era para confundirlo, sólo era para confundirlo. Se repetía una y otra vez convenciéndose a si mismo de eso. No iba a aguantar que ese hijo no fuera suyo, ahora que sabía que existía lo amaba y sabía que nadie lo amaba mas que él pero la incertidumbre lo invadía de manera involuntaria planteándose una y otra vez por qué Cold le había dicho eso, ¿En que momento? Se cuestionó intentando encontrar alguna respuesta. Elizabeth no era capaz de serle infiel y menos con él...¿O si?
Un pensamiento perturbador invadió su mente...quizás si él acababa con la vida de ella, podía ahorrarle más sufrimiento. Eso le demostraría cuánto la ama por que terminaría lo que ella quería empezar. Definitivamente, la extrañaría pero es un sacrificio que tenía que hacer.
Decidido, se levantó con dificultad y abrió las tapas de la cama introduciéndose bajo ellas, con una sonrisa en la cara satisfecho por su enfermiza conclusión. Mañana mismo llevaría a cabo su nefasto plan.
A la mañana siguiente, el sonido de una llamada entrante lo despertó. Gruñó tomándolo de el velador mientras frotaba sus ojos con la otra mano.
-¿Si? -Habló somnoliento.
-Hola Dylan...-La voz insegura de Brooke invadió sus oídos.
-Hola.
-¿Cómo amaneciste?
-Bien.
-¿Cómo está Elizabeth?
Tragó saliva. Brooke no sabía nada. No hablaba con ella desde hace mucho y aún así no le daba vergüenza preguntar por ella.
-Bien...
-¿Cuándo iremos de vacaciones? -Habló juguetona.
-Ya es hora de que gastes ese dinero sola, no cuentes mas con mi prescencia en tus viajes.
Brooke mantuvo silencio sabiendo que él no estaba bromeando y Dylan volvió a hablar.
-Lo hablaremos en la noche. -Concluyó pensando en lo que haría esta tarde.
-Te quiero...-Murmuró ella casi sin aliento, apenas oíble.
Presionó cortar y dejó el móvil donde estaba. Deslizó sus pies hasta la ducha y se dió un buen baño, se vistió y emprendió camino a el hospital.
Sus manos sudaban, cada paso que daba indicaba que el tiempo se iba acabando, al igual que el de ella.
No se molestó en acercarse a la mujer detrás del mesón, ella estaba distraída hablando por teléfono asi que eso le daba ventaja. Sus zapatos rechinar contra el piso de loza era lo único que escuchaba a medida que iba avanzando, la impaciencia lo invadía, quería hacerlo ya. Las personas pasaban a su lado, pero él sólo veía un objetivo en ese momento; la puerta.
Tomó el frío metal de la perilla y se le resbaló al ser arrebatada de sus manos. Frunció el ceño levantando la vista y el doctor que acababa de abrir la puerta desde adentro, lo miró confundido.
-Doctor... -Habló tratando de disimular. Grave error. El Doctor lo observó de manera sospechosa, Dylan se estaba comportando de manera enfermiza y lo manifestaba de una manera inetudible.
-Buenos días.
-Vengo a ver a mi novia. -Se irguió tratando de mantener la compostura.
El Doctor junto las cejas mirándolo incrédulo.
-¿Elizabeth Cox?
Dylan asintió.
-Ya no se encuentra aquí.
-¿Q-que? Eso debe ser un error.-Protestó Dylan.
-No lo es, ahora que ya está informado, puede retirarse.
Dylan estaba desconcertado. -¿Cómo es que ya no está?
-No puedo dar más información. -Habló moviéndose hacia delante pero Dylan le bloqueó el paso.
-¿Es una maldita broma? -Casi grito alterádose.
-Aléjese por favor.
-¡¿Dónde se la llevaron?!
El Doctor acomodó su camisa sin hacer contacto visual con Dylan tratándo de esquivarlo, por que no podía hablar, no podía cuando su vida estaba en juego y Cold era el único responsable de aquello.
Dylan ignoró a el hombre adentrándose a la sala donde miro la camilla que efectivamente, estaba vacía.
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Muchas gracias a las niñas que siguen la novela y especialmente a las de Bdc, son la raja, ¡aguante BDC!
Pd: se vienen muchas cosassss.
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Or what?©[fanfic Justin Bieber]
FanfictionEl padre de Elizabeth Cox, un jefe de la PDI el cual tiene que arrestar a los narcotraficantes mas grandes de el país. Le pide ayuda a su hija, arriesgándola a todo tipo de cosas peligrosas sólo por su trabajo. Elizabeth, una chica arriesgada, dispu...