Capítulo 21.

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-Contenido fuerte-

-Déjeme lavarla antes de entregársela. -Habló un hombre acercándose ami.

-No la toquen. -Respondió. -Sólo llévenla a el carro. -Habló volteándose para comenzar a caminar hacia la sala. Fruncí el ceño.

-No. -Dije negándo con la cabeza mientras un hombre se acercaba ami. -No pueden. Yo no tengo nada que ver con esto, suéltenme. -hablé cuando tomaron mi brazo pero yo lo quité alejándome. -¡Aléjate! -grité dandome la vuelta pero un hombre ya estaba detrás mio y me tomó de los brazos. Yo lanzaba patadas y lo trataba de morder pero él ni siquiera se inmutaba, tenía demasiada fuerza.

-¡SUELTENME, JODER! ¡SACA TUS ASQUEROSAS MANOS DE MI! -Grité. Los demás hombres sólo observaban como si fuese lo mas normal. Algo me tapó la boca impidiéndome hablar y luego mis ojos se cerraron involuntariamente. Me habían cedado.

(...)

Abrí mis ojos aturdida. El color blanco invadió mi vista. Estaba en una habitación gigante, con una gran ventana frente amí. Me senté y observé con mas claridad.Estaba sobre una cama grande, todo era blanco, las paredes, el cobertor de la cama, las cortinas pero habían algunos adornos dorados.

Me levanté y comencé a caminar a la ventana. La vista era preciosa, la luna se reflejaba en el pacífico mar. Mi serenidad sesó cuando comencé a recordar lo sucedido.

Debo ser fuerte y no mostrarme sumisa ante nada. -Pensé.

El sonido de la puerta abrirse hizo girarme de inmediato.

-Nosé como un hombre puede pagar tanto por una porquería como tú. -Habló la mujer posada en la puerta. Era alta, delgada, ojos negros, tan negros que no de diferenciaba su pupila. Su pelo caía lasiamente sobre sus hombros y sus labios rojos estaban en una línea recta.

Levanté una ceja. -¿Estás celosa? -Hablé y no supe como eso salió de mi boca, ni siquiera sabía quién era.

Su cara se deformó a una desagradable. Comenzó a caminar a paso lento hacia mi.

-No es tan bueno como lo piensas, de aquí no saldrás como viniste. Eres sólo una pobre chica sin nadie a quien recurrir. ¿Por que sabes algo? Estás sola, estás perdida cariño.-Habló enfadada.

Me quede un momento en silencio. Mierda, ella tenía razón. Pero no podía quedarme en silencio. Me acerqué aún mas a ella y hablé en su rostro.

-Y tú una zorra amargada.

Su mano impactó contra mi cara, pero yo no me quedé atrás, la empujé con mis manos para luego propinarle un puñetazo en su cara. Ella tomó mi pelo y tiró de el hasta que caí a el suelo pero yo la tomé de el pie logrando que cayera y comencé a pegarle en el rostro, tenía tanta rabia que no podía pensar. Ella comenzó a gritar.

-¿Que sucedió aquí? -Una grave voz sonó a mi espalda. Paré y miré mis manos, tenían sangre. ¿Que había hecho? Yo no soy así. Miré su rostro, tenía sangre de su nariz esparcida por todo su rostro. Me levanté lentamente sin dejar de mirarla. Ella se levantó y salió de la habitación sumisa a la presencia de él.

-Eres una chica mala Elizabeth...-Habló de nuevo. Levanté mi mirada negándo con la cabeza. Me giré encontrándome con sus ojos azules.

-¿Q-quién eres? -Hablé.

-James, tu dueño. -Sonrió luciendo su perfecta dentadura. Fruncí el ceño. -Asi que ahora, -Siguió hablando- Necesito que te comportes.

Bufé. No iba a ser intimidada por este tipo.

Sus ojos recorrieron todo mi cuerpo lentamente. Cuando me miro, era como si estuviese analizándome. Rasco su barbilla y lamió sus labios para luego hablar.

-Debo enseñarte modales muñeca.

Me causó un escalofrío.

Luego de eso se giró y salió de la habitación.

Luego de eso, cerré la puerta y le puse seguro. Caminé buscando algún lugar por donde escapar pero nada. Ni una ventana había sin rejas. ¿Que me va a hacer ese hombre?

Cerré mis ojos desesperada un momento.

Recordé lo que me trajo aquí. Juro que cuando salga de las manos de este estúpido meteré a Cold a la cárcel, ahora tengo mas motivos de los que pensé.

No dormí en toda la noche. Sólo me senté en la oscuridad deseando que todo esto acabe. Dios, me siento tan asustada.

La puerta comenzó a sonar, alguien la golpeaba. Una y otra vez. No iba a abrir.

-Abre la puerta... -La voz aterradora de James sonó a través de la puerta.

-Abre. -Habló en seco pero más fuerte.

-No me hagas enojar. -continuó.

Un gigantezco golpe sonó contra la puerta. Di un saltito de el susto.

-¡Joder, abre la maldita puerta! -Gritó con furia.

Ahora que estaba así, ni loca le abria.

Escuché que dijo algo pero no le entendí mucho. Envolví mis brazos en mis piernas, estaba en el suelo con mi espalda apoyada en la cama.

De pronto, los golpes sesaron. Un silencio invadió la habitación. La puerta rechinó alertando que estaba abriéndose.

Aceleró sus pasos hacia ami y me tomó de el pelo subiéndome a la cama. Grité.

-Nunca escaparás de aquí ¿entendiste? -Habló a centímetros de mis labios. -Ahora eres mia y no pagué tanto dinero para que te comportes como una perra. -Gritó en mi rostro.

Tomó mis manos poniéndolas encima de mi cabeza impidiéndo que las quitara. Sus ojos azules ahora estaban oscuros como un cielo nocturno. Se colocó encima de mi impidiéndo que me moviera. Lamió sus labios causando que me estremeciera. Negué con mi cabeza mientras las lágrimas brotaban de mis ojos. Recordé esa noche que Cold intentó sobrepasarse, esto era igual pero mas horrible.

-No por favor. -musité.

-Ssh. -Susurró besando mi cuello. Cada beso que plantaba en mi piel era como una quemadura. Comenzó a sacar mi pantalón y mi llanto se hizo más profundo aún.

-Las chicas malas me excitan. -Habló su voz ronca contra mi piel.

-Por favor...no. -Intentaba moverme pero su fuerza era mucha mas que la mia.

Él ignorando mis suplicas, sacó su pantalon con una mano mientras sostenía mis manos con la otra.

Cuando logró hacerlo, mi cuerpo estaba temblando y ya no podía dejar de gritar.

-¡AYUDA! -grité pero su mano tapó mi boca. Sollozando cedí aceptando lo que venía. Dejé de luchar y sentí como entraba en mi. Mis lágrimas eran insasiables. Cerré los ojos con fuerza por el dolor.

Que escena mas perturbadora, yo tenía sangre de otra persona en mis manos y aún asi a él no le importaba.

Me embestía con fuerza haciéndome pedazos por dentro. Toda yo ahora estaba sucia, tocada y marcada a la fuerza por un hombre desconocido que me compró como un objeto y me utilizó como tal.

La puerta de la habitación se cerró dejándome sollozando sola en la habitación. Las sábanas estaban cubiertas de sangre. Mi cuerpo dolía y iba a seguir así recordándome lo grotesco que fue mi primera vez.

¿Y si esto era sólo el comienzo? Era lo más probable.

Or what?©[fanfic Justin Bieber]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora