Capítulo 22

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Cada paso que daba dolía. Me miré en el espejo sin poder creer lo que había pasado ayer. Mis ojos estaban hinchados, mis manos con moretones y ahora eran evidentes las marcas que mi padre me dejó. Me daba asco.

Me acababa de bañar y aún asi me sentía sucia. Cada toque de él quedó imprecnado en mi piel. Las lágrimas no tardaron en llegar.

Envolví mi cuerpo en la toalla y caminé fuera de la habitación. De pronto la puerta se abrió y alejé de ella. Una mujer anciana entró a la habitación con ropa en su mano.

-El señor White quiere que se coloque esto. -Habló su rasposa voz dejando ropa en la cama. Miró para la cama cubierta de manchas evidentes de sangre que resaltaban de el color blanco de las sábanas. Negó con la cabeza para si misma como si estuviese maldiciéndose por algo. Tragué saliva mirándola pero ella no se molestó en hacer lo mismo, se giró cerrando la puerta. Escuché como le ponía el seguro desde afuera.

Me acerqué a tomar la ropa, era un vestido azul marino. Me lo coloqué con cuidado y este quedaba perfectamente ajustado en mi cuerpo llegándo hasta un poco mas arriba de mis rodillas.

Miré la cama reviviendo cada parte de la noche de ayer, mi vista se volvió borrosa, cerré mis ojos sintiéndo cómo se mojaban mis mejillas.

Una mano tocó mi hombro y me alejé a el tacto. Estaba tan inducida en mis pensamientos que ni siquiera escuché la puerta.

-Hey, tranquila cariño. -Susurró en mi oído.

Cerré mis ojos negando con la cabeza.

-Aléjate por favor. -Supliqué con la voz en un hilo. Ahora estaba temblando.

-Me temo que eso no puede ser posible. -Se acercó a mi espalda. Podía sentir su respiración en mi oído. -Definitivamente, el vestido te queda mejor puesto. -Susurró estremeciéndome. Me giré encontrándomelo con un terno de el mismo color que mi vestido. Hacía juego con sus ojos azules. Desvié mi mirada de él.

No podía mirarlo nada mas que con asco.

-Vamos a bajar, compartir con los demás y tú mantendras una hermosa sonrisa sin decir ninguna palabra a menos que te lo diga ¿Okey? -informó.

-Eres un asqueroso. -Hablé con repulsión.

-Te acostumbrarás. -Dijo con frialdad.

Acostumbrarme. Dios, ¿Cuánto tiempo iba a estar aquí?

Una lágrima rodó por mi mejilla.

Su mano se acercó a mi mejilla y lentamente secó la lágrima.-Te vendré a buscar a las nueve. -Habló finalmente saliendo de la habitación.

Miré la hora, las doce.

Pasé la tarde caminando en la habitación pensando cómo escapar de este maldito infierno. La misma anciana entró cambiando las sábanas.

-¿Cómo puedo escapar de aquí? -Susurré cuando ella estaba guardando las sábanas. Ella me ignoró siguiendo lo que estaba haciendo. Me acerqué a la cama. -Ayúdeme, por favor. -Volví a hablar.

-Es imposible salir de aquí. -Habló su débil voz.

-Usted trabaja aquí, usted puede ayudarme.

Negó con la cabeza. -Si intentas irte, él te matará. Siempre las mata...

-¿Usted es feliz aquí?

Negó con la cabeza repetidamente.

Comenzó a caminar hacia la puerta. La seguí.

-Por favor, ayúdeme...

Ella sólo se marchó dejándome nuevamente sola en la habitación.

Me acosté en la cama acurrucándome.

Or what?©[fanfic Justin Bieber]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora