Or what?©[fanfic Justin Bieber]

Capítulo 12

El sol que atravesaba la carpa hizo despertarme de mi incómodo sueño. No dormí nada anoche. Abrí mis ojos sin olvidar lo sucedido y me alejé lo más que pude de Cold que aún estaba en un profundo sueño. Salí rápidamente de la carpa, estaban todos almorzando como siempre. El sol pegaba fuerte y estaba asada ahí adentro. Pase mis manos por mi cara. Ahora me hacía falta un baño para vaciar toda esta mala vibra. Fui a buscar mi bolso y me comí unas galletas. Me acerqué a los chicos, donde se encontraba Mike, otro amigo de infancia.

-Hey-Hablé

-Hola -Mike estaba comiendo mirando a otro lado pero cuando su mirada llegó hacia mi, su expresión cambió. -Hey ¿Que te sucedió?

Fruncí el ceño sin entender.

El se levantó y avanzo unos pasos para estar frente ami.

-¿Has estado llorando preciosa? -Habló con suavidad y preocupación. Mientras acariciaba mi mejilla. El siempre fue bueno conmigo, él era uno de mis confidentes cuando necesitaba a alguien. También con él hacia la mayoría de mis estupideces.

Recordé cuanto había llorado anoche. Mi cara debe estar de el asco.

-Um, no. -Hablé alejándome de él. -Ire a la playa, nos vemos. -le envié una sonrisa la cuál me respondió desentendido. Ignoré eso. Luego recordé a Marcus.

-¡Hey! Espera -Hablé girándome para encararlo nuevamente.

-¿Si?

-¿Sabes donde esta Marcus?

-Aún esta en la carpa, no se ha levantado desde que

-Ok -lo interrumpí sintiéndome como la mierda. Sabía que era mi culpa. -¿Y Tyler?

-Fue a comprar muchas cosas, hoy es el último día. -Movió sus cejas de forma divertida. Reí un poco pero sin ganas.

-Genial, adiós!

-Nos vemos. -Me di la vuelta para ir a buscar mi bolso.

Lavé mis dientes y saqué mi traje de baño, un bikini negro, un paño, también una toalla, mis lentes de sol y un pequeño bloqueador solar. Fui a un lugar donde me aseguré que no hubiera nadie y comencé a cambiarme.

Comencé a caminar a la playa, estaba como nunca, lleno de chicas de el campamento. Gruñí. No me caían bien. Mis pies dieron pasos profundizados por la arena caliente hasta que llegué a un lugar cómodo donde me permitía ver como el hermoso mar caía encima de las chicas haciendo que estas dieran vueltas como muñecas de trapo hasta que sus rostros llegasen a la arena. Parecían ridículas con lentes de sol en el agua. Sonreí divertida.

Me instalé con la toalla en la arena y me acosté en ella, quede unos minutos tostando mi piel hasta que el calor era insoportable. Me levaté y comencé a caminar a el agua no muy cerca de las chicas. Aun que la distancia no fue suficiente para escuchar los murmullos.

-Mira, ahí viene la marimacha. --Una voz chillona como el demonio susurró.

-Dicen que es lesbiana. -Habló otra.

-Que horrible.

Comenzaron a reírse como hienas. No les tomé importancia. El agua en mi cuerpo era placentero. Me iba acercando mas a el agua, aún mas profundo.

-Ojalá se ahogue. -Un murmullo invadió mi oído. El silencio de la naturaleza te hace escuchar bastantes cosas ¿eh? .

Cuando el agua estaba hasta mi cuello, me hundí disfrutando la frescura de el agua en mi rostro. Cerré los ojos mientras las ondas de el agua me movían de un lado hacia el otro. En este momento deseaba mantener la respiración durante un largo tiempo. Me gustaba estar ahí. Cuando ya no pude mantener más la respiración, salí. Pase mis manos por mi rostro sacando el agua que goteaba. Me sumergí una y otra vez. Floté cerrando los ojos. Dejé la posición en la que estaba y quise tocar el suelo cuando mis pies no sintieron tacto de ello. Pude darme cuenta que las chicas estaban mas lejos que antes, el mar me había alejado por completo...¿Y si eso debía hacer? ¿Y si dejo que la corriente me lleve? . Pensé. Sonreí al pensamiento. Claro que no. Comencé a nadar a la orilla donde se encontraban las niñas. Empecé a caminar fuera de el agua.

-Que lastima que la sal no le hizo nada a ese feo rostro. -Habló la chica que la primera noche estuvo en el regazo de Cold.

Esto era suficiente.

Camine donde ella.

-O te callas o te parto la boca, perra.-Hablé en su rotro.

Ella no dijo nada, sólo mantenía una estúpida cara de indignada. Fue inevitable empujarla con fuerza hacia atrás para que se tropezara con sus propios pies y su pelo se mojara. Chilló. Sonreí victoriosa y me giré hacia donde estaba mi toalla. Pude notar que había un grupo de chicos justo adelante de nosotras. Estaban mirándonos con atención. En uno de ellos estaba Cold sin polera sonriendo. Quité la mirada de él rápidamente pero no me quité tan fácilmente su torso desnudo de mi mente. Era malditamente sexy. Admito que me dio miedo al verlo. Después de lo que sucedió anoche, ya no quería acercarme a él.

Caminé ignorando el grupo de chicos con sus miradas clavadas en mi trasero y fui a mi toalla que se encontraba alejada de todo. Me acosté en ella boca arriba y puse mis lentes de sol. Cerré los ojos y cubrí mi cuello con un paño. Algo oscureció mi vista. Abrí los ojos y ahí se encontraba. Cold parado tapándome el sol. Me senté bruscamente. Él se sentó a mi lado sonriendo.

-Hey. -Habló acercándose ami. De inmediato me alejé.No respondí.
-¿Que ocurre? -Me preguntó el muy descarado.

Saqué mis lentes y lo miré a los ojos que tenía pegados a la arena.

-¿Enserio no lo recuerdas? -Pregunté incrédula. El enojo en mis palabras era evidente.

-No. -Frunció el ceño. Elevó la vista encontrándose con mi mirada desgastada. Una expresión de preocupación se posó en su rostro-¿P-por que tienes los ojos rojos? ¿has estado llorando cariño? -Acercó su mano a mi rostro pero se la arrebaté de enseguida.

-Entonces tienes que hacer memoria por que no te diré lo horrible que hiciste anoche. -Hablé duro y me paré rápidamente sacando la toalla caminando fuera de ahí.

-Hey hey ¡no! ¡Espera! -Me siguió mientras caminaba. -¿De que demonios hablas? -Me bloqueó el paso.

-Pregúntaselo a Marcus. -Hablé irónicamente.Seguí caminando ignorándolo.

-¿Q-que? No me hagas esto,te quiero Elizabeth.

Sonreí sin ganas.

Pare en seco para mirarlo al rostro.- No quiero que me vuelvas a hablar nunca más. Desde ahora no te conozco. Hazme un favor y aléjate de mi. -Hablé dolida.

Me giré caminando hacia el campamento mientras las lágrimas comenzaban a brotar de mis ojos.

Esas palabras me dolieron tanto como a él.