Un poco aturdida, comencé a caminar a el baño. Si no fuese por que me dijo que saldré de aquí, ni siquiera le hubiera hecho caso.
Me despoje de mis prendas con cuidado y me entré en la ducha. El agua cayó sobre mi cuerpo. Una esperanza de salir de este infierno logró poder sacarme una sonrisa. Pero se borró de inmediato al recordar todo lo que ese hombre había hecho conmigo.
Luego de bañarme salí de la ducha envolviendo mi cuerpo con la toalla entrando a la habitación. Suspiré.
Tomé la ropa en mis manos. Era un pantalón negro y una polera negra acompañado de unos lindos tacos.
Me vestí. Gruñí cuando me pasé a llevar mi brazo roto. Los primeros días estaba muy hinchado pero ahora eso había disminuído y un poco morado, dolía como el infierno.
Después de un rato. Llegaron a arreglarme. Cada vez necesitaba mas maquillaje gracias a las marcas que me dejaba él.
Comencé a abrir la puerta para salir, estaba lleno de hombres por todos lados asi que no podía escapar, lo aprendí cuando mi brazo se llegó a romper por las patadas que me propinó esa noche.
Estaba caminando por el pasillo cuando James salió de una puerta a mi lado y yo apresuré el paso.
-Elizabeth. -Habló en voz alta.
Paré en seco. Escuchaba cómo sus pasos cada vez se acercaban mas ami. Tragué saliva al sentir su respiración al lado de mi oído.
-Necesito hacer algo antes de liberarte.
-¿D-de verdad me dejarás libre?
El sonrió. -Sí.
Un alivio me invadió pero aún así no le creo del todo.
Asentí. -Ahora, ven conmigo. -Tomó mi mano guiándome hacia el primer piso. Estaba lleno de personas.
Mis ojos se dirigieron a una persona, estaba hablando con hombres mientras tenía una copa de vino en su mano. Era Cold.
-Esperame aquí. -Habló y yo asentí sin despegar la mirada de Cold. No sentía nada mas que odio por él. Sus ojos se posaron en mi, su expresión cayo. Me miraba incrédulo. Comenzó a caminar a paso rápido hacia ami. Cuando reaccioné me giré caminando lejos de él.
-¡Eli! -Escuché su grito un poco opacado por la música y las voces de los demás. Me escabullí entre la multitud para que no me encontrara, miré para atrás y ya no estaba. Cuando miré hacia delante choqué contra un pecho, supe de inmediato de quién era.
-¿Que sucede? -Preguntó James.
-Nada. -Dije agitada.
Tomó mi mano y me llevó lejos de las personas entrando a una habitación.
Era demasiado enorme la habitación, estaba decorada con cuadros familiares, también era blanca, había una cama en el centro y en frente había una chimenea encendida. Era un calor cómodo, hogareño. Todo lo opuesto a lo que realmente era.
Cerró con llave dejándonos solos en la habitación. Fruncí el ceño.
-Dame mi último beso. -Habló tomándome de la cintura.
-¿Juras que me dejarás?
Él asintió. Acerqué mi cara la suya deseándo que todo terminara rápido.
Un movimiento brusco y él me tenía agarrada de ambas manos de espalda. Las comenzo a atar con algo que me impidio moverlas.
-¿Que haces? -Hablé tratándo de safarme de él. No respondió y me llevó a una silla. Me sentó pero me paré de inmediato.
-¡QUE TE SIENTES! -ordenó empujándome con fuerza a la silla. Cerré los ojos quejándome.
Me ató a la silla. No entendía nada.
Se acercó a la chimenea y sacó un fierro delgado de metal que estaba sumergido en el fuego.
Juré que mi corazón paró de latir cuando vi eso. Las letras JW estaban en el final de el metal, ahora, naranjos por el fuego.
Mis ojos se abrieron de el susto y comencé a gritar.
-¡NO!
-Deben saber que fuiste mia. -Habló acercando el metal a mi pecho.
Yo desesperada por salir de ahí, comencé a moverme. El metal termino imprecnado abajo de mi clavícula. Casi llegando a mi pecho derecho.Sentía como mi piel hervía bajo el caliente metal.
Grité tan fuerte que estoy segura que toda la fiesta me escuchó. Nunca había sentido un dolor tan grande. Las lágrimas corrieron descontroladas por mis mejillas. Presionaba las letras con fuerza contra mi piel. El dolor físico era horrible, pero el psicológico era peor, él quería que lo recordara, que cada vez que viera mi cuerpo, me acordara de él.
El comenzó a reír. El fierro cayó a el suelo.
-¡POR QUE NO ME MATAS Y YA! -Hablé en un grito.
-Por que no soy tan egoísta contigo, alguien mas tiene derecho a probar tu exquisito cuerpo. -Habló lamiéndose los labios.
Ahí fue cuando todo encajó. Él quería venderme a otro sucio hombre. Esto nunca terminaría. Como fui tan ingenua pensando que él me dejaría así de fácil.No quiero pensar cuantos hombres marcarán mi cuerpo.
Llorar, llorar y llorar. Cerré los ojos sollozando. Me faltaba aire, cada vez sentía que me destruían mas. Mi pecho subía y bajaba bruscamente. Él me soltó las cuerdas y caí a el suelo de rodillas.
Él abrió la puerta y antes de salir volvió a hablar.
-No llores cariño, tu visita no tardará en llegar.
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Or what?©[fanfic Justin Bieber]
FanfictionEl padre de Elizabeth Cox, un jefe de la PDI el cual tiene que arrestar a los narcotraficantes mas grandes de el país. Le pide ayuda a su hija, arriesgándola a todo tipo de cosas peligrosas sólo por su trabajo. Elizabeth, una chica arriesgada, dispu...