Or what?©[fanfic Justin Bieber]

veinte

Luego de ese día dejé de estar a la defensiva, comencé a hacer las actividades de los terapeutas y tomar mis pastillas.

Aveces tú misma eres la que te impide cerrar los capítulos de tu vida. Cold era uno y yo misma lo volvía a leer para poder revivir algo que ya había pasado y no volvería. Admito muy dentro de mi lo extrañaba, admito que también lo odiaba por aparecer en mis alucinaciones y no en mi vida. Admito que todo fue producto de mi imaginación.

Entré a mi aula y contemplé mi ropa tendida en la cama. La ropa que llevaba el día en el que me encerraron aquí, era mi ropa de trabajo. Tragué saliva y me acerqué a esta. La tomé y abracé disfrutando de su olor.

-Hoy te vas. -Habló Peter a mis espaldas. Me giré para encararlo y por primera vez sonreí de verdad.

-¿Estás hablando en serio?

-Sí. -Respondió curvando sus labios.

Corrí hasta él y lo envolví con mis brazos en un intento de abrazo que correspondió de manera incómoda al rato. Pero no me importaba si lo hubiese hecho o no, necesitaba abrazar a alguien en estos momentos. Las lágrimas no tardaron en llegar, sentí su mano acariciar mi cabeza.

-Shh...tranquila. Vamos, debes irte.

Asentí. Caminé hasta el baño y deslicé la ropa por mi cuerpo. Todo me quedaba un poco mas suelto ya que he adelgazado bastante. Finalmente coloqué mis tacos y me dirigí al pasillo.

El sonido de mis tacos sonando contra el suelo eran música para mis oídos en este momento.

Dylan se encontraba en la sala de espera, elevó su vista y sonrió. Curvé mis labios suspirando. Se acercó ami para darme un corto abrazo y intentó darme un beso en los labios pero yo le corrí la cara. No me nacía besarlo, ahora no.

Confuso tomó de mi mano y me llevó hasta el auto, a las afueras del Hospital. El viento golpeó mi piel y una sensación eléctrica recorrió por toda mi columna.

-Vuelvo de inmediato. -Informó. Asentí sin protestar y respiré el olor del exterior llenándome de alivio.

Era una sensación extraña. Ese tiempo ahí se sintió como una eternidad, miré mi rostro en el espejo retrovisor por primera vez después de tanto tiempo y la realidad me golpeó.

Mi piel estaba extremadamente pálida, mi cara se veía huesuda y tenía unas ojeras gigantes bajo mis ojos.

Desvié la mirada de la horrible imagen y apoyé mi cabeza en la ventana reteniendo las lágrimas.

No quiero saber nada de nadie, sólo quiero llegar a mi casa y dormir tranquila en mi cómoda cama.

Escuché a Dylan entrar al auto sintiéndo su mano tomar la mia para acariciarla.

-Tranquila...

-Sólo llevame a casa por favor. -Balbuceé quitando su mano de la mia.

Había pasado tantos días sola que ya me acostumbré a no sentir.

El viaje fue silencioso, no podía parar de pensar en que voy a hacer después de todo esto. Mi mirada se mantenía fija en mis manos.

Arrastré mis pies dentro de la casa y cerré los ojos envolviéndome con el aroma hogareño. Seguí hasta mi habitación y observé unas maletas en el suelo, no les dí importancia. Me dirigí hasta mi clóset, todo seguía igual como lo había dejado. Tomé mi pijama y fui a el baño, Dylan me observaba sin hablar.

Después de una ducha me sequé y deslicé el pijama por mi cuerpo. Al llegar a la habitación note que las maletas ya no estaban.

Abrí las tapas y me introduje bajo ellas cerrando los ojos con tranquilidad después de todos estos días.