Capítulo 35

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-Gracias. -Agradecí a Dylan quién se ofreció a traerme.

-Hey. -Interrumpió tomándo mi mano lentamente antes de que pudiera salir de el auto.

-¿Si?

-¿Puedes darme tu número? -Preguntó con cierto arrepentimiento. Asentí sin protestar. Después de todo, él fue muy amable conmigo.

Recordé sus palabras en el ascensor.

"No revivirás el cadáver si lo sacas de su tumba"

Él tenía razón. Lo de Becca con Cold fue cuando yo no tenía ninguna relación con él y no me sirve de nada seguir pensando en eso. Sólo me daña. Lo hecho hecho está y la mentira no se borrará, sólo tengo que avanzar. Creo que me sirvió todo esto.

Arrastré mis pies dentro del departamento sin molestarme en prender las luces, sólo quería dormir. Fui a mi habitación invadida por la oscuridad puse las manos frente ami guiándome por lo que tocaba. Saqué mi polera cuello de tortuga, si, ahora ocupaba cosas muy anticuadas para que me taparan todo lo que era mi cuerpo magullado, además que la quemadura sigue ahí recordándome su nombre cada día.

Saqué todas mis prendas quedando sólo en brasier y bragas. Me acosté metiéndome entre las sábanas, sola, como en los viejos tiempos.

(...)

James apuntaba en mis narices. Tenía la mano en el gatillo.

-¿Viste lo que haces? Te dije que no me desobedecieras.

-Eres un puerco. -Solté. La pistola impactó contra mi cara aturdiéndome un poco. Llevé mi mano a el lugar afectado.

-Nunca me olvidarás. Siempre seré tu dueño quieras o no. Cada día que veas tu precioso cuerpo desnudo en el baño, leerás mis letras imprecnadas en tu piel por siempre. No eres nadie Elizabeth. Eres de mis pertenencias, por que estoy marcado en tu piel.

Tragué saliva dejándome caer en el piso, las lágrimas mojaron mis mejillas. Tapé mi cara con mis manos mojándolas por completo. No tenía el yeso. Nunca me había sentido tan humillada que por este hombre.

Era mi pesadilla, literalmente lo era.

Mis manos comenzaron a ser tocadas con delicadeza tratándo de separarlas, yo lo impedía negando con mi cabeza.

Una mano sacó la mia de mi cara dejándome ver la cara de Cold preocupado.

-Tranquila, estoy aquí. -Susurró en medio de la oscuridad. Apenas podía ver su rostro, pero sabía que era él y agradecía que estuviera aquí. Me senté pasando mi mano por mis mejillas ahora húmedas por el sueño.

Los brazos de Cold me envolvieron de forma protectora.

-¿C-cuándo llegaste? -pregunté con la voz en un hilo.

-Acabo de llegar, estabas llorando cuando lo hice. -Dijo acariciando mi rostro.

Yo le había dado la llave del departamento por si sucedía algo.

Me alejé con poco de él respirando mas normal. Tomé mi celular y miré la hora, cinco con cincuenta y cinco minutos de la mañana.

-¿Por que llegaste a esta hora? -Cuestioné extrañada.

Se mantuvo en silencio un momento. -Tuve que hacer unas cosas.

-¿A esta hora?

-Acercate. -Dijo jalándome hacia él.

-Pero

-Sólo hazlo. -Ordenó y yo me acosté en su pecho mientras sus brazos me aferraban a él.

Después de eso sólo fue silencio absoluto, el sueño me volvió a consumir.

Pestañeé tratando de acostumbrarme a la luz. Cold no estaba a mi lado. ¿Todo fue un sueño? Me senté somñolienta frotando mi ojo. Mi brazo con yeso estuvo toda la noche en mi costilla y ahora duele.

-Buenos días. -Entró Cold en calzoncillos desde el baño. Sonreí por incercia y luego bajé mi mirada hacia su torso desnudo, sólo llevaba calzoncillos. -Lindo brasier. -Sonrió guiñándome un ojo. Abrí mis ojos tapándome con las sábanas, había olvidado completamente que estaba sólo en ropa interior.

-Eres hermosa, ¿Por qué te tapas? -Habló su voz mas ronca de lo normal.

Un calor subió por mis mejillas.

Él se acercó a mi lentamente poniéndo su mano en mi mejilla. -Eres perfecta. -Susurró en mis labios y me hundí en ellos.

Su lengua entraba y salía por mi boca acariciando mis labios de manera delicada pero intensa. Relajé mi mano y las sábanas cayeron de estas dejándo mi torso descubierto.
Todo se puso mas intenso, ahora estaba encima mio mordiéndo mi labio ganándose un jadeo de mi parte.
De pronto su mano comenzó a bajar por mi cuello rosando la quemadura. Ahí fue cuando todo esto me comenzó a recordar a James. Por su puesto estas caricias eran todo lo contrario a él pero me estaba tocando, disfrutando de mi cuerpo, apropiándose de el. Abrí mis ojos desconsertandome completamente. Lo alejé de repente. Me miro confuso.

-L-lo siento, no puedo. -Dije cubriéndome con las sábanas como un animal a punto de ser atacado. Estaba temblando.

Él se acercó ami y tomó mi mano.

-No hay problema, nunca te voy a obligar a nada que no quieras. -Habló y le dio un pequeño beso a mi mano.-Yo nunca te voy a hacer daño ¿Si? Yo no soy él.

Asentí y una lágrima se deslizó por mi mejilla.

-Ven aquí pequeña. -Dijo atrayéndome hacia él.

Él me conocía, sabía que detrás de esta ruda y rebelde chica, había una persona rota que necesitaba de su amor.

No quiero perderlo por este estúpido trauma. No quiero perderlo por la culpa de otra persona que me rompió, ahora él estaba tomando cada pedazo para unirlos.

Ahora no me importaba si estaba en ropa interior, sólo quería que él me conteniera y nunca salir de sus brazos. Ambos estábamos en ropa interior pero lo que sentía en este momento era todo menos sexual.

-¿Quieres salir un rato? -Preguntó en mi oído causando que me estremeciera.

Asentí curvando mis labios secándo mis lágrimas.

-¿Que quieres hacer?

-Tengo una idea.

Le expliqué un pasatiempo que tenía con mis amigos y el aceptó, le pareció una idea muy graciosa, ambos terminamos riéndonos cuando le conté algunas anécdotas sobre eso.

(...)

-¡Estoy lista! -Grité poniéndome mi pañuelo en el cuello.

Caminé a el linving donde se encontraba Cold con sus piernas cruzadas, vestía una polera blanca, pantalones negros y lentes del mismo color. Se veía malditamente sexy.

-¿Llevas el mata moscas? -Preguntó levantándose.

-Claro que sí. -Sonreí dirigiéndome a la puerta.

Será una tarde divertida.

Or what?©[fanfic Justin Bieber]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora