》cuatro

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Sus ojos se mantenían en mi, ya no expresaban lujuria ni atrevimiento si no miedo y confusión. Ese azulado que lo volvía loco años atrás impregnado en los ojos de una mujer tan traicionera.

Su cabello ahora estaba un poco mas corto, sus labios rojos resaltaban de su piel pálida teñidos en el centro de negro, a de ser por el alcohol. Sus rasgos ahora se ven mas maduros haciéndola más sexy aún. Ese vestido apretado le sienta perfecto para poder observar que sigue manteniéndose como hace cinco años. Sus pechos están mas desarrollados ¿Se los habrá operado? Pensó Cold sin quitarle la mirada de la confundida muchacha empapada.

Una sonrisa perversa se posó en los labios de él. Una sonrisa no muy amistosa a decir verdad, Elizabeth lo percibió de inmediato, podía ver su boca entre abierta mientras su labio temblaba levemente y su sonrisa se expandió al sentir el efecto que causaba en ella.

Dio un paso acercándose a su presa, luego dos, y tres.

Ella tragó saliva sin quitarle la mirada, no podía creer que era él. Había cambiado, su cuerpo estaba más fornido y musculoso, sus facciones mucho mas marcadas que antes.

Sentía la necesidad de correr lejos de él pero también quedarse y escuchar su voz después de tanto tiempo...explicarle todo.

Pero cuando él estaba a unos pocos pasos de llegar hasta a ella, ella pudo observar sus ojos con mas claridad por la luz ya que en la zona de baile era muy oscura. Su mirada era intensa, intimidante y podría decir hasta perturbadora. El miedo la invadió por completo convenciéndose así misma de que el hombre que estaba frente a ella no era del que se enamoró.

Girando sobre sus tacones de manera repentina y torpe ella comenzó a correr hacia los guardias mas cercano.

-¡Hey, guardias! ¡Ayuda! -Gritó llegando al lado de los grandes hombres.

Los hombres se acercaron a la agitada chica, temblaba y respiraba con dificultad.

-¿Que sucede chica? -Cuestionó el hombre más grande poniendo una mano en su hombro, a la vista medía aproximadamente casi dos metros.

-¡Él! ¡Me está siguiendo! ¡Me quiere hacer daño! -Gritó desesperada apuntando a sus espaldas, pero su mirada se mantenía en ellos.
A pesar de que la música sonaba con intensidad por todo el establecimiento, sus gritos eran lo suficientemente fuerte.

-¿Quién? -Habló alertando al de su lado.

Ella se giró buscando con la mirada.

-¿Q-que? -Dijo casi en un susurro girándose. No estaba. El lugar estaba plagado de personas bailando pero no había rastro de él. Perpleja por lo sucedido, comenzó a cuestionarse si realmente lo vio.

Los hombres fruncieron el ceño. -Creo que ha bebido mucho señorita.

Ella abrió la boca para decir algo pero luego la cerró.

Los guardias perdieron la atención en ella volviendo a su lugar.

Comenzó a caminar frotando su brazo derecho con su otra mano, después de atravesar la pista de baile atenta a todo lo que pasaba a su alrededor.

-¡Eli! ¡Felicidades por tu embarazo! -Sintió una voz conocida, quizás un amigo pero ella no le prestó atención, sólo asintió curvando sus labios sin tomarle importancia ya que su cabeza ahora estaba dando vueltas. ¿Habrá sido todo el efecto del alcohol?

Cuando llegó a la piscina se sentó en una silla junto a una mesa llenísima de botellas. Brooke la miró curiosa desde el otro extremo de la piscina mientras hablaba con unas amigas. Al verla así se acerco a su amiga que ahora mantenía su cabeza agacha con ambas manos soteniéndola.

-¿Eli? ¿Estás bien?

Elizabeth lentamente fue levantando su cabeza para observar a su amiga.

-Brooke, necesito que me lleves a casa.

Ella asintió sin protestar tomando a su amiga como pudo la sacó del hotel para luego encaminarla a su casa.

-E-era él amiga. -Susurró Elizabeth a la nada. Brooke le estaba sacando los tacos para poder acostarla en su cama.

-¿Él? -Cuestionó su amiga sin prestarle mucha atención, es decir, estaba borracha y los borrachos hablan muchas cosas sin sentido.

-Cold. -Murmuró con un nudo en la garganta.

Brooke paró en seco al escuchar su nombre. -Elizabeth no juegues

-N-no lo hago -Interrumpió sentándose.

-¿Sabes que? Duérmete, mañana hablaremos. -Respondió tapándola con una manta convencida de que su amiga no estaba para nada con sus cinco sentidos. Además, Cold estaba en la cárcel o a menos de que haya escapado. Reconsideró ella sentándose un momento junto a su amiga ahora durmiendo. No, imposible. Pensó descartando la idea.

Estaba demasiado segura que todo fue producto de la imaginación de su amiga.

Demasiado equivocada diría yo.

Or what?©[fanfic Justin Bieber]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora