Capitulo 6 Pablo

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No quise levantarme ni para ir a la discográfica.
Al despertarme Sofía ya se había ido. Dejo una nota sobre la mesa de luz que hizo que me sintiera aun peor…
“hasta la próxima”

Ella sabía que iba a ver un próximo encuentro y yo en el fondo también.

Sofía se convirtió en una especie de droga, y yo era un puto yonki.
La necesitaba aun sabiendo que estaba mal, según la psicóloga era un aspecto de alguien que fue adicto.
Después de nuestros encuentros no me sentía mejor, si no todo lo contrario, pasaba a ser una especie de alma en pena.

Cerca del mediodía tome la decisión de ir al cementerio. Habían pasado un par de meses de la última vez que fui.
Cuando regrese me sentía un poco mejor. El peso que sentía en el pecho se alivio un poco.

Al salir del ascensor  de repente me acorde de Laura ¿Habría escuchado algo? Que pregunta mas estúpida era obvio que había escuchado, si las paredes eran tan finas que se escuchaba el respirar del otro.
Seguro no iba a querer verme ni en figuritas.

Entre al departamento e hice silencio, quería saber si se encontraba en su casa.
No escuche nada, era un silencio de misa lo que provenía de al lado. Quizá se había ido a trabajar o decidió dejar el PH de mierda.
Como seguía sin ganas de hacer nada, me acosté en la cama para dormir un par de horas más.

Me despertó la música de mi vecina.
Si el oído no me falla, estaba sonando Marc Anthony.
La escuche “cantar” , si es que se puede llamar así a ladrar a todo pulmón.

—< ¿A quién quiero mentirle? Porque quiero fingir que te olvide… ¿por queeee?

¡oh por Dios!

Preferiría escucharla teniendo sexo   que escucharla cantar. Le sacaría más provecho,  hasta creo que me haría una paja pensando en ella.

Salí al mini balcón a fumar  y ver si así lograba verla para  pedirle que deje de torturarme, que aprendí la lección, que la próxima vez iría a un hotel.

Pero al salir la veo sentada en el suelo de su balcón con un cuaderno en su regazo y una tijera en su mano. Estaba recortando sus hojas mientras continuaba cantando

— Trato de convencerme, que estas en el pasado y de mi alma y la mente te borre— sorbió por la nariz.

— Creo que Marc Anthony adoraría esa versión de su tema— levanto la mirada y se seco las lágrimas— sentimiento es lo que le sobra ¿no?

— ¿Qué sabrás vos de sentimientos?— trato de ponerse de pie, pero resbalo a causa de las hojas que dejo en el suelo— ¡Mierda!

Quise reírme pero ver que a ella no le había causado demasiada gracia hizo que no lo hiciera

— Se mucho sobre sentimientos, o al menos creo saberlo— me miro fijamente— soy como Cupido pero más fachero.

— Si sos una especie de Cupido podes irte a la mierda

— Ok, no me esperaba eso— tire la colilla en la maseta que me servía de cenicero— ¿la culpa de que estés así es de Cupido?

— Si y no— se levanto y se apoyo en la barandilla

— No piensas tirarte ¿no?— sonrió— la caída no te mataría pero si sería muy dolorosa

— No soy tan estúpida sabes

— Si se nota… ¿puedo saber por qué llorabas?

— Vi a mi ex con otra— se sorprendió al confesármelo— lo siento— se disculpó— no tenes porque escuchar mí triste historia

Mi vecino...Mi Cupido  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora