Mi vecino...Mi Cupido

Capitulo 10 Pablo

La cara de pánico de Laura causaba gracia y ternura a la vez.
Estoy seguro que si pudiera hubiera salido corriendo justo en el momento en el que Beth tapó con una toalla el espejo en el que se reflejaba.

Se giro en dos ocasiones para verme; y yo le sonreía tratando de infundirle valor. Como cuando subimos al ascensor. Sentir el miedo que eso le causaba  y aun  así decidió entrar para demostrarme que sí podía, fue algo hermoso.

Creo que Laura va a ser atrevida una vez en la vida, solo para demostrarme que no es la mujer aburrida que yo creo.

En realidad no la veía así, precavida…seguro. Pero aburrida jamás lo diría. Es graciosa sin querer serlo. Dentro de su seriedad esta su chispa.

Tome una revista y me acomode en los sillones de espera. Esto iba a tardar…, si es que Beth hacia todo lo que quería hacer con Laura.

Encontré entre las montañas de revistas manoseadas un ejemplar de hace dos meses de <La Púa>, una revista dedicada al rock nacional.
Da la casualidad que era la edición en la que salía una mini entrevista mía. Donde se hablaba de la discográfica y mi trabajo como compositor.

Se leía de titular  <Pablo Humilde, el compositor más joven de la Argentina, que promete llegar lejos>.

Leía tan concentrado la entrevista que no me di cuenta que Laura se sentó a mi lado hasta que hablo

—¿Eres famoso?— asomo la cabecita sobre mi hombro para mirar más de cerca la revista

—Muy famoso querida y millonario. Solo vivo en ese PH por puro placer— sonrió y me arrebato la revista.

Comenzó a  leer sin siquiera mirarme ni un instaste. Aproveche y saque mi celular, y nos tome una foto. Verla con la capa puesta y el gorro me causaba gracia, debía tener inmortalizado ese momento.

—¿Qué haces Pablo Humilde?— cuestiono con cara de enfadada

—Sonríe— dije y tome una nueva selfie

—No se te ocurra subir esa foto— amenazo

—Acá en la peluquería con Laura— fingía que escribía y ella arrollo la revista y me pego en la cabeza con ella— auch ¡eso dolió!— me refregué — ¡bruta!

—Vos sos un mal amigo. No puedes subir una foto así

—¿yo?— hice un gesto absurdo solo para verla sonreír. Me encantaba su sonrisa.

—Si vos y  espero que lo que hayan elegido para mí cambio de look no sea nada brusco

Mire hacia todos lados buscando a Beth, necesitaba apoyo moral.

El cambio era bastante notorio, pero en mi defensa no era nada que a ella no vaya a quedarle bien.

¡Qué joder!

¡Es preciosa…cualquier cosa le quedaría bien!

—Tu silencio me tranquiliza— apoyo la revista sobre sus piernas, miro a su alrededor y al no ver a nadie cerca, hizo lo que tenía en mente; arranco las dos hojas de la entrevista — para leerla después— y se guardo las hojas en el bolsillo del jeans

—Eso es ilegal

—Ilegal es que yo esté en una peluquería sin saber que están haciendo en mi pelo. Y vos— me señalo con el dedo— no te cortes esos pelos largos que llevas con orgullo

—¿Por qué queres que me corte el pelo? ¿no me queda lindo el pelo así?

—No, pareces un cavernícola