Epilogo Pablo

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Tener a Laura cerca de mi ayudo a que no me volviera loco, sentía que a pesar de todo no estaba solo, que si ella estaba a mi lado podía mirar con claridad lo que yo veía con total oscuridad.
Era mi faro entre las tinieblas.
Ivo Morales, el tipo que miraba a mi Laura con hambre me ayudo muchísimo…
Él mismo se encargo de conseguirnos boletos para viajar. Tenía conocidos dentro de la aerolínea con los cuales hablo y no se negaron a ayudarlo.
Cuando vino a decirnos que podíamos viajar Laura salto sobre él abrazándolo. Casi me morí de los celos al verla caer en sus brazos pero me controle porque sabía lo que odiaba ese tipo de escenas

— Gracias Ivo, muchas gracias es muy importante lo que hiciste para nosotros…, Para Pablo lo es aún más— me miro y me sonrió con tristeza

— Lo sé preciosa— se acerco hasta mi con cautela y me extendió la mano— lo siento mucho— asentí— me hubiera gustado conocerte en otras circunstancias— ambos nos estrechamos las manos

— Gracias por lo que hiciste

— No hay de que— miro a Laura que se había acercado hasta nosotros, colocándose a mi lado. Busco mi mano y la tomo entre la de ella. Me encanto ese gesto de su parte. Baje la mirada para ver nuestras manos entrelazadas y sonreí

— Bueno los dejo tienen que juntar sus pertenencia. Si necesitan que los lleve solo díganme

— Ivo, sé que no fui la mejor profesional— comenzó diciendo Laura— y sé que estas en todo tu derecho de renunciar a ese contrato. Pero si me das una oportunidad juro que no te vas a arrepentir

— No lo hare. Confió en alguien que habla con tanta pasión de su trabajo— se acerco y nos estrechó las manos a ambos— nos vemos en unas semanas Laura.

Y así fue que después de que él se fuera, fuimos hasta la habitación que ocupaba Laura y juntamos sus pertenencias en sumo silencio. Yo no tenía ganas de hablar y ella tampoco lo intento. Creo que entendía que necesitaba este tiempo en silencio, pesar en todo lo que me esperaba al llegar, y todo lo que no me esperaría también…, como mi madre. Limpie las lagrimas que me corrían solo con imaginar que ayer fue el ultimo día que la vi.
Pensar que sin ella, sin sus consejos y sin sus amenazas no estaría en este momento con la mujer que amaba.
Aunque no podía disfrutarla del todo ahora…, pero lo haría. De eso estaba totalmente seguro. Tendríamos muchos días por delante para recompensarla por todo.

*****

Llegamos a Buenos Aires después de un viaje que me pareció eterno. La ansiedad, la angustia, el miedo todos esos sentimientos me acompañaron durante esas largas horas de viaje pero increíblemente cuando sentía que estaba a punto de caer Laura me tomaba fuerte de la mano y me susurraba

— Estará todo bien cariño. Te lo juro— y besaba mis labios

Yo solo asentía  porque sabía que ella tenía razón…, siempre la tiene.


Entramos a nuestro edificio y fuimos directo a mi departamento desde allí llame a Julián avisándole que ya estaba aquí y preguntándole que es lo que haríamos. Me explico que la última voluntad de Brida  era que no se la velara. Quería ser cremada y que sus cenizas fueran esparcidas  en un lugar donde la naturaleza la rodeara.
Le comente que tenía el lugar ideal y quedamos en vernos allí.

****

A la hora nos encontramos frente al Jardín Japonés. Nos abrazamos en cuanto nos vimos y lloramos a la mujer que habíamos perdido.
Laura nos observaba a ambos en silencio y abrasándose a sí misma.  Cuando Julián se tranquilizo se la presente y él con un brillo especial en sus ojos le dio un beso y la abrazo

— Eres más hermosa de lo que Pablo nos comento.

— Gracias Julián y lo siento mucho. Siento conocerte en este momento tan duro para todos

— Brida decía que por algo pasan las cosas. ¿Y sabes qué?— ella negó— estaba feliz de saber que su hijo iba en busca de la mujer que amaba. Se hubieran llevado muy bien…,era maravillosa

— Estoy segura de que si.

Tadashi nos alumbro con una linterna indicándonos que ya podíamos pasar.
Caminamos en silencio y esquivando cámaras como ya era de costumbre hasta que llegamos al puente rojo que tantos recuerdos me traía.
Lau se soltó de  mi agarre y se alejo un poco dándonos intimidad.

— Brida amor mío, prometo cuidar de tu hijo. Te amo y vamos a volver a vernos. No ahora…, más adelante pero vamos a reencontrarnos nuevamente para volver a amarnos con locura. Porque como me dijiste una noche <estamos destinados a estar juntos>. Espero que te conviertas en mi ángel guardián como prometiste— dejo un beso sobre la caja de madera que llevaba en las manos

Mire hacia atrás donde estaba Laura y le silbe para que viniera  a mi lado.
La tome de la cintura. Tome aire y hable

— Mamá, me hiciste jurar  que la traería conmigo para que pudieras conocer a la mujer que robo mi corazón. No pudiste esperarme— trate de tragar el nudo que se me formo en la garganta y continúe— pero aquí la ves esta a mi lado. Ella es la mujer que siempre soñé. La mujer que voy a amar por el resto de mi vida porque ella es el amor mamá…

Le seque las lagrimas que corrían por sus mejillas y me di a la tarea de abrir la caja junto a Julián. Esparcimos   sus cenizas sobre el lago dejándola ir…

Fue un momento triste pero especial, muy significativo.

Después de un rato salimos los tres del lugar sabiendo que nada sería igual porque cada uno de nosotros estaría buscando un nuevo destino.

Julián se dedicaría a volver a dar clases según me comento. Siempre le apasiono hacerlo, solo lo pospuso por cuidar a Brida, pero como ya su misión termino volvería a buscar consuelo en eso que tanto le gustaba.

En cuanto a mí. Estaba seguro de que mi nuevo destino caminaba mi lado. Mi destino, mi hogar, mi mundo era, es y será siempre Laura.

Ella era mi amor de canción…

Era mi banda sonora, mi melodía, mi musa.

Éramos dos canciones totalmente distintas que se mezclaron con diferente ritmo hasta que se sincronizaron y se fundió  en una sola.
Éramos esa canción que a veces parece ser repetitiva pero cuando llega el estribillo y te eriza la piel sabes que vale la pena escucharla una y otra vez.
Jamás busque un amor de película siempre busque un amor de canción. Y Laura apareció en mi vida como esa canción que llega a tus oídos por casualidad pero se te mete tan hondo en tu interior que quieres escucharla por el resto de tu vida.

Me convertí en la fiera que ella hizo mascota. Porque el dragón se había enamorado de la princesa…

Mi vecino...Mi Cupido  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora