Buscando La Llave Hacia Tu Corazón

Capitulo 5 - Aléjate De Ella

Un Mes Después...

-Narra Dulce-

En cuanto termino de desayunar, y para evitar encontrarme con mi madre, decido salir a montar un rato... este último mes ha sido un infierno con ella y sobre todo con el estúpido cavernícola que mi papá contrató como veterinario.

Y para acabar de fastidiarme mi abuelo está fascinado con el estupidito, tanto que le ha encargado el cuidado de Gitana y por más que yo he hecho para que lo corran, nada ha servido. Llego hasta los establos y como no, lo primero que me encuentro es al estupidito revisando a Gitana, como me fastidia que toque a mi caballo.

Dulce: ¿le puedes quitar tus pezuñas de encima a mi caballo?

Se levanta y me mira sonriente, me fastidia que siempre esté así.

Chris: en primer lugar, las pezuñas las tienen los animales y que yo sepa aun no me salen cuatro patas por lo tanto sigo teniendo manos.

Dulce: óyeme estúpido a mi no me hables así.

Chris: mire señorita... si usted no me respeta a mí yo no tengo el porqué hacerlo y como llevo repitiéndole cada día desde que llegue, soy el veterinario de esta hacienda y mi trabajo es cuidar de todos los animales, en especial de este, fue un favor personal de su abuelo.

Dulce: me importa un comino lo que te haya pedido mi abuelo, deja a mi caballo de una vez.

Chris: no se preocupe... ya lo revise y está muy bien aunque le recomendaría no montarla hoy, se ve demasiado inquieta.

Dulce: tu a mí no me dices lo que tengo que hacer ¡quítate de mi camino de una vez!

Lo aparto de un empujón y me acerco a Gitana, la verdad es que se ve inquieta pero debe ser porque el troglodita este la estuvo manoseando, la acaricio intentando tranquilizarla y parece que lo consigo.

Dulce: tranquila... tranquila bonita que tu y yo vamos a alejarnos de aquí por un rato, se que no te agrada que el tipo este ande manoseándote todo el tiempo pero ya lo arreglaremos.

Lo miro de reojo y sonrío y aguanto las ganas de reír cuando con rabia y furioso patea un cubo de agua que había frente a él... eso quiero Uckercito, que te largues bien lejos de aquí.

-Narra Christopher-

Aguanto las ganas de gritarle todo lo que pienso de esta... ¡mujer! Porque no sé si ese nombre la defina correctamente, es tan insoportable que no sé ni cómo la sigo aguantando... bueno en realidad si lo sé, necesito el trabajo.

A pesar de mi recomendación de no hacerlo, veo como monta a Gitana y sale de los establos en dirección al campo de salto, aprovechando el rato libre decido acercarme al cercado, no sé ni siquiera porque pero siento algo raro que me impide odiarla, por más que intento hacerlo no puedo...

********: ¿monta muy bien cierto?

Miro hacia un lado y asiento a la pregunta del señor Saviñón, no puedo negarlo y es que es una de las mejores amazonas que he visto, si no es que la mejor.

Chris: sí, lo hace muy bien.

Bernardo: lo hace desde muy pequeña, siempre le gustaron los caballos y el campo, le apasiona.

Chris: con todo mi respeto Don Bernardo pero creí que la señorita odiaba vivir aquí, quiero decir que no parece una niña criada en el campo.

Bernardo: para nada hijo... solo que mi hija Blanca es muy exigente con ella, siempre la llevo a colegios muy estrictos y caros, según ella necesitaba disciplina.