-Narra Dulce-
Termino de recoger los platos del desayuno y veo a Marina regresar del baño, se queda parada frente a mí mirándome y me pone demasiado nerviosa.
Dulce: Marina ¿Qué haces ahí?
Marina: quielo vestilme.
Dulce: vístete entonces, tu ropa está en el cuarto.
Marina: ¿me ayudas?
Dulce: ¿y es que no sabes tu sola?
Marina: sí pelo... quielo que tu me ayudes.
Suspiro y me acerco a ella, me pongo a su altura y cuando me sonríe siento algo extraño en mi pecho, algo que no puedo describir.
Dulce: está bien, te voy a ayudar porque vamos a salir un momentito ¿de acuerdo?
Marina: ¿vamos a paseal?
Dulce: sí tenemos que ir a comprar unas cosas pero tienes que prometerme que me vas a obedecer en todo ¿si?
Marina: lo plometo tía Dul.
Levanta su mano en señal de promesa y eso me hace sonreír y de nuevo siento esa extraña sensación cuando me abraza.
Dulce: vamos a vestirnos.
Marina: ¿me calgas?
Dulce: ¿Qué dijimos Marina?
Marina: polfi tía Dul...
Pone sus manitas en forma de súplica y suspiro... no se porque no puedo negarme, me incorporo y la cargo, cuando la miro me sonríe y me da un tierno beso en la mejilla mientras me abraza.
Marina: te quielo tía Dul.
Camino con ella hasta mi cuarto y cuando termino de vestirla, me doy una ducha rápida, me visto y salimos hacia el centro comercial tomando un taxi, esa es otra... Chris se llevó el coche.
Caminamos por el centro comercial después de haber terminado de comprar las cosas que necesitaba, tomada de mi mano, Marina camina junto a mí... la miro y una sonrisa se dibuja en mi cara sin ni siquiera darme cuenta.
Dulce: Marina...
Marina: ¿Qué?
Dulce: ¿quieres tomar un helado?
Marina: ¿de veldad?
Veo su carita llena de ilusión y asiento poniéndome a su altura, de nuevo ese extraño sentimiento me inunda el pecho y su sonrisa es algo que me estremece, esta niña es demasiado especial.
Dulce: ¿entonces sí quieres?
Marina: sí.
Dulce: vamos por tu helado entonces.
Marina: ¡biennnn!
Da un salto aplaudiendo y no puedo evitar reírme con ella. Camina corriendo delante de mí aunque sin alejarse, cuando llegamos a la heladería se para frente al mostrador donde se encuentran los helados.
Xxx: buenas tardes ¿Qué les ofrezco?
Dulce: Marina ¿de que quieres tu helado?
Marina: ¿puedo elegil lo que yo quiela?
Dulce: pues... sí supongo que sí.
Marina: ¿hasta dos bolas enolmes?
Dulce: de acuerdo pero no le digas a tu madre ni a tu tío Christopher porque de seguro me van a regañar.
Marina: ¡plometido!
Dulce: ¿y entonces?
Marina: ¡quielo dos bolas enolmes de helado!
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Buscando La Llave Hacia Tu Corazón
أدب الهواةDulce Espinosa nació en una cuna de oro... siempre ha tenido todo lo que ha querido en la vida, la única hija del matrimonio de dos personas obligadas a estar juntas pero que poco a poco aprendieron a convivir. Pero a pesar del lujo y de las comodid...