Capitulo 62 - Abrázame

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-Narra Dulce-

Al oír sus palabras enseguida reacciono y me levanto de mi asiento, Victoria lo hace a mi lado pero yo sólo puedo mirarla sin poder articular palabra.

Blanca: ¿Qué pasa hijita? ¿no me vas a explicar como mataste también a tu bastardo?

Victoria: ¡cállese!

Blanca: tu no te metas niñita, mejor porque no te vas de mi casa ¿eh?

Victoria: porque no...

Dulce: Victoria no digas nada, mejor ve y después hablamos.

Victoria: no voy a dejar que...

Dulce: por favor Victoria.

La miro y ella aunque duda solamente asiente y me abraza fuerte.

Victoria: no te dejes de ella Dulce solo quiere hacerte daño, por favor no hagas caso de lo que te diga.

Me susurra al oído y yo solo puedo asentir, deshace el abrazo y dedicándole una mirada fulminante a mi madre sale de la casa.

Blanca: ¿Qué paso hija? ¿no me vas a decir como mataste a ese bastardo?

Dulce: en primer lugar mi hijo no era un bastardo, no hables así de él.

Blanca: ¿ah no? ¿es que sabías quién era el padre?

Dulce: ¡por supuesto que sí!

Blanca: claro de seguro el tipo ese con el que te casaste pero explícame cariño ¿también lo mataste como lo hiciste con mi hijo?

Dulce: ¡yo no lo maté! ¡no mate a mi hermano y tampoco lo hice con mi hijo!

Le grito sintiendo un profundo dolor en mi pecho, no puedo creer que me esté diciendo esto. Las lágrimas escapan sin control de mis ojos y sus palabras me hieren profundamente, ahora más que nunca antes.

Blanca: no me extrañaría que tú misma lo hubieses matado ¿Por qué sabes que?

Dulce: ¡cállate! ¡no quiero oírte mamá! ¡cállate!

Intento irme para no seguir escuchándola pero me toma por el brazo mirándome llena de odio y de rabia pero con una sonrisa en su rostro.

Blanca: me alegro... me alegro de que perdieras ese bastardo ¡así puedes sentir lo que yo sentí cuando mataste a mi hijo!

Dulce: ¡cállate! ¡yo no lo maté! ¡mi hijo murió!

Blanca: claro que murió, murió porque tú no eres ni serás capaz nunca de amar a nadie ni siquiera a tu propio hijo porque eres como yo... todo lo dañas, al igual que yo las entrañas las tienes podridas y nunca podrás engendrar, tú me quitaste la posibilidad de tener más hijos y ahora... ahora la vida me regresa lo que me hiciste porque nunca escúchame bien, nunca voy a permitir que seas feliz y mucho menos que engendres un bastardo.

Me suelta riéndose irónica y yo solamente puedo llorar, salgo corriendo de ahí sintiendo que me falta el aire y sin saber cómo agarro a Gitana y sin rumbo fijo salgo de ahí intentando calmar este dolor que siento que me desgarra.

-Narra Christopher-

Cabalgo despacio por los límites de la hacienda admirando esta maravilla de lugare que me transmite tanta paz. De repente oigo el galope de un caballo que parece desbocado y mi corazón da un vuelco al darme cuenta que ese caballo es Gitana y que Dulce va sobre ella.

Sin dudarlo un segundo voy tras ella y llego hasta el ojo de agua, la oigo llorar desconsolada y bajo enseguida del caballo corriendo hacia ella.

Chris: ¡Dulce! ¡Dul! ¿Qué tienes?

Buscando La Llave Hacia Tu CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora