Capitulo 31 - Esta Será Nuestra Locura

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-Narra Dulce-

Ni siquiera sé como esa palabra sale de mi boca cuando lo veo frente a mí después de tanto tiempo, juro que me gustaría salir corriendo de aquí pero mis piernas ni siquiera parecen responderme, solo puedo mirarlo fijamente al igual que él lo hace conmigo. Siento su mirada fría, dura... como nunca antes la había visto clavarse en mí.

Intenta dar un paso y ahora es cuando reacciono y le impido el paso, no... no me voy a dejar intimidar, ni por él ni por nadie, ni siquiera porque sea mi padre.

Fernando: ¿ni siquiera me vas a dejar pasar?

Dulce: claro que no ¿para qué?

Fernando: tenemos que hablar ¿no crees?

Dulce: ¿sabe que no? No creo que usted y yo tengamos nada de qué hablar, lo dejó todo muy claro el día que me corrió de su casa sin importarle mi suerte.

Fernando: Dulce María no me hables así que soy tu padre.

Dulce: ¿sabes que? Mi padre me corrió hace casi 3 meses de su casa, sin dejar que me explicase, sin escucharme siquiera, solamente haciendo caso de mi madre, bueno... si es que a Blanca se le puede llamar madre.

Fernando: Dulce necesito hablar contigo, déjame pasar.

Dulce: ya le dije que no lo voy a dejar pasar, esta es MI casa y no me da la gana de dejarlo pasar.

Fernando: hija...

Dulce: ¡ni se le ocurra llamarme hija! ¡perdió ese derecho el día que me corrió de su casa!

Fernando: Dulce por favor, déjame pasar y hablemos tranquilos, he estado buscándote...

Dulce: ¿para qué?

Fernando: quiero hablar de lo que paso.

Dulce: pues yo no quiero hacerlo porque todo está muy claro así que por favor lárguese de mi casa.

Le señalo hacia el portal con la mano y entonces se queda mirándola fijamente, cuando yo lo hago de repente me doy cuenta de lo que ahora tengo en mi dedo y que mi padre también lo acaba de ver, trato de esconderla pero el agarra mi muñeca con fuerza y veo que toda esa paciencia que traía se ha convertido en ira.

-Narra Christopher-

Me pongo rápidamente unos pantalones al escuchar gritos de un hombre mezclados con los de Dulce, salgo inmediatamente a ver qué está pasando y cuando llego me quedo paralizado al ver a Don Fernando con ella, reacciono al ver como él la agarra de la muñeca con fuerza y le grita.

Fernando: ¿Qué significa esto Dulce María?

Dulce: ¡suéltame papa! ¡no tengo porque darte explicaciones de mi vida! ¡ya no!

Llego corriendo y separo a Dulce de su padre poniéndola detrás de mí.

Chris: ¡ni se le ocurra pegarle porque no respondo!

Fernando: ¡tú no te metas!

Chris: me meto porque quiero y porque ahora ni usted ni su esposa pueden decidir sobre nosotros, ahora está en mi casa y no va a venir a maltratar a mi mujer.

Fernando: ¿tu mujer? ¿te das cuenta Dulce? ¡eres la querida de este hombre!

Chris: ¡a ella la respeta!

Le lanzo un golpe al escuchar como la trata y Dulce me contiene cuando su padre se tambalea al recibir el golpe.

Fernando: ¡serás...!

Dulce: ¡ni lo toques!

Se interpone entre nosotros y lo detiene, intento apartarla pero no me deja hacerlo.

Buscando La Llave Hacia Tu CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora