Capitulo 3 - Lalito

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-Narra Christopher-

Veo a mi madrina sonreír y enseguida me lanzo a abrazarla, hacía años que no sabía de ella.

Soledad: ay mi niño como has crecido, la última vez que te vi tenias ¿Qué? ¿15 años?

Chris: si madrina, tenía 15 años.

Soledad: ay no sabes qué gusto me da verte, dime como has estado, como están tus papas y tus hermanos, Victoria debe ser una mujer ya.

Chris: mis padres está muy bien y mis hermanos como siempre, Vicky ya tiene 18 años, ya es toda una mujer.

Soledad: ya me imagino cómo se deben de poner cuando se le acercan los muchachos, de seguro la tienen como princesita de porcelana.

Me río y Soledad sonríe, niego con la cabeza y ella me mira divertida.

Chris: más bien es ella quien nos cela a nosotros, si vieras la que me hizo cuando supo que tenía que venir para acá.

Soledad: si es cierto hijo ¿Qué haces por aquí?

Chris: me gradué como veterinario y me dijeron que el señor Espinosa necesitaba de uno así que me lance para acá.

Soledad: qué bueno hijo, hablare con Fernando para que...

Chris: no, no, si consigo este trabajo será por meritos propios.

De repente la voz de Darío nos interrumpe y puedo ver que viene acompañado de otro señor, algo más mayor, debe tener la edad de papá.

Chris: buenos días, soy Christopher Uckermann.

Fernando: mucho gusto, Fernando Espinosa.

Nos saludamos con un apretón de manos y Darío se retira hacia los establos y entonces veo que Fernando mira a Soledad como con curiosidad.

Fernando: Soledad... ¿pasa algo?

Soledad: nada señor, solo tráteme bien al muchacho.

Fernando: ¿se conocen?

Chris: Soledad es mi madrina señor Espinosa.

Fernando: ah no sabía que tuviese ahijados Soledad.

Soledad: si, Christopher es mi ahijado pero bueno es una larga historia, ya me tengo que ir, gusto verte hijo.

Chris: igualmente madrina.

Me despido de Soledad con un beso en la mejilla y un abrazo y en cuanto se retira el señor Espinosa me hace un gesto para que caminemos mientras hablamos.

-Narra Dulce-

Después del encuentro con el cavernícola de antes decido regresar a la casa, llego a los establos y como siempre Darío corre a ayudarme.

Darío: señorita...

Me tiende la mano pero con solo mirarlo la retira, bajo del caballo y lo acaricio y le entrego las riendas a Darío.

Dulce: dale agua que camino mucho y hace calor y prepara las vallas que voy a practicar salto.

Darío: ahora mismo señorita.

Agarra las riendas y va a retirarse pero lo detengo al ver a lo lejos a mi padre con un tipo, parece más joven pero desde aquí no consigo distinguirlo.

Dulce: ¡Darío!

Darío: ¿si señorita?

Dulce: ¿Quién es el tipo que está con mi padre?

Darío: es el nuevo veterinario señorita.

Dulce: ah ya ¿sabes donde está mi mamá?

Darío: está en la casa grande señorita, su abuelo acaba de llegar.

Buscando La Llave Hacia Tu CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora