Capítulo 6

155 15 0
                                    


Después de darse un baño y pensar bien las cosas, Elena se vistió para hablar con su cuidador

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Después de darse un baño y pensar bien las cosas, Elena se vistió para hablar con su cuidador. Abrió el armario, que más bien era otra habitación: ropa de toda clase le daba la bienvenida, accesorios, zapatos, joyas. No podía creer la cantidad de prendas, era maravilloso.

Recorrió el lugar lentamente pensando en ropa apropiada para usar, era un día frío como el anterior. Se decidió por una falda de mezclilla, leggins café, una blusa manga larga color crema con cuello en V, botas café claro a la rodilla y una chaqueta de mezclilla oscura a juego.

No se puso maquillaje, pintó sus labios de un rosa pálido, se secó el cabello y lo cepilló un poco. Se miró al espejo, tal vez no estaba vestida para una cena de gala, pero se veía bien, un look casual y elegante.

Sonrió a su reflejo y salió de la habitación. Al bajar las escaleras recordaba el pequeño discurso que había ensayado mientras se bañaba, Jack la afectaba más de lo que aceptaba, y el tener que disculparse por su comportamiento inapropiado solo empeoraba la situación.

Respiró varias veces para darse valor, solo era una disculpa, lo había hecho antes, no era tan difícil. Escuchó la música que sonaba estruendosamente y sonrió, era una de sus canciones favoritas. Contenta por eso siguió el ritmo de la música y olvidó sus inquietudes.

Jack aún seguía recostado en el sofá, su cabeza estaba libre de preocupaciones, sonreía abiertamente e imitaba los movimientos de la batería. No vio a la chica y mucho menos escucharla, ella tampoco lo había divisado, se dejó llevar por la canción que tanto quería y comenzó a mover sus caderas.

Jack se sentó para el solo de bajo, imitó los movimientos con sus manos y se paró sobre el sofá, le daba la espalda a la chica que bailaba y hacía los mismos movimientos que él, ambos tocando una guitarra imaginaria.

Elena se dio la vuelta y se detuvo, ver al chico tan contento le pareció muy tierno. Pero la vergüenza que sintió por su baile tan ridículo hizo que se ruborizara, cruzó sus brazos nerviosa, al parecer no la había visto, dio un suspiro de alivio y esperó a que la canción terminara.

Jack se bajó del sofá y tomó el control remoto, la canción dejó ir su última nota de guitarra y apagó el aparato. Se giró para acomodar los cojines que se cayeron por haberlos pisado y ahí fue cuando vio a la chica.

—Elena —casi gritó— No te escuché llegar.

—Con ese ruido lo dudo —sonrió— ¿Por qué lo apagó? La canción que seguía me gusta mucho.

— ¿Te gusta el Rock? —preguntó avergonzado, estaba seguro que lo miró hacer su pequeño espectáculo.

—Sí, es mi género favorito —respondió— De hecho es casi el único que escucho —sonrió.

—Tienes buen gusto, yo estoy entre esto y el Jazz.

—Me gusta el Jazz, pero solo para bailar —confesó.

TráficoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora