Capítulo 14

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Después de terminar el octavo episodio, Jack bostezó abiertamente, era muy divertido ver esa serie pero el cansancio lo estaba venciendo

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Después de terminar el octavo episodio, Jack bostezó abiertamente, era muy divertido ver esa serie pero el cansancio lo estaba venciendo. Miró abajo para hablarle a Elena, esta tenía los ojos cerrados, sonreía por las cosas que los actores decían.

— ¿Estás despierta? —preguntó sonriendo.

—Mmm... sí —susurró estirándose.

—Es tarde —bostezó de nuevo— Es hora de ir a la cama.

—Estoy en cama —se quejó.

—Lo sé, pero es MI cama —la sujetó de la cintura y acercó su rostro al cuello de ella.

Podría ser nuestra cama.

Elena se estremeció, había olvidado ese detalle, sentía el aliento de Jack en su oreja y un escalofrío recorrerle todo el cuerpo, abrió los ojos.

—En ese caso me iré —susurró intentando levantarse.

No estaba segura de lo que era capaz estando con el chico a solas. Sí, estaba huyendo, lo aceptaba y honestamente no veía otra salida.

Pero Jack dejó que se moviera un poco, lo suficiente para sujetarla con fuerza y sentarla sobre su regazo. Elena le daba la espalda —lo agradecía—.

—No dije que te fueras —su voz comenzó a engrosarse— Estoy pensando en ordenarte que te quedes...

—No lo harás —dijo ella sintiendo cosas que nunca había sentido, quería besarlo pero no se animaba a mirarlo.

— ¿Estás segura? Te tengo aquí mismo, todos están dormidos y me debes completa obediencia.

—Aun así... sé que no me obligarás —dijo cerrando los ojos. Jack acariciaba su cuello con su nariz, sus manos la sujetaron con fuerza, y al tener sus brazos apresados no podía moverse.

—No lo haré —prometió— No soy esa clase de hombre —aflojó su agarre.

Elena no se movió, sus labios temblaban ligeramente, sentía un pitido en sus oídos, su corazón se detuvo por unos segundos, todo dependía de lo que decidiera ella. Frunció el ceño y se giró para verlo, levantó su mano hasta tocar la mejilla de Jack. ¿Qué le pasaba? Actuaba como si fuera otra persona, como si algo hubiera despertado dentro de ella, y quizá fue eso lo que dijo lo siguiente:

— ¿Estás pidiéndolo? ¿O es una más de tus órdenes?

Oh, por favor, te lo ruego.

—Te lo pido —susurró— Quédate.

Contuvo el aire, la invitación había sido dada, comenzó a acalorarse, ¿quería pasar la noche —otra—, con Jack? Se puso de pie sin decir nada, caminó a la puerta y lo miró antes de irse.

—Iré a cambiarme.

Jack sonrió sin poder creerlo, ¡había aceptado! Respiró profundamente y se bajó de la cama, corrió al baño y se cambió de ropa, no iba a cometer una idiotez, Elena estaba demostrando mucho valor y coraje.

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