Tráfico

Capítulo 8

Trató de moverse, solo veía oscuridad, una mano presionaba su abdomen, el dolor era insoportable, sentía que sus fuerzas se iban. No supo dónde estaba, posiblemente en manos de los policías que entraron al hotel. Gimió por dentro, ¿qué le diría a Karen? ¿Qué pensaría de él después de saber lo que era en realidad...?

— ¡Acelera! —Escuchó que alguien decía— Tenemos que alejarnos lo más que podamos.

Estoy con Thomas —se dijo tratando de sonreír, jamás pensó sentir ese alivio al estar con él.

Intentó abrir los ojos, sus párpados tan pesados como el plomo, sentía mucho frío.

—Alejandro no te atrevas a irte, ¿me oyes? —gritó el hombre presionando la herida—Necesito que estés aquí, es tu culpa que ese espía nos descubriera, ¡y si mueres por eso yo mismo te mataré!

Idiota... —se dijo haciendo una mueca, el dolor se estaba alejando, el frío había desaparecido, solo escuchaba el susurró de una voz llamándolo. Pero nada de eso le importaba, solo pensaba en Karen, quería disculparse con ella antes de irse, era lo único que pedía.

— ¿Sabes nadar? —preguntó el chico a Elena.

Ella asintió emocionada, la enorme piscina bajo techo en la parte trasera de la casa la dejó sin habla.

—Te invitaría, pero el agua está muy fría y no quiero que enfermes —apretó su mano.

—No me hará daño —aseguró— Solo unos minutos.

— ¿No prefieres ver el establo?

Ella lo miró, su boca abierta.

— ¿Caballos? —preguntó con una sonrisa.

—Caballos —repitió aguantando la risa— ¿Vamos?

— ¡Claro! —exclamó emocionada.

El asintió y la condujo al jardín, era una especie de invernadero, plantas de todo tipo les dieron la bienvenida, flores de todos colores y tamaños, especímenes de toda clase y de diferentes regiones.