A las siete de la mañana, Jack abrió los ojos, se estiró con algo de dificultad —dada la posición en la que había dormido—. Hizo girar su cuello y lo escuchó crujir, se sentó tras bostezar y sintió un escalofrío; la habitación estaba muy helada.
Talló sus ojos y después miró a su esposa, que aún dormía, sonrió por la escena que no cambiaba a pesar de todo y se puso de pie.
Fue al baño, lavó su rostro y sus dientes, se cambió de camisa y ya limpio salió de la habitación. Iría por el desayuno. Unos minutos después volvía con una bandeja, dos platos con un desayuno continental completo.
Al entrar, ella seguía durmiendo. Dejó la bandeja sobre la mesa y se acercó a la cama.
—Elena —llamó acariciando su mejilla— Es hora de despertar.
Ella hizo una mueca y dejó salir un quejido. Jack sintió una sensación cálida ante el recuerdo que lo inundó, así como una gran amargura.
Sacudió su cabeza y se dijo que debía ser fuerte por ambos. Dentro de un día sería el funeral de Lisa y no podía mostrarse derrotado.
Destapó la charola y volvió a hablarle a su bella durmiente.
—Cariño, es hora de desayunar —llegó a la cama y tocó su cabeza— Hoy te dan el alta.
Ella se quejó nuevamente pero abrió los ojos. Miró a Jack por unos segundos antes de decir algo.
—Buen día —sonrió tras bostezar.
— ¿Tienes hambre? —señaló la mesa— He traído el desayuno.
— ¿Qué hora es? —se sentó— ¿Es tarde?
—Son las 7:30 —dijo tras ver su reloj— Louis vendrá en media hora.
— ¿Llevas mucho despierto? —apretó los labios.
Hasta ese momento había recordado que Jack había dormido en el sofá.
—Solo un par de minutos —sonrió.
Acercó la mesa, le dio los cubiertos a Elena y se sentó a su lado.
—Gracias —dijo en voz baja.
—Come —ordenó— Necesitas reunir fuerzas.
—Si —aceptó antes de probar una tira de tocino.
Jack bebió su jugo de naranja y evitó mirarla demasiado, era doloroso para él. No podían llevar la relación a la que estaba acostumbrado; y jamás se atrevería a presionarla.
— ¿No has sabido nada de tus tíos? —preguntó ella unos minutos después, lo observó fijamente.
Jack aclaró su garganta.
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Tráfico
Teen Fiction"- ¿Por qué te enojas? -su respuesta fue tenue pero firme. - ¡Porque no comprendo cómo puedes tomar todo con tan exagerada tranquilidad! - ¿Debo estallar en gritos y sonar histérica para que me consideres cuerda? -lo miró frunciendo el ceño. -Lo...