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Día 63

Querido amigo.

Me han despedido el día de hoy.

No puedo dejar de pensar en lo que haré a partir de este momento, no es que tenga mucha vida por delante como para esperar cambios positivos y a mi edad, es muy difícil conseguir algo.

Las cuentas van a acumularse, la comida comenzará a escasear... por suerte, no debo cuidar de nadie más que de mi mismo, pero no puedo evitar que la situación sea un poco preocupante, aunque, a pesar de ello, una parte de mí se siente contenta de ya no pertenecer a ese lugar. Ser verdulero nunca fue la mayor aspiración que he tenido.

Antes, cuando era más joven, soñaba con muchas otras cosas. Creo que no te he contado que quería ser artista. Pasé de estudiar cine, a estudiar teatro a intentar ser escritor... y de allí, a la nada misma. De un día para el otro, perdí mi rumbo y ya no supe que hacer conmigo. Aún sigo sin saberlo. Siempre consideré que si me esforzaba lo suficiente, podría llegar a tener talento para algo, pero poco a poco perdí el interés en todo y renuncié. Soy un hombre tan desapasionado.

¿Puedes creer que al salir de ese sitio, en el cual trabajé por años, vi a Marcelo junto a otro de los nuevos empleados riéndose?

Sé lo que de seguro estás pensando, amigo, crees que soy paranoico, que no se burlaban de mí. Pero yo estuve ahí, yo los vi hacerlo... el amor que Marcelo decía profesarme, era mentira.

¿Por qué dijo que me amaba, entonces?

Aunque me cueste, tengo que aceptar que siempre habrá preguntas a las cuales no seré capaz de responder.

Día 77

Querido amigo.

Estoy en búsqueda de trabajo y aún no lo encuentro. Sentarme en la sala de mi casa a esperar una llamada, me hace sentir más solitario que nunca. Supongo que el silencio provoca que la mente trabaje a mayor velocidad... a veces, cuando la dejamos vagar demasiado, los rumbos que toma no son buenos, sin embargo, hay otras veces en las que resulta productivo.

¿Has pensado en el sentido de la vida? En realidad, esta es una pregunta tonta ¿No lo crees? Yo no considero que haya ser humano, por más "ignorante" que pueda ser (No creo en la ignorancia como tal, considero que todos sabemos algo que el otro no) se ha cuestionado eso aunque sea una vez.

Recuerdo que iba en el colectivo cuando una idea atravesó mi mente. No sé porque motivo, no sé cuáles fueron las tramas de pensamientos que se vieron involucrados en ella, simplemente, acepté que, quizás, la vida no tuviese sentido alguno. ¿Te lo has planteado?

El muchacho que trabajaba conmigo, aquel del que te conté, que había traído a su novia para que lo esperara y con ello hacerme sentir mal, estudiaba filosofía. Recuerdo, que solía decirme que el mundo era un caos y que estaba regido por las leyes del azar. Muchos años después, como ya has notado que siempre me pasa, comprendí a lo que se refería. No hay ningún ente que controle nuestras acciones, no hay nadie que vaya a castigarnos por obrar mal, no hay nada allí, en el universo, al menos, nada que podamos comprender. Quizás, eso es lo que nos motiva a vivir, buscar respuestas, tratando de ignorar que no encontraremos ninguna. Los seres humanos somos demasiado soberbios, no nos planteamos ni por un instante que haya algo que no seamos capaces de entender y no aceptamos, que nuestro efímero paso por el mundo sea tan insignificante. No nos damos cuenta, que en comparación a todo lo que nos rodea, somos mucho menos. El universo no dejará de ser sin nosotros en él.

Dios es una invención de nuestro propio miedo. De ese terror que sentimos al saber que a nadie ni a nada le importa lo que hagamos, porque no tiene significado alguno. Al tener este tipo de creencias, pienso en mi madre y siento pena. Ella es una creyente muy ferviente. Su vida entera se la pasó esperando milagros, rezando con devoción. Me parecería un desconsuelo inmenso que no haya paraíso para ella.

¿Sabes, querido amigo? Me gustaría que después de la muerte, estuviese todo lo que esperábamos para ese momento. Es decir, que mi madre pueda ir al tan ansiado paraíso, sin importar, que para mí, un no creyente de la vida en el más allá, no haya nada. Sería un bonito consuelo que ella esté bien y feliz... que su alma, o eso a lo que llamamos alma, cosa que no sé del todo que es... pueda estar en paz.

"Querido amigo"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora