Día 154
Querido amigo
Recuerdo que mi hermana solía decirme que debía ser más simpático y menos directo, también, que solía decirles a sus amigas que yo estaba loco cada vez que, según ella, le hacía quedar mal.
Recuerdo, que mi madre siempre decía que ella era alegre y que cada lugar se iluminaba con su presencia. Y yo quería ser como ella. Deseaba con todas mis fuerzas agradarle a las personas, hacer felices a quienes me rodeaban. Contrario a todo esto, mi madre solía renegar mucho por su causa, se armaban grandes peleas con mi padre porque ella solía escaparse de casa, o porque cuando iban a buscarla en algún sitio donde la dejaron, nunca estaba. Cuando se quedó embarazada de mi sobrina, también hubo problemas. También, según mi padre, era culpa de mamá.
Mi padre, antes de que yo descubriese el tipo de persona que era, generaba mucha admiración en mí. Yo deseaba ser como él y deseaba agradarle. Sin embargo, sabía que su favorita era mi hermana.
Siempre dudé de si alguna vez mi padre me quiso.Crecí a la sombra de ella.
Creo que eso fue uno de los factores importantes por los cuales mi autoestima es una mierda. Nunca seré suficiente, nunca seré agradable. Estoy condenado a pasar desapercibido y a morir solo, sin que me quieran. Estoy condenado a que, quien se fije en mí, se deslumbre por ella. Estoy condenado a que no me quieran por como soy, a no ser especial.
Debí darme cuenta de ello hace tiempo y no crearme, siempre que pude, esperanzas falsas. Es mi culpa, siempre ha sido así. No es posible que me correspondan. Esteban no hizo nada para que me confundiera, es solo que yo, soy demasiado fantasioso. Estoy feliz porqué él y David se quieran, supongo, que es cuestión de tiempo para que las cosas se den entre ambos.
Yo, en cambio, seguiré aquí, sentado en la sala de mi casa, sintiendo el frio atravesar las paredes para colarse dentro de mí y el silencio cubriéndolo todo.
Día 157
Querido amigo
He olvidado como se siente besar. ¿Te sorprende? Hace años que no lo hago, hace años, que nadie quiere besarme. Al contarte esto, siento un ligero cosquilleo en mis labios y mi lengua, sin embargo, busco y busco en mi memoria, sin poder dar con el recuerdo.
Pienso que estoy entrando en el olvido. Las sensaciones cada vez se van alejando más y más de mí. Siento un frio inmenso calarme por dentro. La soledad, a veces, pesa demasiado.
En los momentos más deprimentes de mi vida, cuando me sentía más atrapado, solía evaluar la situación y buscar algo que me hiciera seguir adelante. Muchas veces me quedé sin razones e imaginé que Dios me enviaría una para continuar. Me daría el amor, porque quería que siguiera respirando. Creo que ese es otro de los tantos motivos para sumar en la lista que argumenta mi falta de fe, porque si Dios no me mandó algo para que continuase vivo es porque no me tiene mucho afecto o porque no existe.
Ahora, de seguro estás pensando "Pero sigues con vida... ¿Eso no significa que Dios no te envió nada por qué sabía que sería así?"
Entonces, Dios es cruel. No solamente conmigo, sé que no soy una de sus peores víctimas, pero ¿Por qué alguien que, supuestamente, nos ama nos hace tanto daño?
"Los designios de Dios" "Él tiene sus razones"
¡Excusas baratas!
O Dios se ha olvidado de nosotros y se ha ido a vagar por la inmensidad del universo o, simplemente, no existe. Me da lo mismo. Ambas teorías, finalizan en lo mismo, el mismo punto... su ausencia.

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"Querido amigo"
Ficção Geral"Querido amigo: Nunca nadie me ha amado" ¿Puede el alma desnudarse y volcarse en unas simples hojas de papel? Nuestro protagonista tratará de averiguarlo.