(21)

24 9 0
                                    

Día 230

Querido amigo.

Me siento algo desilusionado. No te preocupes, considero que la sensación será efímera, en parte, creo que es como un somnífero... Es extraño, el haber abandonado el dramatismo que me caracteriza.

He visto a Lucio junto a una hermosa mujer. Estaban abrazados, muy juntos, se veían muy lindos, como si fuesen un cuadro magnifico en donde todos los elementos estaban en perfecto equilibrio, todo armonizaba, porque yo no estaba en él... porque, de estar allí, yo hubiese sobrado.

Considero que saberse alguien que está demás, no es del todo malo, ayuda a darse cuenta de que ese no es el lugar al que pertenecemos y que debemos seguir en la búsqueda.

Ojalá que la esperanza de hallar lo que deseo, continúe allí. Que esta nueva sensación, este nuevo estado de ánimo, no se vaya tan rápido como ha llegado.

¿Te ha pasado, amigo, el sentirte todo el tiempo dentro de un pozo y de repente, salir de él?

No te diré que me siento de maravilla ni que soy la persona más feliz de todas. Sé que mientras no piense en las cosas que me duelen estaré bien, por un tiempo, por lo menos.

Día 232

Querido amigo.

Soñé que papá era un fantasma y venía a visitarme. No eran cosas relevantes las que conversamos y tampoco es que las recuerde, sin embargo, lo más llamativo de mi sueño ha sido que me abracé a él y lloré por su muerte.

¿Crees que estoy superandolo?

Le tengo miedo al olvido, amigo.

Hace unos días, pensaba en él. El día en que murió me presenté en el hospital cuando supe que estaba por hacerlo. Lo miré, sedado sobre esa cama y le pregunté, si tenía miedo.

Sé que es posible que no me creas, amigo, con la cantidad de sedantes que él tenía en su cuerpo, era imposible que me escuchase, sin embargo, una lágrima bajó por su mejilla y la limpié torpemente.

Si hubiese estado despierto, me hubiese reprendido por no ser delicado.

Luego de eso, simplemente, le pedí que se fuera, que no sufriera más.

Mucha gente me había dicho que él debía pagar por el daño que nos había hecho, en especial, a mamá y a mi. Creeme, que en ese momento, no desee más que paz para él.

No te he contado, que estuve a poco de tener que verme en la obligación de decidir que lo dejasen morir. Debían hacerle una traqueotomía y yo sabía perfectamente que él no la deseaba y si me negaba a ese procedimiento, nada se podría hacer. No te imaginas lo agradecido que estuve a la vida, de haberme librado de ese peso. Y lo agradecido que estuve, de que no hubiese muerto por asfixia o algo por el estilo.

Papá murió en paz, pero también, murió teniendo miedo ¡Él, que salía a la calle a comerse el mundo! ¡Al que nada lo asustaba! Tenía miedo de los misterios que pone la muerte ante nuestros ojos...

Y yo también temo... y me preguntó que se sentirá estar muerto, a pesar de que, en teoría, no se siente nada.

Me aterra, querido amigo. Y la muerte es lo único que tenemos asegurado.

Cuando era niño, solía pensar que yo era el protagonista de una película y ahora que me planteo la posibilidad de que mi vida se acabe, me cuesta comprenderlo. Los personajes principales no se mueren, yo no puedo morir...

En mi sueño, papá se veía bien y se despidió de mí, con el abrazo que nunca nos dimos.

Otra vez, quiero llorar. No puedo dejarlo ir, sin embargo, poco a poco, sé que se está yendo.

Día 234

Querido amigo.

Hoy he visto a Lucio. Ha ido al restaurante como todos los días y me ha saludado con una sonrisa.

En ese momento, te juro, me sentí decepcionado. No por el hecho de que estuviese comprometido, mis sentimientos por él no han llegado al punto de que ese detalle realmente me importe, sino, por el hecho de que me haya mentido. Siempre consideré a las mentiras como una forma de subestimar a la persona a la que se las decimos, no diré que nunca las he dicho, pero admitiré que, al decirlas, he pensado realmente eso, que quien me escucha y me cree, es un tonto.

Así se siente cuando sabes que te mienten y no puedes hacer otra cosa más que fingir que crees en ello. Juro que duele.

De igual manera, no pude quedarme callado cuando Lucio fue a saludarme a la barra, le dije que hacía unos días lo había visto junto a una hermosa mujer, él sonrió, lo hace siempre, y me respondió que ella era su hermana.

Me he sentido como un imbécil desde entonces y mucho más, me molesta el hecho de que el pueda haber malinterpretado la situación y pensar que estoy celoso, de igual forma, prefiero que crea que es así, de esa manera, mantendrá su interés en mi... Quizás, no lo sé.

¿Crees que he hecho lo incorrecto, querido amigo, al no quitarle de su error, al causar que siga alimentando esperanzas absurdas sobre el hecho de que, tal vez, llegue a conseguir algo de mí?

Me ha pedido una segunda cita y he dicho que sí. Probablemente, es porque quiera ver que tan lejos es capaz de llegar, aunque, sinceramente, creo que quiero darme una oportunidad de tratar de abrirle mi corazón a alguien. El problema, es que no estoy seguro de que sea lo que él realmente desea de mí.

"Querido amigo"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora