Día 287
Querido amigo
Te contaré un secreto, como todos los que comparto contigo, pero supongo que este es uno más grande. Me tomó años aceptar que lo tenía, pero incluso, me tomó años aceptar que había sucedido.
Querido amigo, dejo los suspensos de lado y confieso que me han violado. Sí, querido amigo, como lees. Te digo, que no ha sido fácil el darme cuenta, el autoengaño es, muchas veces, nuestro enemigo más poderoso. Pero lo admito al fin y permito que el dolor que he guardado dentro, me atraviese.
Hace varios años, cuando era joven y los deseos de aventura estaban todavía latentes en mi, decidí salir a acampar con un ex novio con quien, se suponía, era amigo. La noche nos llegó más temprano que tarde y nos refugiamos en nuestra carpa. Pronto la temperatura interior descendió y él me confesó que había olvidado la frazada. Al ser el frío insoportable, nos recostamos muy juntos y él no tuvo la mejor idea que ofrecer sexo para entrar en calor. No te diré que al principio no acepté, quizás, esa fue una de las razones por las cuales me costó aceptar lo que ocurrió; no es mi intención tampoco, describir con grandes detalles como es el sexo entre dos hombres, solo te diré que si no hay la debida preparación muchas veces es doloroso. Es por ello que traté de escaparme de sus brazos, sin embargo, él no lo permitió; siempre fue más fuerte que yo y se forzó hasta entrar en mi... lo demás es un borrón. Al otro día actúe como si nada, pensé que aquello era como un acuerdo tácito entre los dos, que el sexo era algo que debía suceder estando ambos a solas y que por ello había estado bien.
Yo me lo busqué, yo me lo merecía. Luego de tantos años, al fin entré en razón y comprendí que aquello no había sido normal. Trate de contárselo a alguien, pero no me atreví... tengo miedo... me siento culpable por lo que ha pasado, después de todo, yo decidí ir con él ¿Cuántos y cuántas han pasado por lo mismo que yo? ¿Cuántos/as más sufren? ¿Cuántos/as aún no se atreven a admitir la verdad?
En estos momentos, me siento terrible, un objeto a que desecharon una vez dejó de servir. Me siento horrible, tanto por fuera como por dentro, me siento indigno. Un despojo que no merece cariño, que no merece que nadie se voltee a verlo
¿Por qué me han hecho esto, querido amigo? ¿Por qué nadie me ha querido? ¿Por qué nadie me ha amado? ¿Por qué no me lo merezco?
Siento tanto dolor... tanto, tanto.

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"Querido amigo"
Ficción General"Querido amigo: Nunca nadie me ha amado" ¿Puede el alma desnudarse y volcarse en unas simples hojas de papel? Nuestro protagonista tratará de averiguarlo.