Día 242
Querido amigo.
Hoy Lucio me ha esperado a la salida de mi trabajo. Él está de vacaciones, así que tenía tiempo libre y yo, esta vez, terminaba temprano. Hemos ido a tomar un helado en un bar. Me encantan los postres que sirven en ese tipo de lugares, ya que no es lo mismo que ir a una heladería o preparar algo en casa.
Hablamos de muchas cosas, en especial de nuestros gustos en diferentes ámbitos. Debo admitir que ese es un tema que siempre me pone incómodo. Desde el hecho de que me molesta que me juzguen (no considero que mis gustos tengan algo de malo, pero a las personas, al igual que a mí, nos gusta quejarnos de todo) o por el hecho de que nunca tengo en claro los géneros de la música o del cine, por ejemplo, y muchas veces me contradigo a mí mismo. No sé si me entiendes, no sé si te ha pasado.
A Lucio le gusta Pink Floyd. Nunca he escuchado esa banda, pero tengo la ligera idea de que no va a gustarme (pido disculpas, querido amigo, si ellos son de tu agrado) No es amante de los dulces (otra cosa en la que diferimos) adora las pastas (punto a su favor, con excepción de que los ñoquis no son de mi agrado). Su color favorito es el rojo, le gustan las películas y/o series policiales. Es fanático de Sherlock Holmes y ha dicho que tiene las 4 novelas y varias copias de los relatos. Yo, de Sherlock Holmes, sólo he visto películas y series.
Se ha sorprendido cuando le dije que me gusta el metal sinfónico (no estoy del todo seguro que ese sea el género, se lo expliqué y rió. -Me gusta su risa, esta es una nota mental-). Que me gusta el drama y el suspenso, que mi color favorito es el verde, que odio comer puré de papas y todos los derivados de la papa hervida (patata, si es que le dices así o no sé de qué otra forma se le llame). Es extraño ¿No? Es nuestra tercera cita -o es lo que se supone- y recién hablamos de las cosas que nos gustan. Siempre hemos conversado sobre nuestras familias, sobre nuestros sueños y cosas que considero un poco más importantes.
Me siento cómodo con él, sin importar que al principio no me haya caído en gracia. Pareciera que nos conocemos de antes. Es divertido, no creo en la reencarnación, pero el mundo se empeña en demostrarme que, a pesar de mi escepticismo, hay muchos misterios sin resolver, aunque, insisto, la mente humana no los comprendería.
También hemos hablado de ello. Él cree en Dios y le he comentado de mis creencias. Se quedó pensando y sonrió.
"Quizás tengo miedo. Quizás necesito amor"
No, amigo, no dijo lo del amor refiriéndose a mí y eso me agradó. Si hay algo que siempre he detestado de quienes intentan "conquistarme", es que utilicen términos por demás cursis. Creo que ya te lo he dicho, pero considero que cuando ese tipo de estrategias son utilizadas, es porque se subestima a la persona a la que se la decimos. Lucio no es así, él no habla de esa forma y estoy agradecido de que cuando se dijo la palabra "amor", lo hizo en referencia a algo más grande que nosotros, que nos ama sin juzgarnos, sin importar que tan malos seamos, porque comprende que estamos heridos. En fin, otra vez me he desviado del tema de conversación, amigo. En parte, me da un poco de pudor decírtelo, a pesar de que te he contado muchas intimidades... el hecho es que nos hemos besado.
¿Quieres saber que se sintió después de tanto tiempo?
Se sintió bien y, a la vez, se sintió confuso. Mis labios, mi lengua... mi cuerpo entero, correspondió necesitados de ese contacto, ardió por completo, quiso pegarse a él como si su cuerpo entero fuese un imán. Deseé besar eternamente, pero no por el hecho de que me sienta perdidamente atraído por Lucio, como ya lo dije, el cuerpo necesita, demanda. Y Lucio comprendió eso y propuso.
Me avergoncé y odié internamente mis anhelos, me vi tentado, muuuy tentado a aceptar. Sin embargo, pude decir que no. ¡Por suerte! ¡Aunque me resultase terriblemente doloroso y, aún, una parte de mi suplique y haga que me sienta arrepentido! Después del tiempo que he pasado en soledad, sin tener contacto con otra persona, porque en el pasado he salido herido, aceptar esa proposición, a pesar de que mi cuerpo me lo reproche prácticamente a los gritos, hubiese sido un error. No quiero regresar a lo mismo, a decir que sí porque me siento solo.
Espero que Lucio no se enoje conmigo... Él, realmente, me agrada.

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"Querido amigo"
Narrativa generale"Querido amigo: Nunca nadie me ha amado" ¿Puede el alma desnudarse y volcarse en unas simples hojas de papel? Nuestro protagonista tratará de averiguarlo.