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Día 10

Hoy estoy un poco más tranquilo. Sigue pareciéndome patético escribir aquí. Sin embargo, la idea de que un amigo, al cual no conozco, lea lo que he puesto aquí me anima un poco más, me hace sentir menos nervioso a la hora de contar mis intimidades. Después de todo, esto es como ser escuchado sin ningún tipo de prejuicio (al menos, nada de lo que yo vaya a enterarme)

Mi amigo podrá odiarme o amarme, no lo sabré y en gran parte, me siento libre de que no me interese saberlo. El que siga leyendo estas líneas, significa que hubo algo de mí que le instó a continuar adelante, pendiente de lo que tenga que decir, sin que tampoco le importe realmente estar o no de acuerdo.

Me pregunto, si sentirás necesario el saber cómo soy. Quizás, incluso, podría adjuntar una fotografía. Sin embargo, también creo que sería mucho más agradable que crees mi rostro en tu imaginación. Es probable, que dotes mis rasgos de una calidez que no poseo o, tal vez, todo lo contrario, que en tu mente, yo sea un monstruo de mirada severa, de semblante fiero y buen porte. Supongo, que podría equilibrar las cosas y describirme a medias. Aunque, debo advertir que siempre he sido bastante injusto conmigo mismo y que ya estoy demasiado maduro como para querer cambiar ese hecho.

Es probable que esa sea la razón por la cual estoy tan solo. A pesar de que muchas veces me he sentido bien con ello. Llega un momento, en la oscuridad de la noche, cuando los pensamientos racionales parecen flaquear dejándose atravesar por los sentimientos de manera contundente. Es allí que me veo necesitado de un abrazo, una palabra de aliento... de alguien que me ame. No por ser amigo o familiar. Supongo, que se entiende lo que quiero decir.
Siempre he sido un romántico, creo que mis miedos de comprometerme, van por ese lado, el hecho de que me han desilusionado demasiado, el hecho de que nada es como uno lo desea y que la otra persona trae consigo más problemas que situaciones felices. Considero que la persona tiene también sus problemas, su mal humor, su carácter complicado y yo no soy alguien que esté hecho para soportar. Muchas veces, me gusta el silencio, muchas veces, he sido tachado como un hombre poco demostrativo... muchas veces, me han dejado solo.

No soy un hombre muy alto. Apenas llego con gran esfuerzo al metro setenta y dos. He perdido mi peso ideal hace un par de años, pero por suerte, aun no me he excedido demasiado, 5 kilos son los que me separan de él. Te preguntarás porque no hago ejercicios... bueno, una vez traté salir a caminar y alguien, un extraño, me gritó un insulto... me sentí tan intimidado que no lo volví a intentar, además, nunca fui amante del ejercicio físico y adoro comer. Tengo ojos azules, supongo, que eso es lo único bello en mi apariencia, sin embargo, al nacer padecí estrabismo... tuve la suerte de que mi madre se hubiese dado cuenta a tiempo, sino a estas alturas tendría los ojos desviados. Sin embargo, de vez en cuando pierden el rumbo, (a pesar de que mis lentes son una gran ayuda para que eso no suceda) en especial, con los flashes de las cámaras fotográficas. Tengo el cabello castaño claro y está comenzando a caérseme... la frente me brilla como una bola de boliche. ¿Quién se fijaría en un hombre que está deteriorándose de esa forma? ¿Quién me vería hermoso?

Esto es complicado.

"Querido amigo"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora