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Día 180

Querido amigo.

Hoy no tuve ganas de atender al cliente de la vidriera (Como no sé su nombre, lo llamaré así) y le pedí a Esteban que lo hiciera por mí.

Ahora me siento un poco mal por ser tan antipático. Mi hermana siempre me decía que debía calmar un poco mi carácter, que, a veces, me tomaba a mal cosas que no eran para tanto. ¿Está bien eso... fingir que ciertos chistes no te molestan? Por momentos, me creo un exagerado. De igual manera, no tuve ganas de hablar con él, cosa que no funcionó; el pobre se acercó a la barra y me pidió disculpas por si me había hecho sentir mal o algo por el estilo. Por supuesto que lo negué todo.

Mañana tendré que hacerle caso, si es que viene de nuevo. No creo que Esteban se ponga muy contento si él deja de frecuentar el bar, sin embargo, tenemos muchos clientes... no es como si lo necesitaramos. Aunque, si voy a dejar de atender a todos los que me caen mal, nos iremos a la quiebra.

¡Dios! Soy un idiota.

Día 182

Querido amigo.

No hay nada por lo que preocuparse, hoy el cliente de la vidriera –Lucio, como escuché que lo nombraba el hombre que estaba junto a él- regresó al bar. Lo mejor del asunto es que se limitó a sonreírme y a saludar con cordialidad, por lo que me resultó más fácil el tratar con él. Pareciera que el tipo quiere caerme en gracia o algo por el estilo porque me dejó una generosa propina. Y no es que yo sea el mejor mozo del mundo, ya lo sabes, pero siempre agradezco esos gestos.
El dinero extra o lo ahorro o lo gasto en alguna estupidez teniendo la idea errónea de que lo que acabo de comprar, es algo grandioso. Así que mejor me compro un alcancía y me ato las manos. Quizás, cuando me lleguen las vacaciones, de aquí a un par de muy largos meses, pueda viajar a un lugar bonito.

Adoro viajar, hace años que no lo hago. Supongo que debes imaginarte las razones. Recuerdo, que un día mi mamá estaba muy enferma (creí que moriría) y me puse a pensar en lo triste que era el que ella no hubiese viajado a los lugares que deseaba conocer. Me hubiese gustado tener el dinero suficiente para que ella fuese a todos lados, sin embargo, me pregunto si con su enfermedad puede tomarse un avión. De igual manera, no es como si yo contase con los medios necesarios como para ofrecerle ir a algún lugar bonito.
Esto, a veces, me llena de tanta impotencia.

En fin, amigo, estoy desvariando. De tener el dinero necesario, viajar es lo último que debería hacer. Aún debo arreglar mi casa ¿recuerdas? La puerta volvió a caerse, estoy cansado de esto.

Día 183

Querido amigo.

Tengo un sentido del humor horrible. He hecho un chiste de muy mal gustoben la casa de una amiga, la cual estaba en compañía de su hermano (que dicho sea de paso, está muy bueno, pero nunca te hablé de él, porque es casado y etc.) No te diré el contenido del chiste, pero si aclararé que tenía que ver con la muerte de mi padre. ¿Te imaginas la cara de horror del tipo?

¡Maldita sea! Me pongo nervioso frente a tipos apuestos aunque, no le echaré la culpa a ese hecho. Por lo general, soy así, por lo general, hago estas cosas. Esas bromas se me escapan de los labios sin que pueda contenerme ¡Y lo peor de todo, es que a veces, incluso me parecen graciosas!

¡Soy de lo peor, querido amigo! Por eso es que estoy solo.

Día 185

Querido amigo.

A estas alturas, ya te habrás dado cuenta de que no soy un hombre con una madurez acorde a su edad. No te lo he dicho, pero muchas veces he creído que, quizás, estoy sufriendo una especie de retroceso.

Como ya sabrás, no he disfrutado de mi adolescencia y parte de mi niñez. Mi mente, incluso, ha decidido reprimir muchos recuerdos. Es por eso que ahora me comporto de esta manera. A veces, me gustaría saber si esa es la verdadera razón; la necesidad de recuperar un tiempo perdido que no regresará jamás.

No soy una persona que se la pase lamentándose por su pasado, a pesar de haberte contado los sucesos más importantes de mi vida, quiero creer, que no lo he hecho con el motivo de lamentarme por ellos ni espero que en algún momento tu hayas sentido pena. Considero al pasado como algo irreversible y me resulta vano el permanecer afligidos por él. Hundirnos en los recuerdos, caer en la autocompasión como muchas veces le ha sucedido a mi madre, me parece absurdo. Sin embargo, al parecer, una parte de mi psiquis, de lo más profundo de mi ser, no piensa así... Esa es la parte que me hace quien soy y la que, quizás, me imposibilite seguir creciendo, no lo digo de manera profesional, sino, en cuanto a madurez emocional.

Día 188

Querido amigo.

¿Alguna vez has sentido que todo tu esfuerzo es vano o insuficiente? ¿Alguna vez has sentido que, quizás, si hubieses aguantado un poco más la injusticia o si hubieses luchado más, las cosas te saldrían mejor?

Me siento culpable. Probablemente, si hubiese sonreído, tal vez, si no hubiese contestado de tal o cual manera, aun tendría mi trabajo en la verdulería. Sé que no me pagaban lo suficiente, que las horas que allí pasaba eran demasiadas, pero el sueldo era un poco más elevado de lo que ahora estoy cobrando en el bar (cuya paga, sí es justa)

Estaba cansado, querido amigo, de que me pisoteen, de que me pasaran por encima, de que me trataran como imbécil. Estaba cansado de tanta humillación. Sin embargo, puede decirse que a pesar de avanzar, también he retrocedido. ¿Por qué las cosas no pueden salirme bien alguna vez?

Sé que he dicho que no creo en Dios, sin embargo, por momentos, deseo que alguien o algo me "premie" es decir, si el karma existe (cosa en la que tampoco creo) se ha ensañado conmigo. Sé que no soy un ejemplo de solidaridad, pero no me considero una mala persona. Nunca he tenido intenciones de lastimar a alguien ni nada por el estilo.

¿Por qué me va tan mal en la vida?

Sé que lo que estoy diciendo te resulta contradictorio... ¡Yo, que no creo en nada! Hablando del karma o de la necesidad de un incentivo por parte de Dios.

Soy humano, amigo. A veces, necesito creer en algo superior a mí para no enloquecer

Soy un imbécil, amigo. Mamá está endeudada y no puedo ayudarla con eso. Apenas puedo ayudarme a mí mismo. Suelo ver a las personas de mi edad, triunfar...

¿Qué he hecho todo este tiempo?

Es mi culpa, lo sé, si tan solo mi hermana me ayudase en algo. Hoy se compró un par de zapatos. No estoy diciendo que no lo haga, es solo que, mi madre también es la de ella y la necesita.
Estoy cansado, amigo, de tanta injusticia. Estoy cansado, de sonar tan injusto a la vez. Si no creo en Dios, no puedo pedirle nada a cambio.

Pido perdón por eso... Estoy desesperado. Siempre que me desespero necesito aferrarme a algo que me haga seguir adelante, pero no tengo nada. Es difícil, ser un humano como yo, quienes pensamos que no existe nada y necesitamos estar equivocados.

Cambiando de tema, querido amigo. Algo sin relevancia. Según Esteban, Lucio (el cliente de la vidriera) se siente atraídohacia mí. No sé de dónde saca esas cosas, pero en lo que a mí respecta, los dos se pueden ir a la mierda.

"Querido amigo"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora