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Día 310

Querido amigo.

En estos días las reparaciones de la casa han ido avanzando. No te diré que ya me he acostumbrado al trabajo (incluso, las ampollas en mis manos han empeorado) sin embargo, algo dentro de mí se siente mejor. Al parecer, cada uno de los arreglos que estamos haciendo, tiene efecto casi directo sobre mí. Como te he dicho, el hogar es el reflejo del alma y es por ello, que agradezco la presencia de Lucio en estos instantes. Siento, que sin él, nada de esto sería posible.

Hoy, nos toco cambiar una de las ventanas. El hueco que hubo en su lugar por un par de horas, iluminó todo el interior de mi casa, de una manera que me resultó mágica.

No te rías, querido amigo, si es que lo estás haciendo. Sinceramente me sentí así. Como si los rayos del sol que iluminaban este lugar, acabasen con la oscuridad que ha habido durante años dentro de mí. Sin embargo, ahora que es de noche y no hemos cerrado del todo la abertura (No entiendo muy bien estas cosas, pero confío en que Lucio sabe de ello) tengo miedo de lo que pueda pasar. Supongo que es así, que también da temor el camino hacia la recuperación del espíritu, por lo dificultoso que se nos plantea el hecho de cambiar, los riesgos que hay que tomar para sentirnos un poco mejor.

En fin, mañana será otro día y por primera vez en mucho tiempo, lo espero ansioso.

Día 327

Querido amigo.

Hoy he tenido una conversación algo extraña con Lucio.

Supongo que no es sorpresa para ti, el evidente interés que él siente por mi y ya lo sabes, me he sentido muy halagado al respecto.

Todo este tiempo en el que he estado solo, pensaba que cuando el amor apareciera para mi, estaría preparado, que habría madurado. Aunque, también me permitía pensar en mi futura pareja como un príncipe azul que venía a salvarme de mi eterno sufrimiento, de mi encierro en la torre del dragón y daba al fin a mi vida, el tan ansiado sentido. Sin embargo, ahora ante la posibilidad de tener una relación, tengo miedo... Estoy aterrado. No quiero ilusionarme en vano, no quiero imaginar cosas que luego no se harán realidad.

¿Qué será de mi, si comienzo a sentir algo por Lucio y de repente, él descubre que estaba equivocado, que no siente lo mismo?

Tengo miedo del dolor que me provocaría un nuevo rechazo y también, tengo miedo de hacerle daño.

Una vez, alguien me dijo que nadie debía amarnos a los que estamos heridos; que no sería justo. En ese momento no lo comprendí, estaba empeñado a mantener las esperanzas en mi fantasía, quería que para mí llegara el amor, sin importar que para ello, no me hubiese curado.

Ahora lo sé, querido amigo, que esa persona tenía razón y eso fue lo que le dije a Lucio. Le pedí que me dejara, que buscara a alguien más que no estuviese tan dolido y aterrado como yo, pero él se negó, insistió con que me ayudaría a superar mi angustia, dijo que él podía hacerlo y yo, egoísta como soy, acepté su propuesta. Aún, no puedo arrepentirme de haberlo hecho, no del todo, a pesar de que sé que probablemente lo canse y termine hiriéndolo, a pesar de saber que hay grandes probabilidades de que lo arrastre conmigo al pozo en el que estoy hundido, ese del que no puedo salir.

Estoy tan angustiado, quisiera huir de esto, quisiera no tener esperanzas amigo, pero soy tan dolorosamente humano... estoy tan desesperado.

No quiero que Lucio me odie... no se merece llegar a ese punto, a que yo haya significado tanto para él, como para llegar a hacerlo.

Solo me queda esperar, que llegado el momento, él pueda perdonarme.

"Querido amigo"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora