{6} El segundo peor día.

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Delfi's POV.

Creí que la peor noche de mi vida había sido la que Yam había desaparecido, pero estaba totalmente equivocada. Sin dudas, esta había sido la peor. Desde que Pedro me dijo lo que había pasado en adelante, todo fue horrible. Supongo que todas teníamos aunque sea un poquito de esperanza de que fuera una locura por parte de Yam y que estuviera en alguna parte de Europa rehaciendo su vida como ella siempre había querido, pero no. Ella definitivamente ya no estaba. 

En toda la noche no pude dormir ni siquiera un minuto, lo único que hice fue dar vueltas y vueltas en mi cama recordando todos nuestros momentos juntas. Había otra cosa que me ponía nerviosa y era pensar en el maldito anónimo, aunque desde que nos enteramos de la noticia no hemos recibido ningún otro mensaje. 

-No tenes por qué ir a clase, corazón.- Dijo mi madre, entrando a mi habitación. 

-Lo sé, mamá. Pero necesito distraerme así que voy a ir, si me siento mal te llamo para que me retires. -Le respondí para luego cerrar mis ojos intentando no llorar.

Sentí como mi mamá besaba mi frente y rápidamente me paré para agarrar mis cosas, no quería largarme a llorar. Bajé las escaleras y salí de mi casa, iba a ir caminando al Blake para despejarme y pensar un poco. Salí de mi casa y para mi sorpresa, Pedro estaba en la puerta esperándome. 

-Pedro... ¿qué haces acá? -Le pregunté con una sonrisa en mi rostro.

-Que bueno verte sonriendo, Delfi. -Me contestó y se acercó para saludarme con un beso.- Pensé que capaz podíamos ir caminando juntos al Blake. Hoy es mi primer día y además creo que te haría bien distraerte. -Me dijo un poco tímido mientras esperaba una respuesta de mi parte. 

-Me encantaría. -Asentí con mi cabeza y comenzamos a caminar rumbo al Blake. 

Las personas por la calle me miraban con lástima, algunos susurraban cosas y otros me señalaban sin descaro. Era todo igual al día después que todo pasó, siento como si hubiera viajado al pasado. Pedro notó todo eso, es que era realmente muy difícil de ignorar. Inmediatamente tomó mi mano, haciendo que sonría en un segundo.

-Gracias. -Le dije mirándolo a los ojos. 

Unas cuadras después llegamos al Blake y todo era mucho peor, más susurros y más miradas de pena. Comencé a buscar con mi mirada a las chicas, aunque tal vez ninguna quería venir. Noté como Pedro observaba cada lugar del colegio y recordé que él no lo conocía así que decidí dejar de pensar en todo lo horrible de mi vida y ayudarlo a encontrar su locker. 

La mañana pasó bastante lenta, en ningún momento me crucé con alguna de las chicas pero probablemente yo había sido la única idiota que había decidido venir. Cuando por fin era hora de irme a mi casa, fui hasta la puerta del colegio para esperar a Pedro ahí ya que nos iríamos juntos pero algo me sorprendió. Jessica, la mamá de Yam estaba en el colegio. 

-Delfina, cariño. -Me saludó y me abrazo, logrando que yo soltara un par de lágrimas.

-Señora Sánchez, no pensé que la vería por acá. -Le respondí secando mis lágrimas.

-Todos estos años y no me decís Jessica. -Exclamó en forma de chiste y las dos reímos.- Yo tampoco esperaba verte, Delfi. Pero la verdad es que estoy acá porque los directores del colegio me llamaron. -Me explicó, mientras yo veía de lejos que venía Pedro.

-Claro, entiendo. -Asentí y le hice señas a Pedro de que acá estaba.-Me tengo que ir, nos vemos esta tarde Jessica. -Me despedí con un abrazo.

«Liars»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora