CAPITULO 41 (SEGUNDA TEMPORADA)

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Narra Adrien:

Hoy fui dado de alta del hospital. Marinette no ha despertado, así que le practicarán la cesárea esta misma tarde. Es triste que tus hijos tengan que nacer en circunstancias tan deprimentes y decadentes, pero la vida no es justa ni con los seres más inocentes.

La enfermera prometió mantenerme informado sobre la situación de Marinette. Regresé a casa pero mi padre no daba señales de vida, Chloe seguía en Londres así que pude estar solo y tranquilo.
Terminaba de comer exactamente a las cinco menos diez cuando el teléfono sonó

-¿Diga?
-¿Joven Adrien?
-Si, él habla ¿Quién es?
-Soy la enfermera Sol, llamaba para informarle que sus pequeños ya han nacido, puede venir a verlos el día de mañana
-¿De verdad? ¿Ya nacieron?
-Así es
-¿Y cómo está Marinette?
-Su situación es muy delicada, perdió mucha sangre y sufre anemia, pero no es correcto que le informe por teléfono, venga mañana y podré darle el expediente de su novia
-Muchas gracias, mañana ahí estaré
-Ok, hasta luego

Y colgué.

Estaba tan emocionado y preocupado: mis hijos o hijas nacieron ya pero Marinette está muy grave de salud

Me pregunto como serán mis gatitos, espero que hayan sacado los ojos y la sonrisa de su madre; son los rasgos que más me cautivan de ella.

Esa noche me fui a dormir imaginando a unos niños de cabellera rubia con ojos azules zafiro, unas ñiñas con las mismas características; incluso los imaginé con el cabello azabache y ojos verdes. Serían una perfecta combinación.


A la mañana siguiente me levanté con muchos ánimos y con dolor de espalda (digamos que estar mucho tiempo acostado en una cama de hospital provoca malestares permanentes)

Llegué al hospital con Nathaly, Alya y Nino; preguntamos por la sala de maternidad y nos guiaron por varios pasillos hasta tomar el elevador para llegar al tercer piso.
Estaba tan nervioso y ansioso que sentía que mis piernas flaqueaban.

-Tranquilo viejo, estarás bien- me dijo Nino colocando su mano en mi hombro
-Gracias por apoyarme Nino
-No hay de que, para eso somos amigos- respondió Alya abrazandome. Eso necesitaba, un abrazo
-No te preocupes Adrien, sé que serás un gran padre- me dijo Nathaly tomandome por sorpresa
-¿Cómo sabes eso?- interrogué
-Porque tuviste al mejor ejemplo de padre durante toda tu vida- respondió con una media sonrisa con aires de nostalgia
-Eso no es cierto, mi padre siempre me dejó de lado por su trabajo. Si sigo su ejemplo mis hijos crecerán solos si Marinette llega a morir, sin mamá ni papá
-Sé que no será así, tú y Marinette serán grandes padres gracias al gran amor que le tienen a esos bebés

Después de escuchar a Nathaly decir eso le sonreí y me encaminé a la vitrina que divide el pasillo con las cunas, vi a Juleka y a Lukas. Debo admitir que me siento celoso de Luka; pues él estuvo con Marinette cuando yo no, pero también le estaba agradecido por cuidarlos en mi ausencia. Creo saber quienes serán los padrinos (lo siento Nino y Alya). 
Después de saludarlos me asomé por la ventana y ahí estaban: Una niña envuelta en una manta rosada haciendo un puchero y un niño semicubierto por una manta azul con una expresión de tranquilidad, ambos de cabellos azabache y con la nariz respingada.
Sus pechos subían y bajaban con un ritmo rápido.

Las lágrimas brotaron de mis ojos sin poder controlarlas y unas risitas nerviosas escaparon de mis labios

-Son idénticos a...  -Dijo Alya conmovida
-A Marinette - terminé la frase por ella mientras recargada mi frente en el cristal.




Continuará...

Bueno chicos y chicas, esto ha sido todo por el día de hoy, espero que les haya gustado y si es así por favor comenta, comparte y apoya la historia.

Yo soy Ana Luisa Morsdecks y nos estaremos leyendo hasta la próxima.

(TERMINADA) embarazada de un superheroe  (+17 Años)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora